⚠️ ADVERTENCIA: ES UNA HISTORIA CON CAPITULOS SENSIBLES ⚠️ PARA +18
Margarita Linares era una jovencita dulce que tenía muchos sueños; sin embargo, la crueldad de hombres poderosos la hicieron vivir la más dolorosa de las experiencias haciéndola experimentar una muerte dolorosa; una situación inesperada y sorprendente hizo que volviera a la vida regresando en el tiempo, y esta vez tome la decisión que en su vida pasada no pudo tomar, y aunque eso pueda significar sufrir humillaciones y estar atada a un hombre peligrosa, está decidida a hacer cualquier cosa para vengarse.
James Thompson es uno de los empresarios más exitosos del país; riguroso, inflexible, severo y muy duro, jamás otorga segundas oportunidades y se cobra cada cosa que le hacen. James puede tener lo que quiera con solo desearlo, su crianza fue tan estricta y dolorosa que es incapaz de valorar la ternura y la bondad; sin embargo, pronto su vida cambiará.
¿Podrán Margarita y James salir ilesos de su sociedad vengativa?
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20. El momento de la venganza
Margarita solo queda mirando a Demian Mussi y casi en automático regresa a la noche infernal que la hicieron a vivir, a sus asquerosas manos recorriendo su cuerpo, solo para hacerle saber que podía hacerlo.
Demian pudo reconocer a la muchacha, para él alguien como ella era una "cara bonita" con "cuerpo ardiente"; pero Richard Thompson les advirtió que por ahora no sería bueno abordarla, esperaría a que su hermano se involucre más con ella para usarlo en su contra. Así que solo pasó de largo.
- "¿Qué pasó?, ¿Por qué te quedaste así?", preguntó Regina, llamando la atención de su amiga.
- "Nos vemos afuera, tengo que hacer algo", respondió Margarita, apretando los puños, detestaba padecer ese pánico.
- "Esperaré, pero si necesitas algo, me llamas", manifestó Regina.
- "Claro", dijo Margarita y se dio media vuelta.
Buscó con la mirada hacia la dirección que había ido Demian Mussi, es extraño que fuera a ese hospital, si bien pasaba bien tiempo en esa ciudad porteña, sus negocios los realizaba en la capital y sus médicos tratantes pertenecían a las clínicas más exclusivas.
Lo vio ingresar a una habitación, y ella se acercó para averiguar un poco más de la razón de su visita, y por quien había ido a ese lugar.
Dentro había una señora mayor, otras dos señoras la acompañaban. Mussi las saludó.
- "No entiendo por qué me han vuelto a llamar", dijo Mussi. "Estoy cansado de que vayan a mi casa, a cada momento, ya les dije que no sé nada sobre Silvana", agregó.
- "Mi hermana estaba tan preocupada por su hija, que sufrió un colapso nervioso, como Silvanita trabajaba en su casa. Resulta muy extraño que dejara una carta que se fue un novio que ni conocemos y de ahí ni siquiera se comunique", expresó una de las mujeres con pesar.
- "Señoras ya les di toda la información que tengo, ella trabaja en casa, pero no sabía nada de su vida. Lamento que no la encuentren, les voy a dejar algo de dinero para que atiendan a la señora por el tiempo que Silvanita trabajó con nosotros, solo que no sabemos que pasó", manifestó Demian con una expresión de preocupación, aquella que ya tiene ensayada.
- "Muchas gracias, señor Mussi, siempre ha colaborado con nosotros, no entendemos como Silvana haya perdido así la cabeza, pagaremos los gastos de mi hermana con este dinero", dijo la otra mujer tomando el dinero.
Demian sonríe, y se muestra amable; Silvana no era en extremo bonita, ya tenía veinticuatro años y un novio que había ido a vivir a la capital; pero al igual que Margarita no aceptó ser abordada por uno de ellos, solían comprar a las muchachas que querían, pero cuando la respuesta era no, entonces se ensañaban y les enseñaban "quien manda".
