Teresa es una joven de campo que se enamora del hijo de su patrón, este se tiene que ir a la ciudad por sus estudios y le promete que regresará para casarse con ella...
Su corazón se rompe cuando él llega y no lo hace solo, sino con una joven modelo, quien llama su prometida y les dice que está embarazada...
Unos días después ella decide casarse con su mejor amigo quien está enamorado de ella desde niños, pero sucesos terribles la hacen quedar viuda a poco tiempo, al quedar sola y a cargo de la herencia de su esposo, su determinación la lleva a convertirse en una fiera para defender su honor y no bajar la cabeza ante nadie. ¿Quién fue el asesino de su esposo? ¿Quién es el que quiere verla arruinada?
NovelToon tiene autorización de MaryMCC para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Con el corazón roto.
A la mañana siguiente, todos los empleados fueron llamados a una reunión con la familia Mendoza, Teresita no dejaba de arreglar su ropa quitando una arruga imaginaria, su atuendo era un vestido veraniego de girasoles, sus zapatillas blancas y el cabello suelto, se colocó un poco de maquillaje que le había regalado la licenciada Julieta para su cumpleaños.
Todos estaban ansiosos y nerviosos pensando que iba a hacer recortes de personal ahora que el patrón había fallecido, pero estaban muy alejados de la realidad, la razón de la reunión era para que conocieran al nuevo miembro de la familia.
Señora Margaret: Buenos días, los llamé a todos a esta reunión para darles algunas noticias, como sabrán ahora que mi esposo ha fallecido mi hijo Luis José se hará cargo de la Finca, también quería informarles que mi hijo no llegó solo, trajo consigo a su prometida Samantha Palomar, la cual es la futura madre de mi primer nieto (toca su vientre con cariño) Así mismo notificarles que deben tratarla con el debido respeto que se merece, ya que será la futura señora Mendoza.
Todos: sea bienvenida señorita.
Samantha: gracias (dice tomando la mano de su prometido)
Al ver cómo ambos se sonríen, Teresita no puede evitar sentir que su corazón se rompe en mil pedazos, parpadea para contener sus lágrimas y su mente se pone en blanco al ver que el hombre que esperó por tanto tiempo no le devuelve ni la mirada.
Señora Margaret: pueden retirarse cada quién a sus labores.
Todos: si, señora.
Todos los empleados se retiran a sus quehaceres, la madre de Teresita la toma de la mano y la saca por la puerta trasera fuera de la casa, la abraza sabiendo que su hija está sufriendo, pero esta se contiene para no derramar ni una lágrima frente a su madre.
Doña Florencia: mijita, si quieres vete, yo inventare una excusa.
Teresita: gracias mamacita (menciona con un nudo en la garganta)
Sale corriendo al único lugar que sabe que estará sola, sus pasos son rápidos y toma todos los atajos conocidos, una vez llega se deja caer al suelo llorando desconsoladamente, se siente con el corazón roto, con la ira de ser tan ilusa y creer que ese hombre no rompería la promesa que le hizo, pero estaba tan equivocada y Pedro Emilio siempre tuvo la razón.
Teresita: ¿por qué me hiciste esto Luis José? ¿por qué rompiste la promesa que me hiciste?
De tanto llorar sus ojos se sentían tan pequeños, con su mente agotada se quita las zapatillas y el vestido para meterse en el agua, nada un rato despejando su mente, tratando de buscar paz a ese dolor que siente su pecho.
-Veo que sigues siendo la misma de siempre...
Al escuchar esa voz se sobresalta dando vuelta inmediatamente, verlo allí parado tan hermoso, todo un hombre, siente que su corazón se va a salir de lo rápido que late, no puede creer que está frente a ella como si no hubiese pasado nada.
Teresita: ¿Qué hace aquí joven?
Luis José: cómo me preguntas eso Teresita, soy el dueño de todo esto, puedo estar aquí y en todos los lugares que quiera.
Teresita: disculpe joven, tiene razón, yo soy la que debería retirarse.
