Mi Camino No Será De Espinas

Debo ir a la ciudad ¿me acompañas Soe?

- hoy debo poner las nuevas herraduras a los caballos

- oh vamos, Soe, viajar sola con Derek y Owen será muy aburrido y estresante para mí, puedes hacerlo mañana (Dice Emma haciendo pucheros)

- Está bien Emma ... Por cierto ¿dónde iremos?

- Derek y yo iremos a inscribirnos en la universidad

- ¿qué estudiarán?

- Yo estudiaré leyes y Derek medicina

- Oh son grandes profesiones, les irá muy bien.

- Bueno ... Preferiría no dejar la tranquilidad de la hacienda, Pero bueno, mi padre ha trabajado duro para encargarse de que todos sus hijos estudiemos

-¿todos? (miro curiosa)

- Sí... (Emma al ver mi curiosidad desvía la mirada)

- Deberíamos ir a la camioneta... Owen y Derek deben estar esperando.

Emma me saca de un tirón de la casa, haciéndome correr a la camioneta con ella.

El camino transcurrió en un incómodo silencio, que Emma intentaba romper, con una que otra anécdota divertida, Pero ninguna funcionaba.

La camioneta se detiene en el frontis de una gran universidad, a la que Soe miraba asombrada, tenía la fachada de un castillo antiguo, tan hermosa.

- Bueno Soe, nos veremos en tres días, mantén entretenido a Owen en el camino para que no se duerma (dice Emma guiñando un ojo)

Soe la mira y se sobresalta, Emma la hace bajar de la camioneta y le abre la puerta del copiloto.

- Si vas atrás, no será diferente de ser como un pasajero en un taxi, así está mejor.

Owen pone nuevamente la camioneta en marcha y comenzamos a movernos

- ¿tres días?

- Sí ... Se quedarán en la casa de la tía Molí, es la hermana de mi padre

- Ah ... Entiendo

El camino nuevamente se torna silencioso, hasta que Owen detiene la camioneta de golpe y baja rápidamente de ella, comenzando a correr.

Soe se baja tras él, asustada, no entendía que sucedía con Owen, hasta que lo ve sobre un hombre.

Owen estaba reduciendo con una llave a un hombre, al llegar la policía se llevó al tipo y Owen me vio mirándolo con una evidente cara de preocupación y angustia, el se acerca a ella y le coloca sus manos en los hombros, sacándola del trance en el que ella estaba.

- ¿estás bien Soe?

- Sí ... Yo me había preocupado

- Lo siento, todo fue muy rápido

- Pero ese hombre...

- Es un infeliz, caminaba junto a una mujer con un cuchillo en las costillas de ella, cuando notó que lo vi, comenzó a correr el muy cobarde.

- ¿cómo te diste cuenta?

- Por la posición de su mano... He visto esos casos antes, cada vez son peor

Soe lo mira con curiosidad y Owen al notarlo suspira

- Antes estuve en el cuerpo de policías

- ¿por qué ya no ...?

- Porque cuando sucedió la tragedia de Celina... Casi mate a ese hombre, sobrevivió solo porque me apartaron de el... Estuvo grave por mi culpa y la institución decidió que yo no tenía lo que se necesitaba para ser policía.

Soe lo mira con compasión

- No ... No me arrepiento, si pudiera volver atrás, está vez sería yo quien esté tras las rejas y él en el cementerio, un infeliz como ese no debería gastar oxígeno.

Soe toca la mano de Owen y le sonríe, provocando que al hombre se pusiera nervioso ante su toque.

- De… Deberíamos irnos, quedé mal estacionado.

Owen y Soe se dirigen a la camioneta, Pero al llegar, notan que ya no estaba, una grúa se la había llevado.

- No puede ser ...

Soe miraba a Owen en silencio, estaban a medio camino en un pequeño pueblito cerca de la carretera, lejos de la ciudad principal y lejos de la hacienda.

- Soe, vamos a la estación y tendremos que tomar un bus

Soe asintió y lo siguió en silencio, mirando todo a su alrededor con fascinación.

Las casas de madera, el amplio verde coloreado con flores, que rodea todo en perfecta combinación con el gris pavimento de la calle, era como un pueblo en el bosque, casi parecía mágico. Soe se sentía llena de dicha, como si caminara dentro de un cuento de hadas, de esos que leía en la biblioteca del colegio a escondidas.

