Segunda historia de la novela "Desde esa noche que te vi" ...
Emma y Leonel nunca imaginaron que su relación fraternal se convertiría en algo más. Aunque no comparten sangre, han crecido juntos como hermanos, pero un día, sus sentimientos evolucionan hacia una pasión profunda y prohibida.
Atrapados en un torbellino de emociones, ambos deben enfrentar el miedo a la reacción de su familia y amigos. ¿Qué pasaría si descubren su secreto? ¿Podrán superar las barreras sociales y familiares para estar juntos?
En este relato apasionado y emocional, Emma y Leonel deben decidir si su amor es lo suficientemente fuerte como para vencer los obstáculos y seguir su corazón, o si la presión del entorno los obligará a renunciar a su felicidad."
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Capitulo 18 - La obsesión de Tobías
El taxi llegó hasta donde se encontraba Tobías, Emma no quería bajar, pero sabía que dentro estaba su hijo y debía rescatarlo de las manos de Tobías, por lo que tomó mucho valor y bajó del taxi y se acercó hasta la puerta de la casa donde se suponía que la estaría esperando Tobías
El cuerpo le temblaba de miedo por el solo hecho de volver a ver al causante de sus traumas y pesadillas hace 5 años atrás
Respiró profundo intentando calmarse y levantó la mano para golpear la puerta, pero antes de poder hacerlo, está se abrió de repente dejando ver del otro lado a Tobías con el pequeño Aarón en sus brazos
— Aarón — intentó acercarse Emma pero Tobías se lo impidió — Dame a mi hijo Tobías
— Nuestro hijo cariño, y no te lo daré hasta que me des un beso y me demuestres cuánto me has extrañado — le dice Tobías con una sonrisa
— No es tu hijo, han pasado 5 años Tobías, a tu propio hijo lo asesinaste tú ese día que me moliste a golpes recuerdas? — le dice Emma con enojo
— MENTIRA!! — grita enojado dándole una bofetada — Mí hijo está vivo y lo tengo en mis brazos, no quieras engañarme — le dice enojado y desquiciado
— Está bien está bien es tu hijo, pero por favor no grites o se asustara — dice Emma comenzando a llorar por los nervios y el miedo que sentía al estar frente a él
— No llores mi amor no llores, mira ya estamos los 3 juntos, ahora seremos una verdadera familia, ahora ya nada nos separará — le dice Tobías acercándose a ella para intentar consolarla pero ella se echa para atrás evitando que él la toque, esto hace que él se enfurezca aún más, pero intenta tener paciencia
— Ve a preparar el almuerzo, luego podrás cargar al bebé para alimentarlo — le dice él molesto señalandole la cocina
Emma caminó hasta la cocina, revisó la heladera y se puso a cocinarle algo rápido para poder cargar ya a su bebé
Una vez que tenía el almuerzo de él listo, se lo sirvió en un plato y lo llevó a la mesa para que él se sentará a comer
— Dónde está tu plato? — preguntó molesto al ver qué ella no iba a comer
— No tengo hambre — respondió ella con miedo
— PON TU MALDITO PLATO EN LA MESA Y COME JUNTO CONMIGO — le dice agarrándola del pelo
— Por…por favor, quiero alimentar al bebé, luego comeré, lo prometo, déjame alimentarlo y hacerlo dormir — dice ella temblando y llorando de nuevo
— Aasshhh está bien, hazlo y luego te sientas a comer conmigo, muévete — le dice y Emma corre a alzar a su bebé
Una vez que tiene a Aarón en sus brazos, comienza a darle besos por todo su rostro, se aferraba a su pequeño cuerpecito mientras intentaba respirar profundo para tratar de calmar su cuerpo que se encontraba aún temblando por el miedo que sentía
Una vez que se logró tranquilizar un poco, se sentó en una silla y comenzó a amamantar al bebé
Luego de alimentarlo, lo arrulló en sus brazos hasta que pronto el pequeño se quedó completamente dormido
— Lleva al bebé a la habitación de la derecha, ya que la de la izquierda es la nuestra y vuelve rápido para poder almorzar — le dice Tobías serio
Emma se dirigió a la habitación donde debía acostar al pequeño Aarón, lo acostó en la cama ya que no había cuna para bebé y lo rodeo de almohadas y colchas para que estuviera seguro
