Tú, Mi Bello Tesoro 2

Santiago estaba de pie junto a la cama y por varios minutos observó cómo  su mujer e hija dormían abrazadas, ambas se veían muy hermosas; entonces sonrió al pensar en lo afortunado que era. Con cuidado de no hacer ruido se quitó los zapatos y los acomodó prolijamente a un costado de la cama y se recostó abrazando a sus dos princesas; entonces Karen se removió entre sus brazos, al reconocer su aroma y sentirse protegida, ya que estar así siempre la hacía sentir mejor. Él al comprobar que se estaba despertando le murmuró.

⎯¿De qué huyes? Sí sabes perfectamente que me puedes decir lo que sea porque amo.

⎯ ¿Lo qué sea y no te vas a enojar conmigo ?⎯ preguntó en un susurro.

⎯ Sí, amor no me voy a enojar.

Ella se dio vuelta y mirando sus ojos verdes tomó el valor necesario para hablar.

⎯ Hace unos días hablamos de que era momento de retomar alguna carrera universitaria y pensar en mi futuro.⎯ comentó casi al borde de las lágrimas.⎯ ¿Lo recuerdas?

⎯ Sí lo recuerdo.⎯ respondió con ternura.⎯ Y los dos estuvimos de acuerdo en que era una excelente idea.

⎯ Lo sé, pero no voy a poder.

⎯ Karen, ¿acaso te escapaste de casa, por qué no quieres estudiar? ¿Es eso?

⎯  Sí quiero estudiar y no me escapé de la casa, solo no quería que alguien de la prensa me vea en la farmacia.

⎯ ¿ Estás enferma?⎯ ella negó con la cabeza.⎯ Amor dime que tienes antes de que muera de angustia.⎯ suplicó.

⎯ ¡Estoy embarazada, como tonta me olvidé de tomar algunas pastillas y …!

Santiago no dejó que siguiera hablando simplemente la beso tan tiernamente que a ella se le disiparon todas sus dudas; entonces al separarse posa su frente sobre la de ella y le dice.

⎯Te amo, amo a nuestra hija y a todos nuestros futuros hijos y aunque dije que no quería más niños por ahora, solo fue porque Eva es pequeña y quiero que estudies; sin embargo con esta noticia me has hecho el hombre más afortunado del mundo.

⎯ Perdón, actúe como tonta, debí hacerle caso a Carolina y regresar enseguida a la mansión.

⎯ Eso ya no importa.⎯ la volvió a besar.

⎯ Mejor volvamos a casa, quiero que me hagas el amor.

⎯ Karen, no podemos estás embarazada.

⎯ No seas ridículo no pasa nada.⎯ dijo y se incorporó de la cama.⎯ Vamos a casa, te deseo como loca y no quiero dormir contigo en la cama de Carolina.

⎯ Está bien.

Santiago sostuvo a Eva en brazos y salió del cuarto junto a Karen, y al pasar por la sala vieron a Carolina en el sillón con su computadora .

⎯ Caro, ya nos vamos.⎯ se acercó al sofá.⎯ Gracias, tenías razón Santiago está feliz con la noticia.

⎯ Lo sabía.

Gracias Carolina por cuidar de Karen y perdona mi comportamiento.

⎯ ¡Por Dios esto es nuevo! El ogro se disculpó conmigo.

⎯ Sabes que solo estoy molesto contigo por cómo tratas a mi amigo.

⎯ Descuida, no te tengo rencor y deberías agradecer que aún no lo corro de mi casa, es un aprovechado.

Santiago de repente miró para todos lados buscando a Trevor.

⎯ Por cierto, ¿dónde está Trevor? Ya debemos marcharnos.

⎯ No se preocupen, Dylan lo invitó a dormir.

El matrimonio la miró sorprendido, pero sin decir  ni una sola palabra del asunto, se despidieron y se fueron a la mansión esperando que esos dos limen de una vez por todas sus asperezas.

Carolina estaba observando en la computadora fotos de Paul Anderson y de alguno de sus trabajos, cuando vio el reflejo en su monitor de Trevor que se acercaba por su espalda,  así que a propósito suspiró y dijo.

⎯ ¡Qué bella sonrisa, muero porque llegué el lunes y así conocerte!

Trevor al escuchar esas palabras sintió que su ira iba en aumento; sin embargo sabía perfectamente que él no era nadie para reclamar nada, así que aclaró su garganta para llamar su atención.

