El corazón de Alessia es destrozado en pleno debut, el príncipe heredero le había prometido amor, pero ha anunciado a otra como su prometida, Magenta, la hermana de Alessia, quien siempre la ha despreciado por ser hija de una concubina. Alessia ahora debe casarse con el gran Archiduque, un hombre con la fama de asesinar a sus prometidas, pero no todo es como dicen, esos son solo cuentos y Alessia, pronto descubrirá que secretos se ocultan en el Archiducado, incluso sabrá quién es ella en realidad…
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Cap. 8 No creo que ella necesite ser bien recibida
Alessa mira a las mujeres y puede ver que las otras dos no se ven muy contentas, no le molesta que el Archiduque tenga concubinas, sería mejor si la desecha y no la mira más, no quiere saber de amores y menos de hombres, está tan dolida, fue traicionada por el hombre que amaba tanto, confío en él, en sus palabras, sin embargo, a la hora, de la verdad, ella era inferior, la despreció por su origen, no quiere nada después de esto, no perdonará a Renan por lo que le hizo, jugó con ella de la peor forma, de lo único que se siente orgullosa es no haberle entregado su pureza, se habría arrepentido en el alma.
El desayuno fue tranquilo, al menos de apariencia, Umma era la más conversadora, en cambio, Camil y Sófora estaban con cara de limón, miraban a la belleza que tenían en frente y había desconfianza en sus miradas, mientras terminaba, un guapo castaño entro al lugar, vio la situación y sonrió divertido, pareció que había una lucha de titanes.
—Buenos días a las concubinas, y buen día a Lady Alessa, me honra conocer a la prometida del Archiduque, espero que la haya recibido bien — dijo educado mientras que Camil dio una carcajada burlona.
Todos voltearon a verla, Camil se limpió la boca de forma elegante, no está contenta con esta situación, sabe que cuando llegue el Archiduque ellas serán sacadas de la mansión, solo espera que esa niñita salga lo más rápido, no le agrada.
—No creo que ella necesite ser bien recibida, es solo un acuerdo, pronto saldrá de aquí, además, sus privilegios se acabarán pronto, no sé por qué tanto escándalo, las otras no eran tan altaneras — dijo ella para retirarse del lugar sin mostrar ningún respeto por Alessa.
Umma estaba molesta, ella más que nadie pudo ver que esa niña es especial, no por nada se ha quedado en la mansión, otras prometidas eran llevadas a otras casa mientras partían.
—Camil, ven aquí y discúlpate, no puedes tratar así a la prometida del Al…, Archiduque — dijo indignada, mientras que la sindicada no se digna a voltear y salir del lugar.
Alessa dio un largo suspiro, ni bien llega y ya tiene el rechazo de las concubinas, parece que tendrá que pedir que la envíen a otra casa para estar tranquila.
La guerra fría se había declarado, Camil y Sófora ignoran a Alessa y Celia, ninguna las trataba bien, pero con el personal y Mary era diferente, las doncellas estaban enamoradas de la gran duquesa, aunque no se ha casado aún, saben que ella es la elegida, no ha sido enviada a ninguna parte, así que la cuidan como oro.
Alessa y Celia empezaron a estudiar sobre los temas del Archiducado, aunque hay cosas que no entienden, términos como Mate, omega, delta, gamma, beta y el que aparece en todo lado, la palabra Alfa y su Luna, Alessa no le toma atención, le preguntará al Archiduque cuando vuelva.
Unos días después, Alessa debía ir a la ciudad que quedaba cerca, solo unos 5 kilómetros, Umma quiso acompañarla, pero Alessa le dijo que estaría bien, Mary fue con ella para enseñarle el lugar y debían ir a una de las casas de asilo para niños que habían perdido a sus padres, sería parte de las responsabilidades de Alessa la cual estaba encantada de ayudar, le encantaban los niños, lo cual sería una ventaja para lo que viene.
Mary estaba feliz, Alessa era un ángel, era realmente destacable, sin embargo, aún no podía identificar su naturaleza, pero pronto se revelaría la identidad de Alessa, quien oculta su esencia totalmente.
Ya había anochecido, Mary no tenía problema con eso, nadie se acercará al carruaje del Archiduque, así que después de que los niños cenaron con Alessa la despidieron con besos y abrazos.
Ambas volvieron sonrientes y conversando sobre la hermosa tarde con los niños, pero de repente, sintieron como los caballos aumentaron la velocidad de forma abrupta, cuando vieron para afuera, había tres lobos enormes fuera del carruaje asediando a los caballos y sacándolos del camino, el cochero trataba de contener a los caballos, pero los lobos los tenían dominados por el miedo.
De repente sintieron como todo daba vueltas, el carruaje se había volcado, Alessa trató de sujetarse la más que pudo, cuando todo terminó, Mary tomó a Alessa con delicadeza para sacarla del lugar, afuero se escuchaban los gruñidos, Mary apretó la mandíbula furiosa, estaba realmente molesta, el atrevimiento era desmedido, más allá estaba el cochero malherido entre los matorrales.
—Lady Alessa, no se separe de mí, vea lo que vea, no se aleje de mí — dijo Mary tomándola de la mano, pero lo que vino después.
Uno de los lobos atacó a Mary por la espalda, mientras Alessa cae hacia un lado, el animal pronto vio a Alessa desprotegida y quiso atacar, pero Mary en un movimiento rápido sujetó al animal.
—Alessa corre, corre a la mansión — dijo tratando de no soltar a la bestia.
Alessa corrió lo más rápido que pudo, pero entre tanto revuelo estaba desorientada, no podía encontrar el camino, sentía los pasos de los lobos muy cerca, sus gruñidos eran aterradores, ella llegó al pie de un gran árbol, ya no daba más, no podía correr más, sus lágrimas salían como lluvia, jamás se imaginó morir así, en medio de la nada siendo devorada por animales salvajes o más bien lobos enormes que parecen caballos más que lobos.
Los animales se acercaron a la niña, quien al verlos se asustó tanto que no podía correr o gritar.
Los animales estaban tan cerca que ella podía ver sus ojos y sus terribles mandíbulas, así que Alessa se dio la vuelta abrazándose al gran árbol, sus lágrimas mojaron el viejo y arrugado tronco, ella solo pidió desde el fondo de su corazón.
—Ayúdame —susurró en medio de la noche.
Los lobos se acercaron tanto y cuando un lobo café estaba a punto de morder su delicado brazo.
Flazzz.
Una larga y fuerte rama impactó contra el animal enviándolo lejos, otra rama dio en otro de los animales dejándolos adoloridos a ambos, el tercero retrocedió mirando al viejo árbol que crujió y chirrió en medio del silencio del lugar, su crujido era como una conversación que no tardó en ser respondida por los árboles que estaban a su alrededor.
Los enormes eucaliptos y sauces que se encontraban ahí, atacaron con sus largas y viejas ramas a los lobos causándoles heridas en sus pelajes, eran como látigos que destrozaban su piel al impacto.
Alessa al voltear y ver a los animales huyendo se desvaneció desmayándose por lo ocurrido.
Del suelo, entre las hojas, una raíz salió delicadamente acariciando el rostro de la niña, muchas más raíces salieron haciendo una pequeña burbuja a su alrededor, como en un pequeño domo, flores salieron del suelo brindado sus pétalos para que la niña descanse mientras es protegida por el viejo árbol que a sus pies ha creado una pequeña fortaleza para que la inocente joven descanse bajo su vigilante cuidado.