Recuerdos De Mi Futuro

dias despues los entrenamientos continuaban y el progreso de los soldados de Aragon era impresionante, algunos decían que estaban aprendiendo a jugar sucio, otros estaban fascinados con toda la nueva estrategia.. el duque iba y venia como siempre, y esa tarde aparecio en la sombra del pasillo y su voz llego antes que su figura..

Duque: buen dia, princesa.. ya vuelvo a casa

Alexandra: no aparezcas asi.. me pones nerv.. me molesta

Duque: ya, ya lo se... pero confiesa, ¿ya te sientes comoda con mi presencia?

Alexandra: comoda? no digas tonterias, duque Fairfax

Duque: mira.. hoy por ejemplo.. no te has guardado la daga entre la ropa interior..

Alexandra se quedo helada en cuanto entendio lo que habia dicho el duque, porque ahora todo encajaba como un golpe ..el la habia visto vestirse.. eso significaba que no solo jugaba con sombras, la seguia hasta dentro de su intimidad, y la verguenza le quemo la cara rojo vivo..

Alexandra: ¿que dijiste?... ¿como sabes eso?

Caleb la miro con una ligera sonrisa, divertido por su propio cinismo, pero algo en sus ojos era mas agudo..

Duque: quizas.. lo adivine, princesa o te vi una vez, entrando a tu cuarto apresurada, tu daga asomando entre la ropa... pense que era una anecdota graciosa.. y despues me di cuenta que tu guardas la daga alli por costumbre, por si vienen sombras..

Alexandra: ¡estas bromeando! ¡eres un desvergonzado!¡eso es privado!

Duque: privado y practico.. y eficiente, no lo niego.. pero no te preocupes, no soy un cerdo que lo cuente por ahi aunque confieso que fue una vision... curiosa..

la sangre le subio al rostro de nuevo, la verguenza se torno en rabia..

Alexandra: como te atreves a espiarme! te juro que si vuelves a entrar sin permiso..! ¡te voy a matar duque!

Caleb levanto las manos en gesto de paz..

Duque: aqui no hay necesidad de amenazas, princesa.. se que fue indiscreto, y por ello pido disculpas.. o al menos eso intentaria decir si no me hicieras reir cuando te pones roja..

ella no lo soporto, la furia le nublo la vista, desenfundo la espada sin pensarlo y lo apunto directo

Alexandra: te dare una razon para no volver a entrar.. di una palabra mas y te juro que...

Duque: te di el frasco con mi sangre para protegerte.. no para violar tu intimidad.. si alguna vez use ese poder para verte, fue para asegurarme que estabas viva, no para burlarme.. si te ofendi, lo lamento..

ella titubo, la espada no bajaba..

Alexandra: y sin embargo... ¿como saber si mientes?

Duque: mmmm bueno es la verdad.. aunque..

Alexandra: aunque ¿Qué?

Duque: bueno princesa ya te conozco completamente.. toda.. asi no habran secretos entre nosotros.

Alexandra se quedo un segundo sin reaccionar, la sangre le latia en la garganta..

Alexandra: ¿que dijiste? ¿como puedes decir eso?

él dio un paso y apoyo la mano en la pared, relajado..

Duque: te vi, te vi muchas veces, princesa.. no solo la daga, vi como te vistes, como te quedas despierta, como hablas con tu almohada cuando crees que nadie te oye y digamos que vi un poco mas..

ella sintio que le faltaba el aire, la humillacion ardia..

Alexandra: ¡eso es una desfachatez! no tienes derecho a... a saber eso de mi! ni a verme asi!

Duque: no vine a humillarte.. y si asi lo hice, lo siento.. pero conocerte mas me ayuda a protegerte.. cada costumbre tuya, cada miedo, me dan un mapa.

Alexandra: no necesito esto.. necesito aliados que respeten mi intimidad..

Duque: respeto y eficacia no siempre van de la mano..

Alexandra: sabes que te pasaste mirándome..

Duque: mmmm puede ser.. pero ahora solo quiero ayudar como compensación..

Alexandra: si realmente quieres ayudar... pon un limite. no entres a mi habitacion sin permiso, no uses lo que viste para humillarme delante de los demas, y si alguna vez traicionas a aragon, te arrancare la sombra con las manos..

Duque: trato aceptado.. no entrare sin permiso... salvo emergencia imperial.. y lo de humillarte... eso lo mantendre para las ocasiones privadas.. ahora, ¿firmamos con sangre o con un apreton de manos?

ella lo miro, la espada aun temblando en su mano, y por primera vez, sin fanfarria, bajo la guardia un poco..

Alexandra: apreton de manos.. pero que sepas que si me traicionas, no habra lugar en el mundo donde puedas esconderte.

él extendio la mano y la estrecho con firmeza. la tension no se fue, la rabia no se apago, pero algo cambió.. habia reglas ahora, y en la guerra, eso podia salvar vidas.

cuando se soltaron, Caleb dio unos pasos hacia la puerta y se detuvo..

Duque: bien, princesa.. duermete esta noche sin miedo... o al menos intenta..

Alexandra se apoyo en la pared, respirando, con la mano donde habia apretado la espada, pensando que habia ganado una promesa y perdido algo de su intimo mundo. la guerra exigia compromisos, y ella acababa de hacer uno peligroso.. compartir secretos con quien podia derretirlos en silencio.. siempre supo que hacer alianza con el imperio iba a ser dificil y si cada dia no viera resultados, ciertamente ya hubiese cerrado la frontera..

[ese maldito duque, todo lo complica.. ¡que vergüenza! ¡es un maldito duque pervertido!]