Calamidad no creía en fuerzas que manejen su existencia hasta que murió y fue seleccionada para ser la causante de todas las desgracias. En su nueva vida descubre que su muerte no fue un accidente, si no un asesinato planeado por su esposo y su amante hacia su persona. Siente sed de venganza y su nueva misión con sus nuevas habilidades decide que los descendientes de esa familia paguen, sin saber que el destino se cruzara en su caminó, como un simple mortal al igual que ella y las diferentes fuerzas estaran en conflicto por su unión.
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17- Conociendo a Muerte
(*CALAMIDAD)
La tristeza invade mi ser al hacerse presente los recuerdos tristes de mi matrimonio, momentos que había preferido olvidar, pero ahora los recordaba.
Me fui a la inmobiliaria para plantear mi deseo por comprar la propiedad, ellos quedaron en informarme debido a que tenían que hablarlo con el dueño, ellos solo eran un intermediario, pero él que daba la última palabra era el dueño.
Me fui a una plaza cerca a contemplar el paisaje, reflexionando como haría para descubrir como fue mi accidente.
De golpe se me sube un gato color negro, en mi regazo y se acomodó ronroneando.
"Lian", susurré y se paró posando sus patas en mi hombro, mirándome directo con unos ojos verdes, pasandome su lengua rasposa por mi mejilla.
"Eso me da cosquillas" Exprese sacudiéndome, veo que mira a todos lados y de golpe está sentado a lado mío.
"Averigue que necesitan una abogada en la firma donde trabajabas", me dice.
"Y como supiste eso", le pregunto.
"Conozco una gata angora blanca... En fin... Ella es de una que trabajaba ahí, y me contó que fue contratada su dueña en otra firma en otra ciudad", Me dice.
"Así que una angora... Y qué tal... Eran algo", le cargó.
"No vine hablar de eso... Es tu oportunidad... Así estarás cerca del caso del que era tu esposo... En más... Puedes convencerlo de que pida que tú se lo dirijas", me dice.
"Ya lo tienes todo pensado", le digo.
"La que era mi esposa le quiere hacer creer que Fede es su hijo... Y no es así", me dice.
"Pero así le estaría ayudando a él", le digo
"Acuérdate que quien está próximo a ti... Le pasan cosas", me dice volviendo a transformarse en gato y se va.
Me encamine a la firma y presente mi solicitud de ser parte en ella y no solo ahí, aproveche a dejar en otras firmas.
En eso me llegó una llamada de Pablo.
📱Calida... ¿Dónde estás?. Me pregunta.
📱Estaba dejando mi hoja de vida. Le respondo.
📱Te invito a almorzar... Y ahí hablamos. Me dice.
📱¿De qué quieres hablar?. Le pregunto.
📱Tengo una propuesta... Es laboral... Si te interesa. Me aclara.
📱Ok. Le respondí.
📱En el restaurante que está próximo a la seccional. Me dijo.
📱Bueno... Nos vemos. Le respondo y cortó.
Se ve que estaba en su trabajo su tono fue muy formal y serio.
Me dirigí a mi auto y Vi que Gladys estaba parada próxima.
-Cali... Qué suerte... Me llevas a la casa... Mi auto se quedó sin nafta... Cómo siempre se me olvida. Me dice.
-Lo siento... Tengo un compromiso... Voy en dirección opuesta... Puedes llamar a quien te lleve. Le digo.
Otras veces la llevaría sin titubear, hasta dejaría mi compromiso por estar para ella, pero después de la pelea, de lo que hizo, y del sueño que tuve, prefiero tomar mis precauciones, ya no sentía la confianza que tenía antes.
-Es que mi celular quedó sin batería. Se escudo.
En eso veo un taxi y le hago señas para ella.
-Que suerte... Justo uno libre. Le dije, ella miró conteniendo el aire, era obvio que no quería eso.
Me subí en mi auto y se me puso enfrente.
-Es que me vino... Y estoy sin un respuesto. Me dice, por lo que extraigo un paquete de la guantera y se lo doy en la mano.
-Nos vemos. Me despido. Por el retrovisor ví que zapateo molesta por no convencerme de llevarla.
Me volvía esa imagen de mis sueños, no sé si será verdad o mentira, pero lo demás si paso, por lo que preferí evitarla.
Llegué al restaurante y veo que Pablo ya me esperaba luciendo su uniforme, se veía tan atractivo.
-Si me vas a arrestar con gusto me entrego. Le susurro al oído antes de sentarme, él hizo una mueca.
-Me da gusto verte... Te extrañe temprano. Me dijo.
-Debi hacer unos trámites... Por más que tenga un dinerillo... No puedo estar sin trabajar. Le comentó.
-De eso justamente te quería hablar... Pero antes comamos. Me indica.
-De acuerdo. Le respondo.
