UN AMOR DE VERDAD

Leonardo está sorprendido y emocionado a la vez. ¿Anya se atrevió a besarlo frente a todo el mundo y no le importó ? —Ella se da cuenta de lo que causó y entonces le dice bajito cerca del oído, haciéndolo estremecer —Ese beso es para agradecerle el bonito gesto de los anillos. —Sonriendo triunfante se aleja y se regresa al lado de su madre y de su hermanita.

—Leonardo la ve irse y no puede evitar sentirse atraído por esas seductoras curvas. Ella cree que él no se ha fijado. Pero claro que ha visto cómo esa chaqueta entreabierta le ha permitido apreciar sus hermosos y firmes senos. Y eso lo tiene más cautivado que nunca.

Minutos más tarde, los invitados juntos se dirigen hacia la salida del registro. Anya y Leonardo van de la mano. Allí Leonardo les extiende a todos la invitación para ir a almorzar a un lujoso restaurante donde está todo preparado para festejar la boda.

Al llegar, un hombre elegantemente vestido les indica el lugar donde debe sentarse cada uno. El lugar está reservado solo para esta celebración. La mesa de la parejita es especial, solo hay dos sillas finamente decoradas.

La madre de Anya y Angie quedan bastante cerca de los recién casados. Dos secretarias de la empresa comparten la mesa con ellas. Hay bebidas, flores, regalos y chocolates en cada mesa.

Una destacada violinista hace sonar su instrumento llenando el ambiente con una suave melodía.

Antes de comenzar a repartir la comida, Leonardo se pone de pie y pide la atención de los presentes para decir unas breves palabras. — Entre otras cosas, agradece a todos por su compañía, les pide su mejor esfuerzo para sacar adelante las empresas y los anima para que disfruten cordialmente de ese día tan especial.

Cuando termina de hablar, ahora es Anya quien le pide discretamente su atención. —Sr Leonardo…. —Anya, para ti ya no soy más el sr Leonardo. Acabamos de casarnos, por lo cual me puedes decir a partir de ahora “tesoro”, “cariño “, “mi amor”… ¿No crees preciosa”?

—Bueno, no creo que sean necesarios esos títulos tan íntimos —y ella hace una sonrisa tímida, agachando un poco su cabeza. —Esteee… lo que yo le quiero, perdón, lo que yo te quiero decir es que hay muchos detalles que aún no hemos aclarado entre los dos. Todo fue tan de última hora que….

—¿Lo de la luna de miel, por ejemplo? —pregunta Leonardo mordiéndose pícaramente los labios.

—Sí. Permítame explicarle . Seguramente usted y yo, digo tú y yo, íbamos a faltar al trabajo los próximos días para simular la luna de miel, ¿no es verdad?

—Así es… —dijo él mirando fascinado esos hermosos ojos verdes y bajando con descaro sus ojos hacia la abertura de su chaqueta.

Anya disimula que no lo vio hacer eso. —Pues bien, la próxima semana debo hacer algo muy importante para mi. Por eso antes de partir para la luna de miel le pido dos ó tres días para ausentarme. En cuanto yo regrese podemos ir al lugar que usted, digo, que tú hayas elegido. Es algo de vital importancia para mí por favor.

—¿No es que te vas a escapar de mi cariño?

—Le dije que soy mujer de palabra. En cuanto regrese me pondré a su disposición las 24 horas del día. Te suplico que me permitas ausentarme y hacerme la transferencia de la mitad del dinero acordado.

—Sí no te molesta Anya, ¿me quieres explicar Las razones para pedirme eso?

—No me molesta, pero prefiero mantener esa parte de mi vida personal aparte del contrato laboral que hemos firmado.

—OK Anya. Como tú digas. —dijo un poco decepcionado. Antes de comer, ¿me quieres presentar a tu familia?

Leonardo y Anya se levantaron de la mesa tomados de la mano y se dirigieron a la mesa de la familia de Anya. Leonardo muy cariñoso, las abrazó y se puso a la orden. Angie lo miraba con una hermosa sonrisa de aprobación. Luego regresaron a su mesa y almorzaron.

Los dos, sin darse cuenta, se sentían emocionados y felices por el acuerdo firmado. Y ¿cómo no? Los dos son jóvenes, de una belleza extraordinaria e inteligentes. Leonardo había asegurado su herencia y Anya el tratamiento para su hermanita.

La velada empezó a llegar a su fin. Poco a poco cada uno se fue despidiendo. Leonardo habló un buen rato con Diego y con el abogado, mientras tanto Anya y su hermanita comentaban lo bien que la habían pasado.

