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Vidas Paralelas

Vidas Paralelas

Status: En proceso
Genre:Romance / Arrogante / Traiciones y engaños / Médico-paciente / Tú no me amas / Amante arrepentido
Popularitas:1.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Rose Marquez

Austin lleva una vida envidiable y llena de éxito: es un médico de prestigio y forma parte de una hermosa familia. Sin embargo, tras su fachada impecable, guarda secretos y lleva una doble vida que mantiene en absoluto silencio. Todo cambia cuando conoce a una mujer misteriosa, cuyo carácter enigmático lo seduce y lo impulsa a explorar un mundo de placeres prohibidos. Este encuentro lo confronta con una profunda encrucijada, cuestionándose si la vida que ha construido y anhela realmente le brinda la felicidad genuina o si, en realidad, ha estado viviendo una ilusión.

NovelToon tiene autorización de Rose Marquez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La Doble Vida

Austin

El sonido del bisturí cortando la piel se fundía con el eco de mi propia respiración, un ritmo que había llegado a conocer a la perfección. Era el latido de mi vida como cirujano, una vida que, al mismo tiempo, llevaba un trasfondo oscuro, un susurro constante de ambición desmedida. Miré por la ventana del quirófano, el paisaje borroso mientras la luz se desvanecía. Pronto tendría que volver a ser Austin, el esposo ejemplar y buen padre, pero por ahora era un hombre en la cúspide de su carrera, un escalador decidido a alcanzar la cima.

—Gran trabajo, Austin —me dijo el Dr. Johnson, mi colega y rival más cercano, mientras revisábamos el expediente del próximo paciente. Su sonrisa era una mezcla de admiración y competencia. En el fondo, sabía que ambos queríamos lo mismo: el puesto de jefe de cirugía. —Eres el mejor. Lo dicen los números.

—Gracias, pero ya sabes cómo son estas cosas. Un mal día y estás fuera —le respondí, ocultando mi verdadero deseo de apuñalarlo por la espalda. No me gustaba mostrar debilidad. La competencia en este mundo era feroz; cada uno de nosotros estaba dispuesto a todo.

Las luces del pasillo iluminaban el camino hacia la sala de descanso, donde mis transgresiones se tejían con la rutina diaria. Desde que me casé con Kate, sentí que me había encadenado a una vida que no me satisfacía. Por la noche, mientras mi esposa se acomodaba en la cama, me encontraba atrapado entre el deseo y la responsabilidad, recorriendo los pasillos del hospital, buscando una conexión que nunca parecía estar a la altura.

Las enfermeras eran un recurso fácil. Mujeres jóvenes, entusiastas en su trabajo, pero se convertían en algo más en la crepuscular sombra de nuestras vidas laborales. Con frecuencia, me encontraba susurrando palabras dulces que apenas creía. “¿Te gustaría tomar un café más tarde?”, cuestionaba, sintiendo la urgencia de despojarme de la camisa de médico, aunque para ellas fuera solo una bata blanca que se ponían y quitaban con la misma facilidad con que cambiaban de turno.

Durante una de esas tardes, encontré a Laura, una enfermera recién llegada, en un rincón poco iluminado del pasillo. Su cabello rubio brillaba bajo la luz fría. Era guapa y todavía soñaba con lo que podría ser su futuro. —¿Es verdad que tienes el ojo de un halcón? —me preguntó con una sonrisa traviesa mientras me acercaba.

—No sé de qué hablas —respondí, dejándome llevar por la atracción. Su mirada era intrigante, casi desafiante.

—Todos dicen que eres el mejor, Austin.

—Hasta que uno de nosotros lo sea —respondí en voz baja, mientras me acercaba, sabiendo que esta conversación nunca debería haber ocurrido en un lugar como este. Pero eso era lo que lo hacía emocionante. La sensación de adrenalina me poseía, incluso mientras detrás de esa sonrisa coqueta, había un vacío que no podía llenar.