Owen no podía dejar de mirar el rostro de Soe, parecía una niña, una niña feliz, que resplandecía belleza cuando sonreía, ni ella sabía cómo se veía cuando estaba feliz, era hermosa y si ese pequeño pueblito era un bosque encantado, Soe sería una hermosa hada.

Al llegar a la estación de buses recibieron la mala noticia de que el último bus ya se había marchado.

- Arg! Había olvidado el porqué aprendí a conducir, Soe tendremos que pasar la noche aquí y tomar el primer bus de la mañana para ir a la gran ciudad a recuperar mi camioneta.

- está bien...

Después de caminar un largo tiempo buscando donde pasar la noche, encuentran una pequeña posada y una señora de mirada seria los atiende

- Buenas tardes, necesito dos habitaciones

- Bien... serían 160¥

- Espere ¿160¥?

- Si

- Eso es mucho dinero, los hoteles cobran menos que eso

- Bueno, si no te gusta el precio, podrías intentar caminar 90 kilómetros al norte.

- No, espere... está bien, las voy a querer

Owen comienza a buscar su cartera, toca en cada uno de sus bolsillos y nada, su cartera se había quedado en la camioneta, solo traía con él un billete de 20¥

- Diablos!

- Owen ... Yo tengo 40¥ (dice Soe tímidamente mientras sacaba dos billetes más y se los daba a Owen)

- Pero... Esto... solo nos alcanzará para 1 habitación...

- La quieren o no (decía la mujer de la recepción ya malhumorada por la situación)

Soe mira a Owen, quien estaba frustrado sin saber que decir - Si, la queremos.

- Bien (la mujer le quita los billetes de las manos a Owen y les da una llave)

- Al fondo a la derecha. (Dice la mujer)

Al entrar a la habitación, ambos se quedan en silencio observando a su alrededor.

Era una habitación pequeña, tenía una cama de 2 plazas, con una cobija muy gruesa, un pequeño sillón junto a una mesita de vidrio y una gran alfombra de colores vivos.

- Duerme en la cama, yo dormiré en el suelo.

Al oír eso Soe se sobresalta

- Oh no, no podría, tú duerme en la cama, yo no tengo problema con dormir en el suelo

- ¿y tú crees que yo podría permitir que duermas en el suelo Soe?

- Entonces dormimos juntos en la cama

Owen se ruboriza y se exalta ante las palabras de Soe.

-! ¿Acaso sabes lo que eso significa? ¡

- Pero yo no ocupo mucho espacio

- No sé... Si yo pueda dormir a tu lado Soe...

- No te molestaré, soy muy tranquila al dormir.

Owen se resigna y asiente en silencio, nervioso y aún ruborizado.

Soe se quita la camisa, quedando solo en una delgada polera de pabilo que traía debajo, al acostarse dándole la espalda a Owen, él vio las abundantes cicatrices en la espalda de la muchacha y algo en él despertó en impotencia y rabia.

-¿quién fue?

- Mm ¿de qué hablas? (Le dice Soe dándose vuelta para mirarlo, quedando acostada frente a frente)

- ¿quién te provocó todas esas cicatrices en la espalda?

Soe lo mira, con una mirada vacía en el rostro y guarda silencio un largo tiempo, Pero ante la intensa mirada de Owen, suspira como si hablar le resultará pesado.

- Mi padre ...

- Tu padre... El mismo hombre que te vendió a tu esposo

- Sí ... (Soe evita mirar a Owen a los ojos)

Owen pasa sus brazos sobre su cintura atrayendo a Soe a su pecho, la abraza fuertemente.

- No permitiré que nadie te lastime Soe (le dice Owen en voz baja)

- No debes preocuparte...

- No! ¡(Owen se muerde el labio) Nadie volverá a ponerte un dedo encima! No volverás a sufrir, No mientras yo esté contigo. (decía Owen como si esas palabras fueran una primera consigo mismo)

Soe estaba ruborizada entre los brazos de Owen, sus palabras la hacían sentir calidez, estaba sola con un hombre en una cama, en una habitación, Pero ella no tenía miedo, se sentía protegida, sentía que era valiosa para alguien.

Su corazón estaba acelerado, como jamás antes lo había estado, el hombre que con firmeza la abrazaba contra su pecho, era el culpable, eso era seguro, Pero Soe no lograba entender ese confuso sentimiento ahora mismo, tal vez, solo estaba conmovida y Owen solo estaba enfadado porque ella le recordaba a su primer amor fallecida.