-Me tome la libertad de encargar pastas. Me dice.
-Ok. Le digo. - Cuéntame sobre lo que querias hablarme... Me entró la curiosidad. Le aseguro.
-Bien... En la seccional necesitan un personal que sea de tu oficio... Para lo que se refiera a temas criminales... Que nos asesore... Tartamudeaba nervioso y se le cortaban las frases.
-Quieres tenerme contigo y solo inventas esto. Le digo.
-No... Es decir... Quiero tenerte conmigo... Y no invento esto... Tan solo que hay un pequeño detalle... Hay más hombres que mujeres... Y tú de por si atraes miradas... Y se que...
-Solo tengo ojos para ti y cuando trabajo me concentro en ello... No en quien conquistó o no. Le respondo.
Sabía que su preocupación era que provocaba mi presencia, al saber lo que era, pero no era capaz de sincerarse, y segun lo que me decía, su preocupacion era que si me molestaban y hacian enojar algo malo pasara, pero si él queria seguir ese papel, yo no le diria nada, debia seguir fingiendo que no se lo que soy en verdad.
El me mira suspira pesado tomándome las manos.
-Si esto te provoca tanta preocupación... No te preocupes... Me indemnizaron como para que viva sin trabajar por cinco años... Aunque igual busco... No puedo estar sin hacer nada. Le aseguro.
Veo que asiente pensativo.
"No me va a decir", reflexionó.
-Me acompañas a la casa... Tengo que ver como quedo después de lo de anoche. Me dice.
-Y me necesitas para ello. Le consulto en un tono pícaro.
-Ahi nadie se queja si hacemos ruidos. Me dice, me tapo la boca en señal de asombro.
-No me digas que los chicos se quejaron... Que vergüenza. Expreso colorada.
-Descuida... No pasa nada. Me dice.
-Es muy tentador lo que me propones... Pero justo surgió algo... Debo ir a ver a las chicas... Cosas de mujeres... Tu entenderás. Me excuso.
-Solo unos minutos... Acompáñame. Me suplica.
Por lo que veo quiere más de lo que disfrutamos juntos, Pero ahora debo atender algo. Reflexionó.
En ese momento lo llaman por su radio.
#10- 10... Posible ajuste de cuentas en un deposito de mercaderías, en la avenida diagonal. Escucho que le dicen.
#10- 4 oficial Engel en camino. Le responde él serio.
-Disculpa... Debo irme. Me dice.
-Descuida. Le respondo.
-Va a estar ocupado. Me habla de golpe Lian haciendo que me asusté.
-No hagas eso ... Me asustaste. Le digo.
-No creo que le quede estómago después de lo que va a encontrar. Comenta sentándose ante mi a terminar el plato que dejo Pablo.
-No te molesta que haya sido de alguien más. Le consulto señalando.
-Si supieras lo que suelo comer... Creo que no tendrías estómago para seguir... Me pasas la sal. Me dice.
Me irritó su actitud que no respeta ningún límite.
De repente afuera se escuchó una fuerte frenada y un auto metiéndose de lleno atrás de un camión que estaba parado por el semáforo.
-Oh... Te hice enojar... Justo que disfrutaba de la comida... Hace días no probaba algo así de delicioso. Me dice.
-Ten más educación... Si me pides amablemente te voy a dar de comer... No me gusta que tomen sin permiso...
-Igual se iba a desperdiciar... Mejor me alimento yo... Antes que lo boten a la basura. Me comenta limpiándose la boca, tomando un vaso de agua e incorporándose.
-Gracias por la comida... La obligación llama. Me dice encaminandose donde paso el accidente.
Suspiro frustrada.
-Señorita del Sur. Escucho que me dicen y levanto la mirada encontrándome con el padre del señor Gon.
"Lo que me faltaba", reflexionó y solo sonrió amable.
-La reconocí por una foto de su hoja de vida ... Se ve bonita en ella... Pero al verla en persona... Entiendo porque no quería dejarla ir mi hijo. Me comenta.
-¿No quiso despedirme?... A eso se refiere... Por lo general si uno no quiere hacer algo no lo hace. Le digo sarcástica.
-Es hermosa y simpática... Cualidades que no suelen ir de la mano... Por lo general las que son tan bellas no desarrollan personalidad... Usted sufrió lo del patito feo a caso... O me equivoco. Me dice.
-Me dice que se le ofrece. Le consulto incómoda.
-Es directa... Por lo que veo sin rodeos... Una mujer que sorprende en su personalidad tan firme, siendo que es tan joven... Por lo general suelen decir que después de los cuarenta una mujer sabe lo que quiere. Me dice mirándome directo.
-Si me disculpa... Tengo cosas que hacer. Le comentó incorporándome.
-Sientese... Mi propuesta puede interesarle. Me dice.