A medida que nuestras pieles se rozaban, sentí el eco de la culpa, una sombra que siempre acechaba cuando me entregaba a estos placeres. Pensaba en Kate, en el cariño sincero que todavía sentía por ella, pero una voz oscura se burlaba en mi interior. “Ella nunca puede saberlo. Esto es solo un juego”. Pero en esos momentos furtivos, la necesidad de huir de mí mismo se intensificaban.

—¿Eres feliz, Austin? —me preguntó Laura una vez, buscando más que un simple coqueteo.

—¿Quién necesita felicidad cuando puedes tener éxito? —respondí con desdén mientras apretaba su mano, sintiendo la tensión del momento. Ella parecía encajar en mi mundo a la perfección, pero en el fondo, sabía que no buscaba un vínculo humano, solo era una escapatoria.

Mis encuentros se multiplicaban y la línea entre el deseo y la responsabilidad se desdibujaban. En el hospital, todos parecían adularme, pero sabía que esa fachada se sostenía por hilos delgados. Un chisme aquí, un rumor allá. Y la mente de mis colegas, incluyendo la de Johnson, se afilaba al menor indicio de debilidad.

Una noche, mientras la luna se alzaba en el horizonte, me encontré en la sala de descanso con el Dr. Yang —¿Has escuchado algo sobre los votos de silencio? —preguntó burlonamente. —A veces la inocencia es un escudo, pero en este lugar, la traición vuela bajo el radar.

Esas palabras me helaron la sangre. Sabía que corría un riesgo, pero a veces era más tentador desconectar el automático y dejar que el deseo ganara. —¿No te parece que algunos de nosotros jugamos a ser ángeles sin alas? —respondí con una risa nerviosa, intentando tirar lo más lejos posible mis pensamientos.

El tiempo transcurría en un obtuso ciclo de cirugías exitosas y encuentros furtivos. En casa, sonreía y escuchaba a Kate hablar sobre su día. —Te vi con el Dr. Sloan en la reunión — me dijo una noche, mirándome a los ojos con esa dulzura que aún me desgarraba el corazón. —Él confía mucho en ti cariño.

Aquella frase me llenó de una mezcla de remordimiento y desafío. —Lo hago por nosotros —respondí, prendiéndome de una inquietud que habría preferido ignorar. —Todo para que tengamos una mejor vida.

A medida que los días pasaban, la ambición me carcomía, succionando cualquier indicio de sentido común. Las enfermeras eran un medio, y todos los actos oscuros, un precio a pagar. No había regreso, no había arrepentimiento, solo una escalera que me conducía cada vez más alto, hacia una cima que parecía cada vez más inalcanzable.

En lo más profundo, sin embargo, una parte de mí anhelaba algo más que pedazos furtivos de deseo. Pero esa luz permanecía oculta, debilitada por las decisiones que tomaba cada día. Y en el instante en que dejaba la casa para enfrentar al mundo, recordaba que mi doble vida era, en realidad, una lucha constante entre la imagen que proyectaba y el vacío que había comenzado a llenar mi ser.

Y así, en este juego de sombras y luces, continué caminando por el afilado borde de lo correcto y lo incorrecto, sabiendo muy bien que, al final, el mayor enemigo sería aquel que mirara hacia adentro.

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Ani España
seguro el doctor está enamorado de la enfermera por eso no lo deja ser el está divido en dos corazones
Marshaan Sanchez
se que e leído dos capítulo pero me tiene con la curiosidad y la intriga a mil cuál es la doble vida que lleva pese que se prostituía o será que tiene relaciones hasta con las escobas jajaja es que mi chismoseria está desborda jajaja 🤣🤭❓
Ani España: he leído bastantes novelas pero soy sincera está de Austin y Katy no me gustó nada disculpe escritora
total 1 replies
Marshaan Sanchez
que será lo que oculta cuál será esa cara que vive en la sombra cuál será ese gusto que impide ser el ❓
Rossy Bta
estoy atrapada con la novela
Aono Morimiya
😃Increíble, no pares nunca
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