Diana

Ana salió rápidamente de la habitación sin mirar atrás, sin despedirse, iba envuelta en una sábana, caminaba lo más rápido que podía, ella no sabía cómo volver a los cuartos comunes, iba caminando rápido y distraída que no vió que alguien estaba delante de ella, sólo sintió que chocó con algo duro y cayó al suelo aferrándose a la sábana como si de ello dependiera su vida. Ana estaba tan enfocada en mantenerse cubierta que poco le interesó ver a la persona que tenía en frente.

Ana: lo siento, los siento. ¡Ts condenada sábana! Ana intentaba levantarse cuándo oyó esa fuerte voz, tan fuerte que erizo toda su piel, tanto fué el susto que olvidó lo que estaba haciendo.

Desconocido: MALDITA MUJER, ¿esa es tu manera de querer llamar mi atención?

Ana levantó poco a poco su vista con temor y quedó impactada ante lo que sus ojos veían, ante ella estaba el hombre más guapo que había visto en su vida, era un hombre perfecto, cabello negro perfectamente peinado, su piel bronceada, unas cejas súper pobladas, su nariz, sus labios, su perfecta barba, todo en el era perfecto...

Ana literalmente estaba con la boca abierta ese hombre era súper alto y con un cuerpo tallado por los mismísimos dioses, definitivamente se habían encaprichado en hacerlo. Mientras ella lo veía con gran admiración el la veía con ganas de matarla.

Desconocido: ¡¿QUE ESPERAN PARA QUITAR A ÉSTA ESTÚPIDA DE MI CAMINO?!

Cuándo Ana reaccionó estaba siendo jalada a un lado del camino. Fué el momento más vergonzoso de su vida se quedó allí refunfuñando, y Perla le extendió la mano ella la aceptó y se levantó.

Perla: Lilian me mandó a buscarte supuso que estabas perdida pero veo que has aprovechado muy bien tu tiempo.

Ana: ni lo digas fué el momento más vergonzoso de mi vida.

Perla: por estar a centímetros de ese hombre yo estaría dispuesta a ser arrastrada a la conchinchina.

Ambas soltaron la risa mientras iban de camino al cuarto de Ana.

Perla: estoy esperando que me preguntes.

Ana: ¿Disculpa?

Perla: ¿no vas a preguntarme quién es ese hombre?

Ana: olvídalo, quisiera borrar de mi memoria ese vergonzoso momento.

Perla:igual te contaré, aunque la verdad no hay mucho que contar, ya que casi nada se sabe de él. Solo sabemos que viene un par de veces al año al pueblo, entra al bar, pero nunca se acuesta con nadie, tiene una habitación exclusiva, allí nadie entra solo Lilian a limpiarla y cuándo el le da la orden ni siquiera Dorothy tiene derecho de entrar ahí. Nadie sabe su nombre real, solo Lilian y Dorothy.

Ana: Wow! No creo que venga a éste lugar donde hay mujeres tan bellas a dormir sólo, imposible.

Perla: te digo la verdad, puedes preguntarle a quién quieras, la mujer que ha estado más cerca de él hasta ahora has sido tú, todas hemos intentado acercarnos a él de muchas maneras pero ha sido imposible tu, en cambio, sin planearlo conseguiste lo que ninguna de nosotras.

Ana: y de que manera, jajaja.