⎯ ¡Egemm!

⎯¡Oh estabas ahí, no te vi!

⎯ Eso parece.⎯ dijo celosamente.

⎯ ¿Necesitas algo? ¿Un taxi, un avión o un cohete para alejarte de aquí?⎯ preguntó irónicamente.

⎯ Dylan necesita su pijama.

⎯ Ok.⎯ ella dejó la computadora abierta con la foto del arquitecto de fondo y fue a vestir a su hijo.

Trevor estaba muertos de celos; entonces agarró su celular y buscó en internet datos de Paul Anderson, era un hombre apuesto, que se estaba divorciado de una mujer muy bella por una presunta infidelidad, pero no aclaraban quién de los dos era el causante, sin hijo y heredero de una pequeña fortuna.

Carolina regresó a la sala y vio que Trevor estaba algo molesto mirando su celular .

⎯ Dylan ya se durmió.

⎯ ¿Tan rápido?

⎯Si, estaba cansado y ya es tarde.

⎯ Lo siento, no me di cuenta que solo pasaron quince minutos de las ochos.

⎯ Un terrible error.

Ella buscó su computadora, se sentó nuevamente en el sillón y comenzó a ver un par de diseños ignorándolo. Trevor no sabía qué hacer, así que simplemente se sentó a su lado en silencio y la observó. Ella mordía la punta de la lapicera de una forma sexi, sin imaginar las emociones que provocaba en su acompañante, hasta que giró su rostro y sus miradas se encontraron. Carolina sintió como sus mejillas ardían al sentir la cercanía del moreno; entonces él acortó la distancia y estaba a punto de besarla cuando su estómago rugió reclamando comida.

Ella comenzó a reír, se puso de pie y caminó a la cocina, abrió la puerta de la heladera  y sacó unas porciones de pizza con la intención de servirle algo para que cene; entonces le preguntó al cerrar la puerta y mirarlo a los ojos, ya que la había perseguido por toda la casa.

⎯  ¿En serio pensaste que me podías besar?

⎯  No, no lo pensé, simplemente lo deseo.

⎯  No seas ridículo, no voy a caer de nuevo en tus juegos.

Él la acorraló contra el mueble y estando a unos centímetros de su boca le dijo.

⎯  No estoy jugando contigo, te amo y aunque quiero retroceder el tiempo y hacer que olvides lo que dije esa noche no puedo.⎯  él estaba tan cerca que ella podía sentir su corazón palpitar con fuerzas.⎯  Ese día me asusté y fui un canalla, por haber hablado sin pensar; sin embargo tenerte entre mi brazos y oírte contener los gemidos fue lo más hermoso que me pasó en toda mi vida.

⎯ ¡Estás loco!

⎯  Solo por ti.

⎯  ¡Madura por favor, solo fue una vez, no puedes estar enamorado!

⎯  Una vez fue más que suficiente para entender mis sentimientos.⎯ dijo y le robó un pequeño beso en la comisura de sus labios y la hizo temblar.⎯  Te prometo que llegará el día que te conquistaré.

⎯  Ni en tus sueños.

⎯  En mis sueños te hago el amor todas las noches.⎯  murmuró muy cerca de su oído y su estómago volvió a rugir.

⎯  Ten.⎯  le entregó el plato y lo alejó con todas sus fuerzas.⎯ Mejor come algo y déjame seguir trabajando.

⎯ De acuerdo.⎯ respondo con una media sonrisa ya que al menos descubrió que cada vez que se acercaba temblaba a su lado.⎯ ¿Dónde está el microondas?

⎯  Ahí.⎯ señaló un mueble y volvió al sillón.

⎯ Gracias.

Trevor comió dos porciones de pizza y volvió al sofá después de lavar los cubiertos y se sentó junto a Carolina que dibujaba lo que parecía ser el salón principal de una confitería; entonces él le sugería algunos cambios que ella aceptó de buena manera, ya que mejoraba la distribución de las mesas.

Por media hora estuvieron hablando del local y su proyecto, hasta que ella cerró la notebook y prendió la tele, su pasatiempo preferido era ver películas; así que buscó una de suspenso. Media hora después, sin darse cuenta se acomodó de tal manera que prácticamente estaba pegada a Trevor y él no perdió la oportunidad de abrazarla a mitad de la película, hasta que ambos se quedaron dormidos en el sofá.