¿Cuantas veces estas dispuesta a repetir el mismo error? ¿Cuantas veces puedes caerte con la misma piedra?... 4 veces me case con el mismo hombre. 4 veces nos divorciamos. Pero sin dudas ya no existiría una quinta vez, ya había aprendido mi lección de que por más que te aferras a alguien esto no soluciona nada, tampoco te garantiza su amor y al final la única persona lastimada es la que que ama más. Para mí el límite fue esa quinta vez en la que yo misma le pondria un punto final a lo que jamás se debió de alargar tanto.
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Sorpresa.
Narra Francisco:
Me doy una ducha rápida y luego reviso unos cuantos papeles aunque mi vista no deja de ver el reloj en la pared. ¿Cuánto se demorará en llegar está mujer?
Camino de un lado a otro ansioso, y nada que aparece. Miro por la ventana y todo se ve increíble, aunque no entiendo de plantas incluso yo quede asombrado de lo bien que quedó y si de verdad no le gusta entonces voy a pedir el divorcio de inmediato.
📩 Amigo vienes este sábado a la fiesta.
Maldito Mark está loco si piensa que otra vez voy a ir a una de sus estúpidas fiestas de porquería.
📩 Trae a tu esposa y hagamos las pases, no podemos tirar a la basura tantos años de amistad por algo así.
Estoy a punto de contestarle cuando escucho el auto de Cristal estacionando. Así que dejo mi teléfono a un costado y me preparo para sorprenderla como nunca antes en su vida alguien la sorprendió.
- Olga ya estoy en casa.
- Bienvenida, señora.
- ¿Ya acabaron los trabajadores?
- Así es, el trabajo quedo listo.
- Muy bien, me doy una ducha rápida y nos ponemos a cocinar. ¿Te parece?
- Aquí la espero.
Me pregunto que fue lo que Francisco mando a arreglar porque nada se ve diferente. Abro la puerta de mi cuarto y al encender la luz no puedo creer lo que mis ojos están viendo.
Todo está cubierto de hermosas plantas de distintas clases. - Esto es tan hermoso.
- ¿Te gusta?
- Francisco no me digas que fuiste tú.
- Por supuesto que fui yo y todavía hay algo más.
- ¿Algo más? Convertirte mi cuarto en una selva y me dices que hay más.
- Es la primera vez desde que te conozco que sonríes de esta manera. ¿Eso significa que te he hecho feliz?
- Acabas de hacerme la mujer más feliz, y no por esto, sino por el gesto que nació de ti. Yo nunca hubiera imaginado que fueras capaz de hacer algo por mí. Muchas gracias Francisco.
De verdad no imaginé que algo tan sencillo le gustaría tanto como para llegar al punto de casi llorar de felicidad.
- ¿Confías en mí, Cristal?
- Por supuesto que no.
- De verdad tenías que arruinarlo todo de esta manera.
- Ja ja Perdón, pero no sé mentir.
- Solo dame la mano y mantén tus ojos cerrados.
- No me empujaras por las escaleras verdad.
- No, aunque si sigues con esa actitud todo puede cambiar.
Siento como ella aprieta con fuerza mi mano y está vez ya no siento desagrado por su toque, la llevo con cuidado hasta abajo para que vea el jardín.
- ¿Estás lista?
- Claro que sí.
Quito lento mis manos de sus ojos y puedo sentir como está temblando de la emoción, de repente siento su grito y al instante siguiente sus manos abrazan con fuera mi cuello.
- ¡ME ENCANTAAA! Me encanta, es hermoso.
No sé cómo reaccionar, no tengo idea de a donde tienen que ir mis manos en este momento. Apenas y logró balbucear:
- Sorpresa.
- Hay Francisco, muchas gracias, no puedo creer que llenaras todo el jardín con jazmines de viento solo para mí. ¿Quién eres tú y donde está el Francisco gruñón que no sabe decir gracias?
- Creo que me gane esa cena especial.
- Sin dudas te la ganaste.
Porque de repente no quiero que Cristal se aleje de mi lado, cuando me soltó y se fue adentro se sintió tan vacío todo. Jamás imaginé que yo la podría haber así de feliz por darle unas cuantas plantas.
Esto ni siquiera salió tan caro y ella es inmensamente feliz. No lo fue con esa cena, tampoco con todo ese armario nuevo de ropa de diseñador, pero esto que no significa nada para mí, a ella le encantó. Sin dudas es extraña mi esposa.
Desde aquí puedo escuchar su parloteo sin parar contándole todo a Olga como si ella no fuera la que supervisó todo el trabajo.
- Lo puedes creer, porque yo no.
- Créalo, señora. Su esposo lo preparo todo para usted.
- Ustedes dos se pusieron en campaña para provocarme un paro cardíaco.
- Yo solo sigo órdenes, está fue únicamente la idea del señor.
- Ese limón agrio de verdad me dejó sin palabras el día de hoy, y es por eso que le prepararé la mejor comida de su vida.
Narra Cristal:
Es increíble, como Francisco pudo hacer todo esto para mí. Yo pensaba que era un desconsiderado, mal agradecido, mal educado incapaz de dar las gracias. De pésimos modales, engreído, patán y la lista puede seguir interminablemente, pero nunca imaginé que fuera un poco considerado, y más teniendo en cuenta de que me odia.
Sé todo el tiempo incluso de darme algo que sabía que yo amaría. Eso lo valoro muchísimo, me siento muy feliz de por fin poder ver que todavía hay una parte de él que desconozco por completo. Comenzaba a preocuparme, ya que empezaba a perder la fe y creía que simplemente había conocido a la primera persona que no tenía nada bueno que rescatar.
Le preparo una olla hasta el tope y le sirvo un plato grande acompañado de una copa de vino.
- Espero que lo disfrutes.
- ¿No vas a acompañarme?
- Está bien, gracias.
La verdad es que aún estoy llena del desayuno, y ya comí un poco más con Mark, pero no puedo despreciarle la invitación. No después de que por fin se comportó como un ser humano. Ahora que lo recuerdo.
- ¿Mark te invito a su fiesta en un yate?
Su mirada cambió tan rápido que creo que dije algo que no debía.
- ¿Cómo sabes eso?
- Esta tarde lo encontré en el centro comercial mientras buscaba unos libros, y lo menciono casualmente. Ya saber "vienes con tu esposo este fin de semana". O algo así.
- No creo, no estoy de humor para eso. ¿Qué hacías en el centro comercial cuando se suponía que tenías que trabajar?
- Mi jefe tuvo un contra tiempo, mi papá también salió por trabajo y Olga no me dejó volver a casa. Qué se suponía que hiciera. ¿Quedarme en una plaza toda la tarde?
- Ja ja ja Ya te imagino daños vueltas como un perro abandonado.
- Tampoco te pases, no lo digas de esa manera tan cruel.
Su sonrisa es bonita, ahora que lo pienso bien es la primera vez que veo a Francisco sonreír de una manera tan natural y despreocupada.