En los barrios tranquilos y misteriosos de Seúl, una chica llamada Jiwoo ha pasado su vida observando desde las sombras. Jiwoo siempre ha sido reservada, pero esconde algo más que timidez. Un incidente oscuro y olvidado en su adolescencia que moldeó su obsesión por los secretos de los demás.
El regreso de Hyunwoo, su vecino de la infancia, despierta en ella una curiosidad peligrosa. Años atrás, Hyunwoo desapareció abruptamente tras un escándalo que sacudió al vecindario, y su reaparición está rodeada de rumores y silencio. Algo en su mirada parece llevar el peso de un pasado más oscuro del que Jiwoo imaginaba.
Guiada por su instinto obsesivo y un deseo inexplicable, Jiwoo comienza a seguirlo, adentrándose en un mundo de crimen, mentiras y un trastorno psicológico que ha permanecido latente en ambos. Mientras Jiwoo se acerca a la verdad, también empieza a descubrir más sobre sí misma, desenterrando recuerdos reprimidos y enfrentando su propia sombra.
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En el corazón del misterio
Jiwoo estaba sentada frente a la mesa de la biblioteca, rodeada de libros antiguos y notas garabateadas. Hyunwoo, de pie a su lado, sostenía un mapa del bosque que habían encontrado en uno de los tomos más viejos. Ambos lucían agotados, pero la determinación en sus rostros era inquebrantable.
—Esto no tiene sentido —dijo Jiwoo, pasándose una mano por el cabello—. Si el espejo está conectado con el Guwi y el colgante nos protege, ¿por qué todavía se siente como si estuviéramos un paso detrás de todo?
Hyunwoo colocó el mapa sobre la mesa.
—Tal vez porque no lo hemos visto todo. Mira esto.
Señaló un punto en el mapa, marcado con un símbolo que reconocieron de los grabados en el marco del espejo.
—Aquí. Este lugar está a unos kilómetros del claro del espejo. Podría ser importante.
Jiwoo frunció el ceño.
—¿Crees que hay más de un lugar conectado al espejo?
—No lo creo —respondió Hyunwoo, su voz firme—. Lo sé.
Antes de que pudieran discutir más, alguien golpeó la puerta de la biblioteca. Ambos se tensaron; no esperaban visitas.
Hyunwoo fue a abrir, y al hacerlo, encontró a Hyeri en el umbral, con una expresión calmada pero fría.
—Necesitamos hablar —dijo, entrando antes de que pudieran invitarla.
Jiwoo la observó con cautela. No confiaba en Hyeri, especialmente porque siempre parecía estar en lugares donde no debería.
—¿Qué haces aquí?
Hyeri se encogió de hombros, dejando caer su mochila sobre una silla.
—Sé que están investigando el bosque. Yo también.
Hyunwoo cruzó los brazos.
—¿Por qué querrías ayudarnos?
Hyeri los miró directamente a los ojos, primero a Hyunwoo y luego a Jiwoo.
—Porque no tienen idea de lo que están enfrentando. Y yo, sí.
Después de unos momentos de tensión, Jiwoo decidió ceder.
—Bien. Habla.
Hyeri sacó un cuaderno de su mochila y lo abrió, mostrándoles dibujos y anotaciones sobre el espejo, el colgante y símbolos que habían visto en el bosque.
—He estado investigando esto desde hace años. El espejo no es solo una puerta. Es un ancla. Mantiene al Guwi atrapado en el bosque, pero si alguien lo libera…
—¿Liberarlo? —interrumpió Hyunwoo, frunciendo el ceño—. ¿Por qué alguien querría hacer eso?
Hyeri lo miró con seriedad.
—Porque el Guwi promete poder. Lo sé porque lo he escuchado. Y ustedes también lo han sentido, ¿verdad? Esa presencia, susurros en el aire.
Jiwoo sintió un escalofrío. Recordaba perfectamente las voces que había escuchado en el bosque, pero negó con la cabeza.
—No estamos aquí para liberar nada. Estamos aquí para detenerlo.
Hyeri sonrió, pero no de forma amistosa.
—¿Y cómo piensan hacer eso?
A pesar de las dudas, Jiwoo y Hyunwoo aceptaron trabajar con Hyeri. Sabían que no podían ignorar su conocimiento del bosque, pero la tensión era palpable.
Hyeri señaló el mapa que Hyunwoo había estado estudiando.
—Ese lugar que encontraron es importante. Es donde el Guwi fue atrapado por primera vez. Si quieren respuestas, ese es el próximo paso.
—¿Y qué hay del colgante? —preguntó Jiwoo, sosteniéndolo con fuerza.
Hyeri la miró con interés.
—Eso es tu llave. Pero también podría ser tu carga.
Hyunwoo frunció el ceño.
—¿Qué significa eso?
Hyeri se encogió de hombros.
—Lo descubrirán pronto.
Al día siguiente, los tres se adentraron en el bosque, siguiendo las indicaciones del mapa. El aire parecía más pesado, y cada sonido parecía amplificado, como si el bosque estuviera observándolos.
—¿Estás segura de que este es el camino correcto? —preguntó Hyunwoo, mirando a Hyeri.
Ella asintió sin dudar.
—Confíen en mí.
Jiwoo, sin embargo, no podía dejar de mirar a Hyeri de reojo. Algo en su actitud la inquietaba, pero no podía precisar qué.
Cuando llegaron al lugar señalado en el mapa, encontraron una cueva oculta entre las rocas. La entrada estaba decorada con símbolos similares a los del espejo.
—Aquí es —murmuró Hyeri, sacando una linterna.
Hyunwoo miró a Jiwoo.
—¿Estás lista para esto?
Ella asintió, aunque su corazón latía con fuerza. Sabía que estaban a punto de descubrir algo grande, pero también algo que cambiaría sus vidas para siempre.