Sale del agua dejándose ver en su ropa interior nada llamativa, toma sus zapatillas y su vestido tratando de taparse un poco, así mismo camina apresuradamente para alejarse de ese hombre, pero este la toma entre sus brazos con fuerza.
Luis José: te extrañé demasiado Teresita (dice oliéndola y murmurando en su oído)
Teresita: suélteme joven.
Luis José: ¿por qué debería? ya estoy aquí, ahora cumple tu promesa de ser mía.
Teresita: está equivocado, usted prometió casarse conmigo cuando llegara, pero en su lugar trajo a otra mujer y embarazada de usted.
Luis José: Teresita, Teresita, no sabe cuanto la deseo (acaricia su vientre descubierto)
Teresita: creo que está confundido joven (intenta alejarse)
Luis José: no, yo la adoro Teresita, de verdad la quiero mucho.
Teresita: usted rompió su promesa y mi corazón.
Luis José: no seas testaruda mujer, entrégate a mí como tanto lo deseamos (besa su cuello subiendo su mano derecha para acariciar su seno sobre el brasier)
Teresita: suélteme, déjeme ir joven, usted perdió el derecho de tocarme una vez dejó embarazada a esa mujer.
Luis José: vamos Teresita, es solo un error, solo me hago responsable, a la que quiero es a ti.
Teresita: yo ya no quiero nada con usted.
Luis José: dime qué no estuviste con nadie, sigues siendo virgen ¿verdad?
Teresita: yo no rompo mis promesas, además eso ya no es asunto suyo.
Luis José: no me provoques, no sabes todo lo que he aprendido en la ciudad... Tú serás mía, aquí y ahora.
Teresita: no, no se atreva a ponerme un dedo encima... ¡Ah!
La tira en la arena colocándose encima de su cuerpo, trata de besarla a la fuerza, pero ella se defiende, retuerce su cuerpo para liberarse aunque él es más fuerte, toma sus manos colocándolas encima de su cabeza, aprovecha para morder su labio inferior, ella ahoga un grito de dolor, sigue luchando para separarse forcejeando hasta que un empujón lo aleja.
Luis José: ¡qué mierda!
Pedro Emilio: vaya, vaya, parece que la ciudad te ha enseñado cosas interesantes.
Luis José: ¿qué haces aquí?
Pedro Emilio: vine a darle la bienvenida a un viejo amigo (menciona con sarcasmo)
Luis José: nosotros no somos amigos
Pedro Emilio: estoy de acuerdo, jamás sería amigo de un violador.
Luis José: lárgate, no te metas en mis asuntos.
Pedro Emilio: no me meto en tu vida, eso está claro, pero a lo que concierne a Teresita, me meto en todo lo que se me venga en gana (dice entre dientes)
Teresita al ver que ninguno la está mirando, se levanta inmediatamente y se coloca el vestido, se siente tan asustada, no puede creer que el hombre que amaba quisiera abusar de ella.
Luis José: vete de mi propiedad, no quiero verte aquí.
Pedro Emilio: me iré, pero antes llevaré a Teresita a su casa.
Luis José: ¡lárgate ahora! (grita fuera de sí) ¡Teresita es mía! (reclama posesivo)
Pedro Emilio: ja, ¿es en serio? por lo que tengo entendido trajiste a una mujer embarazada y estás comprometido con ella en matrimonio, así que Teresita ya no es tu problema.
Luis José: ¡te voy a matar!
Teresita: por favor joven, deje las cosas en paz (se coloca en medio antes de que golpee a su amigo que solo la está defendiendo) vámonos Pedro Emilio, mamacita debe estar preocupada.
Se retiran tomados de la mano dejando a un Luis José colérico, si ese idiota no hubiese llegado, él ya habría hecho suya a esa mujer, pero para todo hay tiempo, las cosas no quedarán así, esa mujer va a ser suya, ahora que se ha vuelto más voluptuosa, la desea con más ansías.