Paola, hija de un líder de la mafia mexicana. Una niña que debe convertirse en una mujer para evitar ser asesinada por los enemigos de su padre.
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Mi nombre es Paola Gómez. Me apodan "la muñeca de la mafia".
Soy alta, 1.70 de estatura, piel blanca, cabello rubio, ojos azules claros; como el agua, labios gruesos, nariz afilada, cara ovalada, cuerpo delgado. No digo que tengo el cuerpo de una Barbie, pero, sin embargo, es muy llamativo.
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Tengo 23 años de edad. Hija única de Hugo Gómez. Líder de uno de los carteles más temidos de todo México.
No escogí esta vida de muerte. No, escogí nacer en una familia de mafiosos. Yo solo quería ser como cualquier otra niña al nacer.
Ir a la escuela, jugar con los niños de mi edad, vivir con una madre y un padre amorosos. Que me enseñaran valores y me guiaran por el buen camino.
Desde muy chica fui educada para ser la encargada de gobernar un imperio de muerte y drogas. No entendía nada, solo me dejé arrastrar por la educación que se me estaba dando.
No entendía que era bueno o que era malo. Todos los días me levantaban temprano, salía a correr y hacer ejercicio de pesas. Tenía que mantener un físico bien para los ojos de los demás.
Mi padre era el encargado de poner una pistola en mis manos, desde que tenía 10 años.
..."Paola, no te distraigas de tu objetivo. Ve tu objetivo y dispara"...
..."¡De nuevo fallaste!"...
..."¿Por qué chingaos no puede hacer nada bien!...
___ iTengo Miedo, papá! ____ Dije, con una voz temblorosa.
Solo tenía 10 años. Mis manos me temblaban cada vez que agarraba una pistola. No lograba entender cuál era el caso en aprender a disparar.
Escuchar el sonido de la pistola, me hacia temblar las piernas. Yo no había nacido para eso. No quería ser una sicaria, una líder de mafia.
______ Escuchame bien, Paola. En la vida del narcotráfico no puedes ser débil. Yo no tengo una oveja como hija, yo tengo un pastor como hija. ¿Lo entiendes o no?
Mi padre siempre decía: Las Ovejas, siempre son las más débiles de la manada. Le siguen los lobos, son aquellas personas que se creen fuertes, son aquellas que se aprovechas de la debilidad de las Ovejas y hacen lo que quieren con ellas y al final están los pastores.
Son aquellas que ponen orden. Las que no son Ovejas ni lobos, son aquellas que defienden a los suyos.
Esa mañana calurosa incliné la mirada delante de mi padre. No quería ser una Oveja, cobarde y devorada por un Lobo.
Tampoco quería ser un lobo que se aprovecha de la debilidad de otros. Solo me quedaba ser un pastor, cuidar de los míos, y defenderme de los lobos.
Todo se fue convirtiendo en lo más común para mí. Los regalos que me daban eran costosos. Desde un Lamborghini, joyas, hasta un departamento en la condesa, el cual valía millones.
Me acostumbré a llevar una vida de lujos. Hasta que cumplí los quince años, todo me parecía maravilloso.
Viajaba por todos lados. Siempre bien escoltada. Hombres armados hasta los dientes eran los que me protegía. Me sentía intocable.
Iba a fiestas donde se podía ver de todo los excesos. Los anfitriones de las fiestas contratarán chicas muy bellas.
Unas de ellas eran mujeres que vendían sus servicios en clubs notorios y otras más, eran chicas que fueron privadas de su libertad y vendidas a los carteles.
Las tenían trabajando en clubs clandestinos y cuando ya eran muy vistas y usadas, las llevaban al extranjero.
Al final les daban una muerte rápida... En una de esas fiestas vi como asesinaban a sangre fría a una de ellas.
Fue tan impresionante que se me quedó clavado en lo más profundo de mi mente... Esa noche mi padre me sacó de la fiesta en shock.
Esa vida tan cruel era lo que me esperaba... Era mi destino. No podía escapar aunque quisiera.
Había escuchado tantas cosas, como la muerta de mi primo. Él fue asesinado y su cabeza fue enviada en una hielera a mi tío.
Después de su muerte, mi tío se unió con mi padre para vengarse. Hicieron una matanza. Cabezas de los asesinos volaron de un puente.
En muchas ocasiones intenté revelarme a mi padre. Me fui a estudiar lejos queriendo borrar de mi mente tanta violencia.
Me cubrí los oídos y la boca. Seguí con mi vida como cualquier otra chica. Tuve novios y amigos.
Pero, cuando cumplí la mayoría de edad, mi padre me regresó al país. Estaba en guerra. Un nuevo cartel entró a los territorios que eran de mi padre.
Todos los días se escuchaban noticias que hablaban de los crueles asesinatos. Encontraban cuerpos descuartizado por todos lados.
Unos de ellos eran hombres de sus enemigos y otros eran hombres de mi padre. Me encerré en mi habitación por varios meses sin querer saber nada de lo que estaba pasando.
Era una locura, donde yo estaba de por medio. Una noche mientras dormía, mi padre entró a mi habitación. Iba ebrio, se tambaleaba de un lado a otro.
A su lado iba otro hombre al cual llamaba "amigo" su rostro iba cubierto por una mascara de militar.
Ese par de ojos negros se quedaron tatuados en mi mente. Aun cuando cierro los ojos los recuerdo y siento escalofríos por todo mi cuerpo.
El hombre se acercó a mí, y mi padre se dio la vuelta cerrando la puerta por fuera.
El hombre se arrojo encima de mí, cubriendo mi cuerpo delgado por completo. No iba a permitir ser violada, luche con todas mis fuerzas. Recordé que mi padre dejó una arma debajo de mi almohada.
Nunca duermas sin ella, no sabes cuando la vas a ocupar. Metí la mano debajo de mi almohada y saque el arma, sin pensarlo ni un solo segundo, le dispare al hombre en la siento.
Se escuchó el disparo en toda la habitación y luego todo se quedó en total silencio. Mis manos, como gran parte de mi cuerpo estaban manchados de sangre.
Empujé el cuerpo sin vida del hombre con mis pies, hasta que cayó al suelo. En ese momento, la puerta de la habitación se abre, entró mi padre y varios de sus hombres.
La luces de la habitación se encienden, y todos me ven. Me hago bola en una esquina de la cama, mirando el cuerpo del hombre ensangrentado.
Mi padre se acerca al cuerpo del hombre y le da una patada.
______ Ya saben que hacer con su cuerpo. Arrójenselo a los Leones.
Gracias por haber brindado tan bella historia
te felicito
Los míos salieron (tuvieron) q hacer cesárea a mis 8 meses ,tenía la presión x las nubes y lo peor es q era la silenciosa!!
Al Maximiliano entregar el poder,sus enemigos van atacarlos y todos van a estar desprotegidos!!