Alguien Te Mira

La camioneta estacionó seguida de cuatro más del mismo modelo, color negro con vidrios poralizados frente al gran edificio de tres pisos con fachada antigua.

Diego, camino a toda prisa, entro sin saludar ignoro a todo aquel a su paso, su mal humor era palpable a kilómetros, su mirada era profunda su ceño fruncido notablemente camino con largos paso hasta llegar al ascensor marco para que el mismo bajara y miro los segundos pasar su impaciencia era tal que decidió ir por las escaleras aún más enojado.

Al llegar a la gran puerta de la Dirección del hospital Psiquiátrico, empujó de ella sin tocar. Adentro se mantenía un pequeño grupo hablando y todo centraron su atención en Diego quién gruño de una manera pedante y altanera

-¡Fuera! La expresión de todos los presentes fue de confusión

-¡Fuuuera! Volvió a gritar más fuerte.

Todos se giraron mirando al director sin comprender que pasaba, este hizo una afirmación de que todos salieran de la oficina.

-¿Dónde están las grabaciones? Pregunto sin preámbulo.

El director titubeó por un momento antes de responder.

Diego, saco de su espalda su arma sin pensarlo la cargo y tomo del cuello de la camisa al director.

-Mas te vale, no está involucrado en nada de esto porque hasta el perro pagará por tu error.

El director tropezó y cayó sentado sobre su silla

-¿Cómo se supone que se te escapó de un lugar tan seguro una mujer que no está consiente?

-No se cómo explicarle que ocurrió.

-¿Quiero las malditas grabaciones? volvió a gruñir Diego.

-Las camaras estaban dañadas, dijo muy nervioso el director.

-¿Dañadas? Maldito bastardo, Diego lo golpeó por la cabeza, la sangre corrió por su rostro.

-¡Diego! Hablo Damián, haciéndolo entrar en razón.

Diego, lo ignoro concentrándose solo en el director.

-¿Dañadas? ¿Qué se supone que haces con la fortuna que me cobras por mantener cuidada a mi mamá? No, tubo ninguna respuesta y floto su arma en su cabeza mientras se giró y caminó fuera de la oficina.

Si seguía sería capaz de hacer una locura. Fue seguido por el director caminaron por todo los alrededores del psiquiátrico.

Hablaron con los encargados de la investigación de la desaparición de Nathalia.

-¿Qué le ocurrió? Pregunto uno de los investigadores al director.

-¡Un paciente!... Respondí quitándole importancia...

Nadie parecía decir algo realmente de relevancia, las cámaras de seguridad de la salida, los pasillos de las habitaciones no servían al igual que la de la calle.

Los desaparecidos fue Nathalia y tres internos más que habían sido abandonado hace mucho tiempo por sus familiares, pacientes por los que nadie se preocuparía.

Se encontraban en la parte trasera del psiquiátrico. El jardín donde se recibían las visitas. Diego, le hablo a Damián casi en un susurro cerca de su oído.

-¡Encárgate!

Diego, se acercó al director quien se encontraba muy nervioso. Le pidió toda la información que tuviera de los pacientes que se habían escapado con su mamá...

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Damián, lanzó sobre el escritorio de Diego, una carpeta negra con toda la información referente aquellos tres internos que huyeron con su mamá.

Eran unos fantasmas que realmente no existían usaban identidades falsa. En Diego, se prendió una alarma de que algo no estaba bien.

Damián, se encargó de analizar y hurga en su pasado, sus identidades, cosas que a las autoridades no les pareció importa tratándose de tres loco sin familia.

Solo se manejaba la hipótesis de que se habían escapado ya que estos tres pacientes siempre permanencia más cerca de Nathalia...

La semana transcurria tan lenta, no daban con el paradero de su madre ni los otros tres internos y cada que indagaba más en sus antecedentes se convencía que todo aquello era obra de algún enemigo que tenía a su mamá por venganza y esto lo hacía peor...

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Diego se extraño al mirar las llamadas de Maddi, y una salía atendida con 4 minutos. Recordó lo ocurrido con Odalith, el para el domingo no respondió llamadas de nadie menos de Maddi, lo fuera hecho, pero luego de lo ocurrido no esperaba que ella lo llamara ese día.

Llamo a Maddi, y nunca tuvo respuesta de su parte, le envío WhatsApp y tampoco hasta que el viernes ya decidió llegar hasta su trabajo ya que en su casa tampoco respondía.

Se mantuvo sentado esperando fuera del periódico a que Maddi, llegará.

Al verla sin dudarlo camino hacia ella y la agarro de su brazo. Ella lo miró molesta intentando soltarse de su agarré, pero él se lo impidió pegandola más a su cuerpo.

-¿Por qué estás evitándome?

-No te evito. Respondió ella molesta de su cercanía.

-¿Ah no? La pegó más a su cuerpo.

-¡Diego! Regaño ella.

-¿Diego? ¿No, soy Chavito?

-Si, Die.. Chavo.

-¡No. Chavo, no!

-Chavi, por favor, llevó prisa, no quiero llegar tarde. Respondió tratando de liberarse de su agarré, su corazón latía a prisa.

-Eso debiste pensar antes de ignorar todas mis llamadas.

El centro toda su mirada en sus labios y sintió deseo de devora su boca, pero ella volteo su cara, el poso sus labios sobre su mejilla.

-No, está bien Diego, habló Maddi apretando sus puños agarrando fuerza.

El respiro profundo sintiendo todo su cuerpo reacciona antes su cercanía y la soltó.

La miro con su mirada triste, él la necesitaba tanto nunca antes había sentido la necesidad de sentirse apoyado y ahora lo deseaba, se volvió acercar a ella y tocó su rostro la miro a sus ojos, la tomo de la parte trasera de su cabeza y la pegó a él quedando frente a frente sintió los latidos de su corazón acelerarse por la cercanía que sentía, su aroma, su anhelo de solo abrazarse a ella y llorar como a un niño porque por primera vez en tanto años se sentía acorralado.

-Maddi...

Beso delicadamente sus labios los tomo con necesidad y mucha ternura deslizó su lengua sobre su boca y sus labios se unieron en un solo beso, la pegó a su cuerpo su beso paso de tierno a fuerte, lleno de deseo, pasión, necesidad del otro...