El Protagonista Se Enamoro De Mi

se perfectamente que debido a el incidente del atentado no han podido trabajar en la misión, pero necesito que avancen ya que la situación se a vuelto más preocupante de lo que ya era - dice el rey con un semblante serio

- no hay problema su majestad, yo mismo me encargaré de eso, claro con la ayuda del joven Brown - habla el príncipe

- esta bien, confío en ustedes - mastica con elegancia - espero que durante su estancia aquí se sienta cómodo joven Brown

- le agradezco su alteza - sonrio

En eso una sirvienta empieza a dejar un postre sobre la mesa, pero accidentalmente choca conmigo derramando un poco del agua que estaba tomando sobre mi.

- l-lo siento mu-mucho joven - dice con la mirada gacha - puede castigarme si lo desea - estaba a punto de arrodillarse, pero la tomo inmediatamente de la mano

- no es necesario - sonrio para disimular mi incomodidad, pues no se cual es la obsesión que tienen todos por los castigos - como te llamas? - la miro a los ojos los cuales son de un verde hermoso, parecen un par de esmeraldas

- y-yo me llamo k-karin - el ruido de un vaso cayendo interrumpe nuestra conversación

- lo siento - dice el príncipe mirándome, así que trato de ignorarlo y centro mi atención en la chica.

- karin - digo sonriendo - fue un accidente, no hay necesidad de castigo - ella me mira apenada y sonrojada

- oye tu niña, cambia el agua, tiene mal sabor - habla el príncipe dejándome extrañado pues a mi me supo normal - deberia dejar que termine su trabajo joven Brown - habla mirando nuestras manos unidas y sin saber por que la suelto inmediatamente

- el agua sabe bien - digo intentando romper el momento incómodo que parece que solo yo percibo y eso me pone más nervioso - quiere probar - ofrezco el vaso en el que ya tome olvidando completamente que eso es de mala educación por lo que me sonrojo cuando lo recuerdo - mejor no

- claro que si, seria de mala educación no aceptarlo - toma el vaso rozando nuestras manos en el proceso y lo bebe - tiene razón sabe muy bien - sonrie

Por alguna razón desvío la mirada y esta se encuentra con la del rey el cual nos observa elevando una ceja y ahora puedo decir que esta ha sido la comida más incomoda y extraña que llegue a tener en mi vida pasada y esta.

- veo que se llevan mejor de lo esperado - habla el rey con un expresión que no se describir

- por su puesto padre, somos amigos, cierto? - me mira sonriendo y yo asiento de mala gana más por presión que por otra cosa - y tu niña que haces ahí parada? Ve a trabajar - habla de mala manera ganándose una mala mirada de mi parte

- adiós Karin - sonrió

- veo que le agrado mucho esa empleada, no es cierto? - dice el príncipe, pero su tono de algún modo me suena a reclamo

viendo la oportunidad que se me presentó de dejar claro que no tengo ningún interés en la protagonista y para evitarme problemas futuros con el príncipe, decido mostrar un poco de interés en Karin pues nunca parecío en la novela igual no creo que eso altere la trama

- pues me parece una muchacha muy tierna y bonita, vio sus ojos? Tiene unos ojos preciosos que casi parecen piedras preciosas - digo con una sonrisa

- pues yo la veo muy normal lo único especial según dice son sus ojos - responde de mala manera el príncipe - a demás tiene unos ojos verdes normales y el verde es feo

- no deberías de decir eso hijo, el joven Brown tiene los ojos verdes lo estás ofendido - dice el rey serio, pero puedo notar un poco de burla en sus ojos cuando mira al príncipe cosa que me extraña

Puedo ver como la expresión del príncipe cambia y se queda mirándome directamente a los ojos sin siquiera parpadear

- esa es otra razón para no gustarle ella porque eso aumentaría la posibilidad de que sus hijos tengan ojos verdes - dice con rapidez y yo lo miro con incredulidad

- de verdad le parecen tan feos mis ojos? - digo sorprendido para después escuchar la risa del rey, lo miro serio y él trata de disimular

- n-no es eso - responde nervioso - pero no es mejor otro color de ojos? Digo, no le gusta más el azul digo - habla rápido - el azul es un color más elegante

- entonces el verde no lo es? - lo miro serio, pero me causa mucha gracia lo nervioso que esta

- c-claro que si, pero al menos uno de los padres debería de tener otro color de ojos, no lo cree? - su sonrisa nerviosa me da ganas de reírme pero me reprimo, quien no lo hace es el rey quien suelta uno risa burlona para nada discreta

- entonces debería fijarme en alguien de ojos azules? Como la señorita Anabella? - sonrió ocultando la burla

- ¡no! - dice casi gritando es evidente que le gusta pues es obvio que se puso celoso - no es mejor alguien con el color de mis ojos? - habla con una expresión seria

- no lo creo - digo sonriendo - bueno, me retiro necesito hacer algo importante - me levanto de la mesa y hago una pequeña reverenda a ambos a lo que el rey asiente

- pero no haz comido casi nada - me dice el príncipe

- comeré algo luego, gracias por su preocupación

Luego de eso salgo del comedor alcanzando a escuchar la risa del rey, que no es para nada acorde a su estatus la verdad, río un poco y los guardias me miran extraño, pero el príncipe fue muy chistoso y torpe, casi sentí como si me hubiera vengado por las nalgadas que me dio