** Saga Vannecelli **
Rachel Fiore es la mano derecha de Leandro Zanella, jefe de una de las ramas más importantes de la organización italiana. Desde que él la rescató a ella y a su hermana de la calle cuando solo tenía 14 años, ha estado perdidamente enamorada de él. Sin embargo, su temor al rechazo la ha llevado a ocultar este secreto durante seis años. Actualmente, la organización está siendo amenazada por los FGN, lo que obliga a Rachel a viajar a la capital para reunirse con el líder de la organización en busca de su apoyo. sin tener conocimiento de que se cruzaría con un hombre que transformaría por completo su vida.
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Capítulo 11 ¿celos? 2/2
Gian Vannecelli
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-Después de que Rachel me dejara, me dirigí al automóvil, donde tomé mi portátil e ingresé al sistema de seguridad de Leandro. Noté que solo contaba con cámaras en el exterior de la mansión, lo cual significa que tendré que adquirir cámaras adicionales. Sin embargo, observé que había otra señal de seguridad en el interior de la mansión que no pertenecía a Leandro. Esto indicaba que la mansión estaba equipada con cámaras del infiltrado, lo que hacía evidente que allí podría obtener información para los FGN. Inicio la descarga de una aplicación para acceder al sistema, con el objetivo de rastrear su procedencia y monitorear sus movimientos. Además, podré identificar a la persona, aunque ya tenía un sospechoso en mente que necesito confirmar. Este proceso se me facilita, pero debo ocupar mi tiempo de alguna manera. Necesito conquistar a mi Fiera. Por eso, doy la orden para que me lleven al hotel a recoger mis pertenencias y, de paso, buscar una cámara que planeo instalar en la mansión. Un pensamiento se cruza por mi mente: si lo hiciera, Rachel se daría cuenta de que hay cámaras en su habitación, y eso podría tener graves consecuencias para mí, así que prefiero desechar esa idea. Al llegar la noche, me dirijo a la mansión, donde la señorita Olivia me acompaña hasta mi habitación, intentando entablar una conversación con migo, pero yo respondo de manera sucinta. Al ingresar a mi cuarto, organizo mis pertenencias mientras examino el espacio que me rodea. Saqué mi portátil y comencé a mover mis aplicaciones. Noté que había cámaras en mi habitación, por lo que procedí a bloqueárlas. Gracias a mi sistema, pude identificar su ubicación: una en mi habitación, otra en la habitación de Rachel y, finalmente, en el despacho. Quien instaló estas cámaras debe ser alguien de la mansión, ya que bloqueé la cámara en la habitación de Rachel. Esto me molesta, pues no sé desde cuándo están observando a mi fiera.
El rastreo de la señal me indica que están a dos horas de aquí, por lo que ya tengo la ubicación. Mataré a esos bastardos por ver a mi novia. Ya tengo todas las cámaras listas. Noto que el tiempo ha pasado rápido, por lo que planeo poner primero las cámaras. La cámara que tiene los FGN instalada la usaré a mi favor; solo verán y escucharán lo que yo quiera. Al salir de la habitación, observé cómo una mujer cerraba cuidadosamente la puerta frente a mí. Llevaba puesto un vestido negro corto que destacaba sus piernas abundantes y hermosas, así como su trasero redondeado y voluminoso. Sus caderas eran espectaculares y su cintura, delicada. Aunque no podía creer que se tratara de Rachel, el color azulado de su cabello me confirmaba su identidad. Se veía tan atractiva y seductora que mi amigo también se mostró entusiasmado y listo para jugar. Sin embargo, experimenté una incomodidad que no lograba entender. Si yo la miro con tanto deseo, seguramente también será vista por otros. Ella debería reconsiderar el uso de esa ropa que resalta su hermoso cuerpo. Sería más apropiado que continuara optando por prendas más holgadas. Solo yo tengo el derecho de admirar su figura, así que le pregunto: ¿a dónde vas? Al volverse, ella deja caer algunas cosas al suelo y noto que lleva puestas lentes de contacto de color verde. Está maquillada y se ve muy hermosa; incluso sin maquillaje, su belleza es innegable. Sus labios rojos despiertan en mí el deseo de besarlos, y al desviar mi mirada, no puedo evitar fijarme en su pecho, lo que provoca que muerda mi labio. Mi deseo por ella se intensifica al imaginarme escuchando mi nombre salir de sus labios cuando se convierta completamente mia. Solo pensarlo me provoca una fuerte reacción. Me acerco a ella, la apoyo contra la pared y la miro con seriedad. Quiero saber a dónde va y con quién. Solo de pensarlo, que pueda estar con otro hombre, me vuelve loco. No comprendo del todo lo que provoca en mí, pero empiezo a entender a mis hermanos cuando se obsesionan por una mujer. No deseo que nadie se acerque a ella, porque ya tiene dueño, y ese soy yo. La observo nerviosa mientras mantenemos la mirada conectada; luego, ella me empuja y me solicita que no me involucre. La veo portar una peluca rubia, lo que despierta mi curiosidad. La observo caminar con esos tacones, mientras mi atención se centra en el movimiento de su cadera que resulta hipnotizante. Suspiro y me apresuro a mi habitación, donde accedo al sistema; así puedo ver cómo ella se sube a un automóvil. Conociendo la matrícula del vehículo, es más sencillo anticipar su destino. Bajo con mi portátil y salgo de la mansión, instruyendo a mi chofer que me lleve, prometiendo indicarle la ruta. Después de unos minutos, ella se estaciona frente a un bar. Al llegar, le indico al chofer que se retire junto a mi guardaespaldas. Al principio se mostraron reacios, pero finalmente accedieron. Guardo mi portátil en mi bolso y entro al bar. Dentro, observo a un hombre acariciando la espalda de Rache, quien le sonríe. Una intensa emoción recorre mi cuerpo, algo que nunca había experimentado antes. Un deseo de matar a ese hombre me invade por su atrevimiento al tocarla, y me siento un poco triste al ver esa sonrisa en su rostro. ¿Acaso es su novio? -