Historia de Carolina Rosales, alias La Caro, una peligrosa narcotraficante de Sinaloa, México. Una mujer de carácter violento y capaz de cualquier cosa, con tal de resguardar su territorio y ampliarlo a costa de lo que sea. Hasta que..... Mejor te invito a que leas mi cuarta novela. Muchas gracias lectoras, lectores.
Espero que la disfruten.
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18- EL ENCONTRONAZO.
Aún era de madrugada, cuando Susana entró a la habitación de Yolanda y la despertó: Hijita, ya está aquí tu mamá.
Gracias Madre, pero acaso tú no has dormido?.
No, he estado en la sala con Pancho y platicamos y tomamos vino, muy rico.
Caray Madre, estas sacando un lado que no te conocía.
Y cuál es ese lado hijita?.
El romántico. Que escondido te lo tenías.
Bueno, una también tiene su corazoncito, hijita.
Bueno Madre, nada más me cambio de ropa y voy a la oficina, será una charla muy interesante. Dijo Yolanda
Te esperamos abajo hijita.
De acuerdo Madre.
Yolanda se cambió, se puso ropa deportiva y tenis, se cepilló el cabello, se hizo una cola y bajó a la sala.
Salió al jardín, entró al despacho: Hola Mamá, por lo visto te gusta navegar con bandera de taruga.
Hija, tus hermanos no hacen nada por mí.
Mamá, déjate ya de esas cosas. No mientas.
Bueno, si algo me pasa a mí, eso va a ser tomado como una declaración de guerra
Vaya, ya te estás poniendo sensata. Qué más Mamá?. La Zopilota ha estado pasando información. Ella ya está muerta. No hagas que tú termines igual.
Matarás a tu Madre?.
Mamá, a mi y a tí, no nos une nada. Tu me dejaste a la deriva, o ya se te olvidó?. Así que no me vengas con juegos sentimentales. Eso ya no te queda Mamá.
Entonces, por qué me dices Mamá?.
De alguna forma te tengo que llamar.
Entonces, vas a ser capaz de matarme?.
No me provoques Mamá.
A quién le diste la información de la Zopilota?. Y dímelo a la buena. No te lo quiero sacar a la mala.
No quiero hacerte el manicure, tal y como se lo hice a la Zopilota.
No te atrevas, de por si ya firmaste tu sentencia de muerte, al igual que la Doña y tu dizque hija. Tasss!!!.
Una bofetada cruzó el rostro de Carmen, nombre de la mamá de Yolanda, que comenzó a sangrar por la nariz.
Cuando hables de mi Madre y mi hija, lávate la boca, estúpida. Como bien puedes ver, no tengo el mas mínimo sentimiento hacia tí, así que bájale dos rayitas a tu ecualizador y no vuelvas a hablar de las dos mujeres que son mis pilares de vida, te quedó claro Carmen?. Tasss!!!. Otra bofetada le reventó un labio a Carmen.
Te vas a morir maldita, no importa ya lo que me pase, vas a morir junto a las otras dos. Tasss!!!.
En eso entraron Susana y Pancho. Hija, detente.
Madre, ¿ no ves que Carmen y yo tenemos sentimientos de odio mutuos?.
Sal de aquí Yolanda, hazlo inmediatamente.
Madre!!!.
Ahora, Yolanda!!!.
Y tú Carmen, estás consciente de que no vas a salir con vida de aquí?.
Te das cuenta de lo que hiciste con Yolanda?. Y todavía tratas de alimentar más su odio hacia ti. Te juro Carmen que ella no era así, estudió una carrera, corta, pero al fin carrera. Tuvo un buen trabajo como Nana en el orfelinato de Navolato, ahí conoció a Carolina, la adoptó y se convirtió en la mejor Madre que puedas imaginar. Carolina es una niña donde no cabe la maldad. Es hermosa y muy inteligente. Pero Yolanda de repente cambió, se ha vuelto cruel y despiadada. No tienes idea de lo que hizo con la Zopilota. Fue horrible. Y está dispuesta a hacer lo mismo, o algo peor contigo.
En el mundo de la mafia, es difícil terminar con vida. Dijo Carmen.
Ya lo sabemos Susana, no tengo miedo. Lo que pasará después, va a ser una guerra de hermanos, mis hijos van a venir en cuanto sepan mi muerte.
Entonces iremos a la guerra, dijo La Doña.
Solo protege a Carolina, trata de llevártela de aquí, a un mundo totalmente diferente. Advirtió Carmen.
Yolanda no lo permitirá, tengo que hablar mucho muy seriamente con ella. Después de hoy, soy a la que reconoce como su verdadera Madre. Sabes que no te puedo dejar ir Carmen. Lo siento en verdad.
No te disculpes, si tú estuvieras en mi lugar, ya hubiera acabado contigo.
Como gustes. Roberto, llévatela al Rancho, la dejas con los muchachos, ya saben qué hacer.
Si señora. A la orden.
Conociendo a éste país, por mi experiencia, quizá lo secuestro un narco.