Primo Caliente

Liz - ¡Cómo pude acostarme con mi primo, maldita sea! Ahora no para de mirarme de esa manera, Dios mío, ¿qué he hecho?

Mi madre baja las escaleras junto con la tía Luíza y la abuela, cuando escuchamos pasos provenientes de la escalera nos separamos, estábamos tan cerca el uno del otro, si no hubieran llegado antes no sé si habría podido alejarme por mi propia voluntad.

Sé que está mal, somos primos, de la misma familia, pero no puedo dejar de desearlo, ¡qué locura! Siempre estuve enamorada de él cuando era más joven y cuando regresa, termino durmiendo con él. Si antes ya lo deseaba sin haberlo probado, imagínate ahora después de nuestra noche ardiente de ayer. Lo hicimos en su cama, en su baño, en el lavabo del baño, cielos, fue tan bueno, me sentí en las nubes, ¡qué hombre por Dios!

Pero ahora estoy aquí huyendo de él, por mucho que lo desee, sé que no podemos, estamos prohibidos el uno para el otro.

Antonia - Queridos míos, pónganse cómodos, yo voy a retirarme, ¿por qué no ven una película, hacen palomitas, siéntanse como en casa, la casa es suya?

Mi abuela sube las escaleras para irse a dormir.

Luíza - Me encanta la idea, vamos a ver una película y luego nos vamos a dormir.

Mi tía va a preparar las palomitas y nosotros nos sentamos a ver la película, mi madre se sienta en un sofá cerca de mí, el sofá era de 3 plazas, Max vino y se sentó al otro lado, esta película va a ser larga.

La tía Luíza vino enseguida con las palomitas, ella y el tío Carlos se sentaron en el otro sofá juntos, ella eligió la película y hacía un poco de frío, mi madre cogió dos mantas para taparnos mientras veíamos la película, le dio una al tío Carlos y a su mujer y otra a nosotros.

Estaba concentrada viendo la película cuando de repente siento una mano rozar mis piernas por debajo de la manta, trago saliva, me quedo quieta y finjo que no lo veo, ¿Qué diablos intenta hacer Max?

----NARRACIÓN DE MAX----

La abuela sugirió que viéramos una película, me gustó la idea, así puedo estar más cerca de Liz.

A mitad de la película, no me resisto y mi mano se dirige a su muslo, veo que se estremece con mi toque, ah Liz Gabrielly vas a ser mía de nuevo.

Mi mano va subiendo por su muslo, se mueve en el sofá.

Eduarda - ¿Estás cómoda, cariño?

Miro a Liz sonriendo jajaja, ¿estás incómoda prima? - le pregunto riéndome.

Liz - Estoy bien, mamá, gracias.

La tía Eduarda vuelve a concentrar su atención en la película, mi mano seguía en su muslo, subo un poco más, llega a la mitad de su pierna y mis dedos se pasean por encima de su vana, está mojada, mierda, le ha gustado solo con mis caricias en su muslo, cómo te deseo mujer. Siento mi poa palpitar.

Introduzco un dedo dentro de su co**o, gime bajito, la tía está tan concentrada en la película que no se da cuenta, meto el segundo dedo, pone los ojos en blanco y me mira, cómo me gustaría estar dentro de ella ahora, no me mires así, preciosa. Le rodeo los labios con la lengua y su respiración es agitada.