Leonardo caminó hacia donde estaba Anya con esa elegancia que lo caracteriza. —Anya, señora, Angie, Víctor las va a llevar a su casa. Te acabo de transferir el dinero. Hazme saber cuándo debo mandar a Víctor para que te mudes a mi casa. ¿Satisfecha?

—Sí muy satisfecha, gracias Leonardo.

—Por favor querida esposa —le dijo haciéndola sonrojar. No te tardes tanto. Te esperaré impaciente. —La volvió a tomar de la cintura, la miró a los ojos, luego a los labios y le estampó un cálido beso. —Ellas se fueron. —Él se quedó allí de pie mirándolas hasta que las vio partir en la limusina.

El lunes llegó. Leonardo, aunque un poco impaciente, decidió ir a trabajar. Se sentía renovado y feliz, era como si algo dentro de él había empezado a cambiar. Una nueva fuerza lo impulsaba a tomar mejor las riendas de sus empresas.

—Buenos días querido Leonardo. Bienvenido al mundo de los casados. —Dijo en son de burla Diego. ¿Dónde está mi hermosa cuñada?

—Me pidió permiso para ausentarse unos días. Debe hacer algo personal. Luego partiremos para la luna de miel.

—¿Luna de miel? ¿ No dijiste que no la ibas a forzar a estar contigo?

—No la voy a forzar a nada Diego. A no ser, claro, que ella me lo pida, te lo dije a ti y a ella misma el otro día. ¿Por quién me tomas?

—Entiendo que unos recién casados quieran irse a su luna de miel, pero ustedes no….

—Es solo por aparentar Diego. Sería muy extraño para quienes no saben que esto es falso, que no tengamos nuestra deliciosa luna de miel. ¿ No crees?

—Te conozco Leonardo y sé que no te vas a comportar como un santo 😇 😇 Algo intentarás para aprovecharte de la situación. Espero no le desagrade a Anya. ¡Ya me contarás!

—¡Ah por cierto Leonardo! El abogado y yo tuvimos una buena conversación el día de tu boda. Él viejo zorro notó algunas cosas y yo noté otras.

Diego se sienta frente a Leonardo y cruza elegantemente sus piernas. Mira a Leonardo con cierta sonrisa de aprobación.

—Tu me dirás…. Dice Leonardo, echando su espalda hacia atrás.

—Quizás tú no te has dado cuenta, pero la mayoría sí lo hemos notado. Te veías feliz, ¿No que tú odiabas el matrimonio? ¿No que tú no querías perder tu preciosa libertad y estar atado a una mujer? Además, haz empezado a usar palabras que eran poco comunes en tu léxico: “por favor”, “gracias”.

—Y algo muy importante, haz empezado a hacer cosas para agradar a los demás: El detalle de los costosos anillos, la invitación a quienes te acompañamos a tu boda al lujoso restaurante para celebrar tu matrimonio...

—Tu discurso de agradecimiento y reconocimiento para animar a tus empleados a continuar llevando adelante las empresas...

—Ese cambio en tu forma de ser es definitivamente notable. Te conozco desde hace muchos años y jamás te había visto haciendo tantos esfuerzos por agradar a otros. Te felicito… Es un buen comienzo. Me agrada este nuevo Leonardo.

Diego se levanta y le da un fuerte abrazo, abrazo que Leonardo corresponde, pero a la vez le pregunta. —¿No estarás exagerando un poco querido amigo? Yo me siento igual.

—No Leonardo, no exagero. Me siento muy contento que Anya haya logrado tanto en tan poco tiempo.

—Espero Leonardo que muy pronto te empieces a dar cuenta de que tus padres no se equivocaron al dejar esa cláusula en el testamento. Estoy seguro de que si ellos te hubieran visto el sábado en tu matrimonio, también se sentirían muy orgullosos de ti.

Mientras tanto Anya y su familia, ya están en la pequeña residencia del vasto complejo clínico, donde fueron asignadas para habitar los próximos meses. Se trata de un pequeño apartamento tipo estudio.

El personal médico ya les dio la bienvenida, hicieron las respectivas revisiones y han dado las debidas instrucciones a seguir.

—Madre, descansemos un poco y más tarde salimos a dar un pequeño paseo para conocer mejor todas las instalaciones.

Así pasaron algunos días. Anya ha recibido a diario llamadas breves de Leonardo preguntando si todo está bien. No deja de sentir un cosquilleo en todo su cuerpo cuando ve reflejado en la pantalla de su celular el nombre de su “esposo”. Ya sea cuando la llama o le deja un mensaje lleno de corazones.

