Si alguien me hubiera dicho hace unos años que encontraría el amor en un hombre que casi me dobla la edad, juro que no le creería, para ser sincera aún no lo puedo creer.
Él mejoro cada aspecto de mi persona, saco mi mejor versión y yo a él le di lo que siempre quiso.
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Dios por favor ayúdame
Punto de vista de Gali.
Hoy es sábado no voy a trabajar, pedí el día para preparar las cosas, ya que la siguiente semana comienzan las prácticas, así que tendré que dividirme entre escuela práctica y trabajo.
Estaba planeando mi semana cuando recibí una llamada de Alejandra, se me hizo súper raro porque nunca me llama, si por ella fuera ignoraría mi existencia.
-Hola Gali, estamos organizando una fiesta para celebrar el inicio de las prácticas, va a ir todo el salón, será en un bar en el centro, se llama Kalua, empezará a las 7 nos vemos ahí- no me dejó decirle nada, colgó la llamada y me quedé como tonta mirando el cel.
Casi grito cuando mi teléfono volvió a sonar está vez era Daniela.
-¿Ya te llamo Alejandra?-
-Sí, acaba de colgar-
-¿Qué piensas?-
-No lo sé-
-Pregunte a otros compañeros y dicen que igual les llamo, al parecer si van a ir todos, ¿Cómo vez?, ¿vamos?-
-Ok lo sé, preferiría dormir-
-Vamos mujer, cuando será la siguiente vez que tengamos tiempo para salir, estamos jóvenes, aparte van a ir más compañeros, anda di que si-
-Ok lo sé, aparte no tengo que ponerme-
-No te preocupes yo te presto algo, dame una hora y estaré en tu casa, ahí nos arreglamos y nos vamos juntas- no me dejó decirle nada más y colgó.
Termine de hacer mis cosas y llegó justo a tiempo, mi abuelita nos preparó unos bocadillos.
-te traje 3 opciones Gali, así que empecemos ok- Dios esto será una tortura, Daniela y yo tenemos gustos diferentes muestras Gali es súper femenina y fashion yo soy más comun mi estilo es más práctico y cómodo.
El primer atuendo es un vestido arriba de la rodilla ajustada, con zapatillas súper altas, Dani insistió que se me veía de infarto, pero no me sentí cómoda.
El segundo es un vestido de lentejuelas, dorado, demasiado corto diría yo, las zapatillas a juego, pero no son nada cómodas, quien invento los tacones nos odiaba.
El tercero uno negro, un poco más largo que los otros 2, tiene un escote un poco pronunciado, tiene más mangas largas, así que me decido por este, con unas zapatillas negras no tan altas, me hace un maquillaje de ojos ahumados, brillo en los labios y mi cabello en un moño alto con algunos rizos sueltos que enmarcan mi cara, no me reconozco.
Ella lleva un vestido plateado con la espalda descubierta y su cabello negro lacio suelto, su maquillaje es aún más marcado que el mío y sus zapatillas de aguja la hace ver más alta y toda una muñeca, la verdad es muy bella.
Terminamos de alistarnos justo a las 7 así que nos despedimos de mi abuelita, nos dirigimos al lugar y vimos a algunos compañeros que también estaban llegando.
Entramos al lugar y Vimos a todos en unas mesas en la parte tracera del bar, había muchas personas, la pista estaba llena, nos acercamos con los demás, no es muy diferente que en el salón, cada quien estaba con su bolita hablando, Dani y yo nos sentamos en una mesita y comenzamos a hablar del mismo tema.
-Dile que si amiga-
-Pero-
-Tu vida estará solucionada, no tendrás que preocuparte por nada y lo mejor es que podrás darle la vida que quieres para tu abuelita, si ya te dijo que es un matrimonio por contrato no tienes nada que perder-
-No lo sé me siento muy extraña, yo siempre creí que me casaría por amor-
-No lo pienses así, el es muy guapo, sexy y tiene mucho dinero, pero sobre todo es sexy, cuando le tienes que dar una respuesta-
-No lo sé, no dijo-
-Ok no pienses más en eso, vamos a bailar un rato- Nos dirigimos a la pista y bailamos mucho tiempo, cuando regresamos, todos estaban organizando una ronda de tragos, Dani y yo aceptamos, no somos muy buenas para la bebida, así que acordamos solo aceptar ese trago.
Continuamos bailando después de refrescarnos con un refresco, cuando regresamos a las mesas, volvieron a darnos otra bebida, está era de un tono azul, no pudimos negarnos, pero debíamos encontrar una manera de ya no tomar, así que las próximas veces que necesitaríamos tomar refresco, nos dirigimos a la barra.
Después de un rato más de baile, los pies me estaban matando así que decidimos volver a la mesa.
-Que bien que regresan, les pedimos otro trago- digo Alejandra.
-No, gracias, tomaremos refresco-
-Andén todos estamos tomando-
-No, el refresco está bien- El novio de Alejandra se acercó.
-Déjalas amor, mejor invitarles un refresco, el de ellas está por terminarse, pídeles uno para poder brindar- ella asintió y levanto la mano, llegó el mesero y pidió nuestras bebidas más nuestros tragos.
-Bueno compañeros, hoy será tal vez el último día que nos veremos todos juntos, nos consumirán las prácticas y la escuela, no todos estaremos en el mismo lugar así que, salud- levantamos los vasos y brindamos.
Volvimos a la pista de baile, pero poco tiempo después me comencé a sentir mal, todo me daba vuelta, las luces se veían como flash de cámaras me deslumbran y aturdían la música era muy estridente, se me revolvió el estómago así que le pedí a Dani que me acompañará al baño, no vomité y trate de refrescarme mojando mi cara pero no mejoraba.
-Gali, necesito entrar al baño, quédate aquí recargada por favor- medio escuché a Dani.
La vi caminar al área de sanitarios, yo me quedé en una especie de sala o no se bien que era, pero el lugar comenzó a sentirse sofocante, mi corazón se saldría del pecho, así que salí corriendo a trompicones.
La música me volvió a reventar los tímpanos y las luces de colores me tenían muy mareada, unas manos fuertes me tomaron de la cintura.
-Tranquila nena, te sacaré de aquí- escuché una voz muy pegada a mi oído, mi mente trataba de decirme que algo no estaba bien, pero mi cuerpo no respondía.
Me guiaron a la salida del bar, sentí el fresco del aire en mi cara, pero no lo suficiente para despejarme.
-Vamos nena, mi coche está más adelante- el hombre me rodeo con su brazo por mi cintura, pegando mi cuerpo al suyo, me sentía muy incómoda, estaba asustada,, pero no podía hacer que mi cuerpo respondiera, no podía mantener ni la cara levantada, no podía enfocar mi vista, Dios por favor ayúdame, dimos algunos pasos, el rechinido de unas llantas y un par de luces segadoras, nos hicieron detenernos
-Que demonios quieres- escuché a quien me llevaba gritar, después caí al sueño, voy a morir aquí.
Alguien me cargo, pero no es el mismo que me llevaba, son unos brazos grandes, cálidos, un pecho firme y un olor que ya había percibido antes, no pude pensar, sentir o tratar de escuchar más, mi cerebro colapso y todo se volvió en obscuridad.
