Rhett trabajó mucho para convertirse en un cazador de criaturas de la noche, hasta que un día se entera que su compañero más leal es uno de ellos.
¿Qué hará ahora que tiene un vampiro a lado? Y aún peor, ¿por qué se ha enamorado de él?
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Solución de un mago
Daemon pasa todo el día dentro de la biblioteca del castillo, le tomó un rato encontrar a Azael entre todo el mar de habitaciones con usos diferentes. Convencerlo tomaría más tiempo del que creyó y eso era justo lo que no tenían.
Ambos consideraban que el mago no era una persona de confianza, más bien alguien que se inclinaba a satisfacer la aceptación de Ran.
Con una actitud decidida, Rhett se ha quedado afuera de la biblioteca, cuidando que no haya ningún espía o que Ran se acerque a interrumpir la escena, él no debe tener conocimiento de absolutamente nada de lo que está pasando. Claro que él ya sabe de la herencia de Rhett, es un vampiro igual que Daemon y con su olfato es imposible que no se haya dado cuenta, lo indispensable es que sea ignorante respecto a que harán algo para saber más al respecto.
El pie de Rhett se mueve en el suelo de arriba hacia abajo, creando un eco por el pasillo que marca sus golpes. Ha estado esperando demasiado tiempo y todavía no hay señales de que Daemon y Azael terminen de discutir del tema.
Lo que pasaría si Azael se niega a hacer algo por ellos no cambiaría mucho más las cosas, si eso pasara podrían buscar a un mago en otro distrito. Tenían opciones después de todo, más costosas, pero ahí estaban.
Con un sonido sordo la puerta se abre de repente, Daemon sale sin la compañía de Azael y Rhett teme malas noticias.
El vampiro se acerca "Hoy en la noche, eso ha dicho, no habrá otra oportunidad".
Su boca suelta el aire que había estado reteniendo, así que después de todo logró convencerlo de ayudarles. Era todo un alivio.
"Eso es bueno, ahora debemos empacar", aunque estuvieran por descubrir lo que Rhett es, no planean quedarse más tiempo en el castillo.
Ni él ni el vampiro han olvidado que deben casarse o imponer un lazo antes de que Ran haga un movimiento nuevo para interferir. Ellos tienen que sacar su primera carta antes que todo.
"Tu solo preocúpate por estar tranquilo para esta noche, yo me encargaré de todo" dijo Daemon, sus ojos flameaban con la luz de las velas.
Rhett se negaba a dejar de nuevo todo el peso de las acciones sobre él, quiere compartir la responsabilidad a su lado. Ser una fuente de apoyo para cuándo las cosas se pongan difíciles.
"No, te ayudaré" Rhett se cruza de brazos, no se moverá de su lugar si es que recibe una respuesta negativa.
Pero en lugar de mostrarse en contra, Daemon le permite hacerlo. Le dice que dejará en sus manos el asunto del lazo y es un gran honor para Rhett, su pecho se calienta con un inmenso sentimiento de orgullo.
Daemon le estaba permitiendo ser quien hiciera el lazo, él mordería al vampiro y no al revés. Sabe que en algún momento Daemon querrá sustentarse a partir de su sangre, no le molesta saberlo, es algo que espera con ansias. Ha escuchado que la sensación de mordida es fascinante cuando hay un lazo de por medio.
Con eso en mente, ambos parten hacia una dirección que Azael anotó en un pequeño pedazo de papel desgastado. No llevan ni una sola prenda o bolsa porque no tienen pertenencias de valor, solo su propia compañía.
La luna llena opaca todo lo demás, hay un gran prado y las flores abundan. El paisaje sería perfecto para una pintura si Azael no estuviera en el centro, mirándolos con aquellos ojos negros que demostraban el poco aprecio que sentía por ellos. Lo más seguro es que la única que tuvo para aceptar ayudarles se basó en qué Daemon es hijo del Rey vampiro.
"Tardaron un poco, por poco regreso al castillo y los dejo a su suerte" dice el mago, con el cabello blanco siendo agitado por el viento.
"Entonces te habría traído a rastras" amenazó Daemon.
Mirando el lugar, Rhett se preguntó por qué aquí. Sus nervios estaban a flor de piel, prendidos a la expectativa de lo que sucedería en unos minutos.
"Ven aquí muchacho, vamos retrasados" llamó Azael, traía una piedra de color azul cargando en la mano.
Con movimientos lentos y sigilosos, Rhett se acercó la luz de la luna golpeó su rostro y tuvo que levantar la vista para admirarla antes de dirigirse al mago, "¿Qué tengo que hacer".
Azael lo recostó entre las hierbas, su cabeza recostada sobre el regazo del mago. Era extrañamente cómodo.
Cuando Daemon se inclinó a su lado con la intención de apoyarlo tomando su mano, Azael golpeó su hombro y le dijo con enojo "No puedes tocarlo, eso lo hará perderse en su 'yo' interior. Debe avanzar por su cuenta y encontrar su propia ancla".
Sonó extraño, como un ritual en el que nada era seguro. Azael lo hizo cerrar los ojos y a partir de ahí no puede decir con ciencia cierta qué fue lo que hizo con todos los materiales que seguro había traído consigo, además de la piedra.
Lo que sí podía explicar es el sonido de las manos de Azael moviéndose en el aire sobre su rostro. Canta unas canciones extrañas que hacen que Rhett se sienta cansado y con sueño después de unos segundos.
Le inquieta no poder escuchar a Daemon, no poder sentirlo o verlo. Es ahí donde se da cuenta de que a eso se refería Azael con tener un ancla, es decir, un motivo para querer regresar.
Antes de quedar inconsciente definitivamente, el mago susurra con la noche "Entrarás a un viaje a tu interior y deberás encontrarte, ¿quién eliges ser?". Tomar decisiones no es su fuerte.
Su mente queda en blanco. Hay silencio, mucho.
¿Ha muerto? Su cuerpo arde, arde demasiado, su cuerpo se retuerce y Rhett suelta un alarido de dolor que hace a Daemon acercarse sin tocarlo. La impotencia llena al vampiro, quien se queda mirando la escena, no puede hacer nada aunque lo quiera.
Después de un rato, el dolor pasa y Rhett ya no siente absolutamente nada. Está inmóvil.
(a que tienen malos sentimientos hacia él o hablan a espaldas de él)