-Mientras no sea de sexo... Soy todos oídos. Le respondo.
-Ja...Ja... Simpática... Aunque me encantaría hablar de ello... Es más bien de trabajo... Vi que dejó su hoja de vida. Me dice poniendo sobre la mesa una carpeta y veo mi foto.
-¿Que hace con ella?... Le atrajo para ir al baño en vez de llevar una revista de conejitas. Le consultó.
-No... No hago eso... Puedo elegir la que sea y hacer que ellas lo hagan. Me responde.
-Aproveche la luz del día... Yo mejor me voy. Le respondo.
-Es muy osada en su actitud señorita del Sur... A pesar de saber quien soy... Ahora yo manejo la firma de abogados... A mi idiota hijo le dió como remordimiento por haberla despedido y anda arrastrado por el suelo perdido... Lo que quiero de usted es que lo convenza de que está usted bien... Qué deje de ser un niño llorón ... Y no tire por la borda la empresa... Sabiendo lo que es bueno para él... Se que con mi hijo amenazarlo con desheredarlo no funciona... Solo quiero lo mejor para él... Aunque no sepa cómo decirlo o expresarlo. Me dice.
-¿Qué ganó a cambio?. Le pregunto.
-¿Cuánto dinero quiere?... Casarse con él no puedo prometer eso. Me dice y sonrió Sarcastico.
-No quiero casarme con él... No es por el dinero... Quiero ejercer el oficio por lo que estudie y me sacrifique. Le digo mirándolo de frente.
-Por eso dejo su hoja de vida... Ahora comprendo.
-No leyó la nota adjunta. Le consulto.
-No suelo leer eso... Por lo general les hago una entrevista personal y las evaluó por su delantera... Usted no las tiene muy grandes... Pero las luces muy bien... No la contrataría. Me dice.
-Es que me dedique a desarrollar mi intelecto... Y a apreciar lo que recibí de manera natural. Le respondo.
-Logre que mi hijo recobre la cordura... Y tendrá un puesto en la firma...
"Debo estar en la firma, para saber lo de Germán, lo de su caso", pensé.
-La llevo... Así me aseguro que hable con él. Me dice serio, sacándome de mis pensamientos.
-Usted va a estar presente. Le pregunto y me doy cuenta de quién heredó lo autoritario el señor Gon.
-Solo la llevaré... Soy más de la acción que de observar. Me dice en doble sentido.
-No pensaba tener con él nada ...
-Usted sabrá cómo convencerlo... Mientras lo haga... Y obtendrá un puesto en la firma. Me dice serio.
"Si así consigo el puesto, lo voy hacer", pensé.
-De acuerdo. Le respondo.
El padre del señor Gon tiene una manera de mirar muy libidinoso, será uno de los clientes de Casio, pensé sonriendo.
-¿Por qué sonríe?. Me pregunta.
-Me acordé de un chiste. Le respondí.
-Un chiste... Me lo puede contar. Me dice, trague grueso, que chiste le puedo contar, alguno que me acordará.
-Pues... Trataba de... Un hombre que estaba en un velorio abrazado al cajón abierto de otro hombre... Y decía "No somos nada, no somos nada"... Una y otra vez... Se aproximó la viuda a preguntarle si lo conocía a su esposo y él le respondió "No somos nada, solo vine por él café gratis". Concluyó mordiéndome el labio, nunca fui buena para contar chistes, hubo un silencio incómodo, pero me sorprendió que el padre del señor Gon largo una carcajada luego de unos segundos.
-JA...JA... EL CAFE GRATIS... AHORA ENTIENDO... PORQUE SUELEN SERVIR CAFE EN LOS VELORIOS... JA...JA... NO ESTA MAL. Me dice
-Me trajo recuerdos de cuando era joven... No solía tener la riqueza que tengo ahora... No tenía un billete encima ... Solo tenía facha... Pero a las chicas había que sacarlas a comer algo... Antes de llegar a tener un momento con ellas... Y siempre tenía la genial idea de llevarlas a un velorio... Por el café que repartían y las galletas... Cuando había suerte hasta comíamos algo más... Ellas creían que era de algún pariente mío... Me mostraba triste y caían rendidas ante mi... Querían consolarme a toda costa... Y ahí aprovechaba para intimar con ellas... A veces en un cuarto próximo donde hacian el velorio... Otras en el auto... Qué lindos recuerdos... Ahora debo tener más cuidado... Para que no me quieran sacar mi fortuna... Con decirte que con mi esposa firmamos un contrato... Se que ella hace su vida... Al igual que yo... En ese sentido nos llevamos bien. Me cuenta y no puedo creer lo que me confesó, eso me daba escalofrío, muy turbio me resultó.
Llegamos al edificio y baje dirigiéndome al departamento del señor Gon, el guardia me reconoció y me dejó pasar.