Hoy se cumplen los días que le pidió de plazo a Leonardo antes de mudarse al que será su nuevo hogar e ir a la luna de miel. Así que con un poco de tristeza decide despedirse de su familia.

—Madre, Angie, quedan en buenas manos. Todo está cancelado, no tienen de qué preocuparse. Iré a casa a tomar algunas de mis cosas para ir al que será mi nuevo hogar. Estaré pendiente, no dejen de avisarme si sucede cualquier cosa.

Las mujeres se besan y Anya se aleja para tomar el autobús que la llevará a su pueblo. Al llegar va directamente a su closet. Elige las pocas cosas que debería meter en la maleta. Cuando estaba empacando, le llega un mensaje de Leonardo.

—“Cariño, soy tu amado esposo. Qué lindo se oye, ¿no? Dime a qué hora mi chófer puede pasar por ti. No empaques muchas cosas, pues yo me encargaré de todo lo que necesites como mi esposa que eres".

—"Tómalo como uno de los tantos regalos de mí para ti. Mañana iremos de compras. Te espero con ansias preciosa. Besos con amor. Tu esposo que te adora”.

Anya sonrió al leer esas palabras, pero a la vez le molestó el coqueteo y la falta de seriedad del playboy que ahora era su esposo . Sabía cuáles eran sus intenciones y a dónde quería llegar con su fingido interés en ella con esas palabritas cargadas de malicia.

—¿Quieres jugar esposito falso? Ok juguemos, a ver quién sale perdiendo, o ganando.

—“Hola encanto sexy, soy tu hermosa y ansiosa esposa. Acabo de leer tu cautivador mensaje. Gracias corazón por transferir el dinero, por darme unos días antes de nuestra luna de miel y también por el detalle de la ropa”

—“Muero de ganas por estar junto a ti las 24 horas del día por dos años. Te mando muchos besitos. Puedes enviar a tu chofer inmediatamente a mi casa. Estoy lista para ir a tu lado. 💋💋” No veo la hora de estar junto a ti amado esposito"

Cuando Leonardo leyó los mensajes sonrió de oreja a oreja fascinado. Anya no era de las mujeres que se dejaban intimidar con sus galanteos y eso le agrada a muchísimo. Esas respuestas a sus intenciones de molestarla, simplemente le dejaban en claro que ella estaba a la altura de las circunstancias.

—¡Me encantas, maldita sea! Mirando su celular le grita: —“¿Me escuchaste?". Me encantas, me encantas Anya, le seguía gritando a su teléfono muy emocionado"

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Mi gente linda que me sigue:

Gracias por leer mis novelas. Para las que no lo saben, son cuatro: 1- ADIÓS PARA SIEMPRE AMOR MIO. 2- LA HIJA DEL JARDINERO. 3- CÓMO DOMÉ A UN INFIEL. Y LA 4a. UN AMOR DE VERDAD.

Como para toda nueva escritora, son muy importantes para mi, sus comentarios, sus regalitos, sus likes y sus votos en cada capítulo. Éstos sirven de motivación y de estímulo. Sin ellos, es desanimador sentarse a escribir.,

No dejen que mi llama se extinga por favor. Escribir es algo maravilloso. Es como dar vida un mundo paralelo al tuyo, donde tu modelas a tu antojo los personajes y las circunstancias.

Es fascinante combinar tus recuerdos, tus experiencias, tus conocimientos, tus anhelos y tus fantasías para crear un sueño y hacerlo realidad.—en lo escrito—

Existen tantas novelas y dramas con el tema: CASAMIENTO POR CONTRATO. Aún así yo quise hacer la mía propia. Aquí no van a encontrar violencia doméstica, ni ultrajes o groserías a la esposa.

Al contrario, el hermoso playboy cambiará su forma de ver la vida de una manera dulce, coqueta y tierna, de la mano de una hermosa y espléndida mujer.

Espero que les guste y que la disfruten. Si no he escrito más seguido es porque veo con desilusión que no han tenido muy buena acogida los primeros capítulos.

Aprovecho la oportunidad para decirles que tengo mi chat. Cualquier mensaje que me quieran dejar lo agradeceré y lo leeré. Les dejo un abrazo 🤗 grande y fuerte. Cuídense mucho. Son tiempos difíciles.

Soy afortunada de tenerlas como mis lectoras....

Eleana... 😘 💋💜🖐️🤗