Se sentó en la cama y comenzó a llorar de nuevo, debía buscar la forma de salir de ahí, ya que sabía que Leonel la estaría buscando desesperadamente, pero nunca la encontraría sin su celular y no quería permanecer mucho tiempo con Tobías en esa casa, se había dado cuenta que él se había vuelto completamente loco y era un peligro para ella, pero por lo pronto debía hacer todo lo que él pedía sino quería sacarlo de sus casillas y que otra vez comenzará a golpearla como la última vez
Se secó las lágrimas, respiró profundo varias veces y luego salió de la habitación y volvió al comedor donde la esperaba Tobías para almorzar
— Siéntate amor, ya te serví tu plato de comida, comencemos a comer — le dice Tobías sonriendo
Sin ánimos y con un nudo en la garganta, Emma comenzó a comer lentamente, ya que no quería hacerlo enojar
Tobías la miraba con una sonrisa y comenzó a comer él también, mientras la observaba a ella como se comía la mayoría de la comida que había en el plato
Varios minutos después, Emma comenzó a sentirse extraña, sentía mucha calor, su cuerpo ardía, parecía que se iba a derretir sino se quitaba ese calor, ahí es cuando se dio cuenta que Tobías le había puesto algo a la comida
— Que…que me hiciste? — dice con terror, sofocada y transpirando
— Es un afrodisíaco mi amor, sabía que no querrías estar conmigo por voluntad propia, así que no me quedo de otra — le dice él sonriendo
— Idiota, no puedes estar conmigo, ayer di a luz al bebé estoy con mi cuarentena — le dice ella agitada ya que le costaba respirar por los efectos de la droga
— Sabes una cosa? No me importa si estás en tus días, hoy te voy a hacer mía mi amor, después me daré un baño para limpiarme — le dice él sonriendo
— Por favor Tobías, no…no lo hagas — le súplica ella
— Silencio, vamos a la habitación cariño, te voy a calmar la calentura que tienes o te morirás sino lo hago — le dice él tomando de su mano
La mente de Emma se estaba nublando, su razonamiento se estaba yendo por el drenaje, los efectos de la droga la estaban haciendo perder la razón, hasta que su mente quedó en blanco y solo deseaba aliviar ese calor que sentía
Tobías la llevó a la habitación, comenzó a besarla desesperadamente mientras le quitaba las prendas de ropa, beso cada parte de su cuello hasta llegar a sus pechos con los cuales jugó y saboreo como niño, haciendo que Emma se retuerza de placer que la estaba quemando
Rápidamente él se deshizo de su ropa y se subió sobre ella y se introdujo de una sola estocada
La zona íntima de Emma estaba que ardía de lo caliente que estaba, pero más extraño aún fue sentirla grande, eso era por qué el día anterior Emma había dado a luz y su tamaño aún no volvía a la normalidad
Aun así él continúo con sus embestidas cada vez más fuertes y probando otros tipos de posiciones que lo hicieran sentirla más estrecha hasta que lo logró, la posición de cucharita fue la perfecta para que él disfrutará al máximo y ella aliviará su calor por la droga
Después de que ambos llegarán al clímax, Emma cayó inconsciente, Tobías se levantó, se fue a darse un baño, luego volvió ya vestido con un fuenton con agua caliente y una esponja y comenzó a lavarla lentamente y a limpiarla
Luego de dejarla limpia, la cargó en sus brazos con cuidado y la llevó hasta el sofá de la habitación y la recostó ahí unos minutos mientras el cambiaba las sábanas de la cama que estaban todas manchadas
...Una vez que terminó, la volvió a pasar a la cama y se acostó con ella abrazándola con fuerza hasta quedarse dormido junto a ella ...
La obsesión que tenía Tobías con Emma iba más allá de la realidad, él se había sumido en un recuerdo donde ambos eran felices y de ahí no quería salir, solo estar con Emma lo tranquilizaba
En la prisión sufrió tantos abusos por parte de los otros reclusas que se volvió completamente loco, aunque no lo aparentaba, su mente ya no razonaba, su mente se había encerrado en ese tiempo que conoció a Emma y eran felices y de ahí no quería salir. Aunque por momento su mente volvía a la realidad, pero eran por lapsos cortos y se volvía a sumir en ese recuerdo.