Como Silvana se resistió menos que Margarita, fueron menos crueles, la amenazaron con matar a su familia y como prueba mandaron a "asaltar" a un primo suyo. Presa del miedo, aceptó el dinero que le dieron y se marchó a la capital, como Francisco no quería correr riesgo mandó a Emilio a desaparecerla; convirtiéndose en una estadística más de mujeres desaparecidas.
Demian Mussi salió de la habitación, Margarita se ocultó, cuando se aseguró de que se haya alejado se acercó despacito a la habitación y tocó; algo le decía que podía obtener una pista importante para el momento de la venganza.
Por otro lado, James y Kalos han terminado de revisar la información y ponerse de acuerdo, cuando James recibe una llamada, cuando le explican lo que sucede, frunce el ceño, y ordena que preparen el vehículo.
- "Querías conocerla, ¿vienes?", consultó James.
- "Obvio que sí, vamos", respondió Kalos de inmediato.
Ambos hombres se subieron a los vehículos, y fueron rápidamente en búsqueda de Margarita al hospital; le habían avisado a James que la señorita Thompson estaba en un pequeño hospital, y que el señor Demian Mussi también había llegado al mismo lugar, se preguntaba si no había dejado en claro que no la debían molestar.
Cuando llegaron James vio a Regina en la puerta, la recordaba del club, y sabía que ella había acompañado a Margarita a ese lugar.
- "¿Es esa belleza?", preguntó Kalos, al ver que James dirigía su mirada donde estaba Regina.
- "No", respondió James.
Iba a abrir la puerta del automóvil, cuando vio salir a Margarita, abrazó a su amiga, se veía linda con ese vestido blanco.
Cuando Margarita se suelta del abrazo de Regina, ya estaba más calmada, la desaparición de esa mujer llamada Silvana, se le hacía sospechosa, estaba convencida de que era una víctima más, juntaría las piezas del rompecabezas y atraparía a sus presas.
- "¿Qué pasó?, estabas demorando mucho", dijo Regina.
- "Olvidé algo en el consultorio, y tuve que esperar que terminaran con la paciente que estaban atendiendo", manifestó Margarita, se sorprendió que ahora podía mentir con más facilidad, sabía que no era correcto, pero tenía que aprender a hacerlo.
- "Entonces vámonos, ¿te dijo el guapote dónde se iban a encontrar?", preguntó Regina.
- "Creo que él me encontró", respondió Margarita, cuando observó que James se estaba acercando a ellas.
- "Buenos días", expresó James, mirando directamente a Margarita.
- "Buenos días", dijo Margarita. "Ella es mi amiga...", agregó, no estaba segura de decir su nombre completo, en el club y como escort de lujo tiene otra identidad.
- "Regina Montero, mucho gusto", manifestó Regina estirando la mano.
- "James Thompson, un gusto. Kalos, ella es Margarita Linares, la mujer que querías conocer, la responsable que haya tenido que cambiar mis planes. Maggy, él es mi amigo, Kalos Santorini", manifestó James.
- "Un gusto conocerla, señorita Linares, también a usted señorita Montero", expresó Kalos, con calidez y elegancia.
El apellido Santorini retumbó en la cabeza de Regina, su madre antes de morir le reveló el nombre de su padre, aquel que había guardado secretamente por muchos años, le dijo que era alguien importante Ezio Santorini, pero que era de Grecia y que perdió contacto el mismo día que le dijo que estaba embarazada; quizás solo fuera una coincidencia, no había conocido nunca antes a un Santorini.
Mientras tanto, James se queda mirando fijamente a Margarita, estaba muy linda, y extrañamente le sonríe confiada, la joven está más segura de su venganza, por eso más que nunca está decidida a conquistar al magnate que tiene enfrente; él era la única arma con la cual podría contar.