Guardian Deluxe

Thiago y Kate se dirigían a gran velocidad hacia las celdas del cuarto piso. Pasaron por la cocina cuando Kate notó algo extraño y le pidió a Thiago que se detuviera.

—Hay que darnos prisa, Kate, ¿qué sucede? —preguntó Thiago, molesto.

—Algo se mueve en el clóset —exclamó Kate.

Thiago observó y, efectivamente, el clóset mostraba movimientos bruscos, como si alguien estuviera adentro. Kate abrió con cuidado el armario y de él salió Scott, malherido. Tenía una manzana en la boca que le impedía hablar, así que la escupió y comenzó a toser.

—¿Scott? ¿Cuánto tiempo estuviste ahí? —preguntó Kate, asombrada.

—Eres una tonta. Ese Guardián Deluxe disfrazado de Isaac me golpeó, noqueó y me encerró aquí. Di pelea, pero él es portador de un shadow y me ganó —exclamó Scott mientras tosía.

—Si tiene un shadow, eso explica su eficacia al rastrearnos y aguantar tanto, lo de localizar la guarida y asesinar a Isaac aun me parece irreal.. —dijo Thiago. En ese momento observó a Kate, quien solo podía permanecer en shock. Su respiración era agitada y su mirada reflejaba pánico. Aún recordaba la pizza que hizo con él y los momentos que pasó con él, cómo confió y le contó su pasado. Su pecho no solo palpitaba fuertemente, sino que cada latido le causaba un dolor indescriptible. Algo en ella se había quebrado y deseaba que todo fuese un malentendido.

Mientras tanto, Aka se encontraba cerca de la celda de Meily.

—Nueve, diez, once... —Aka contaba las celdas hasta que encontró la número catorce. Las celdas tenían puertas de metal con orificios para respirar, por lo que no podía ver a Meily. Aka la llamó por su nombre, pero no contestó, temía lo peor. No contaba con un arma, así que forzó su brazo derecho para que la energía fluyera, aunque solo logró que comenzara a sangrar más. Aun así, una chispa emanó de su brazo y apuntó a la puerta, generando una explosión azul que derribó la puerta. Le dolió mucho, pero al fin pudo entrar.

—¿Meily, estás ahí? Respóndeme, por favor —exclamó Aka. Ante él vio cómo ella se encontraba amordazada e inmóvil en el suelo, con los ojos vendados y cubierta de rasguños, golpes y sangre. No paraba de temblar.

—Meily... —murmuró Aka, sorprendido por su estado. La desamarró y le quitó el vendaje de los ojos.

—¡No, por favor! —gritó Meily, con mucho temor.

—Soy yo, Aka, tranquila.

—No, no más, por favor —Meily, asustada y eufórica, retrocedió. Poco a poco recuperó la vista hasta que pudo ver a Aka. Él se quitó el pañuelo, revelando su identidad. Meily no pudo evitar llorar y abrazar fuertemente a Aka.

—Pensé que moriría aquí. Ay, Aka, no sabes cuánto agradezco verte de nuevo. Pensé que en serio todo se había acabado —Meily lloraba y no podía dejar de abrazar a Aka, quien la consolaba.

—También me alegra verte, Meily. Solo pude escapar yo de la barrera antes de que se cerrara, los demás quedaron adentro —Aka le explicaba mientras le limpiaba la cara con su pañuelo y le daba una botella de agua que tomó de la cocina.

—Ese uniforme es de un Paladín, ¿cierto? ¿Significa que estabas infiltrado? —preguntó Meily mientras bebía.

—Sí, así es. Hay que darnos prisa, no creo que los haya engañado por mucho tiempo.

Tan pronto como terminó la oración, la alarma sonó. Una luz roja iluminó todo el lugar, señal de que debían escapar inmediatamente.

—¿Puedes moverte? —preguntó Aka.

—No mucho, tendrás que cargarme, por favor —respondió Meily. Caminó un poco hacia la puerta, pero vio que Aka se quedó inmóvil.

—¿Qué esperas? La alarma está sonando, hay que darnos prisa antes de que nos alcancen —exclamó Meily, pero solo vio una expresión de lástima en su Guardián Deluxe, como si se sintiera culpable.

—Aka, ¿sucede algo? —preguntó Shadow.

—Sí, denme un momento, chicos, debo dejar un mensaje —dijo Aka. Acto seguido, recogió el pañuelo que le dio a Meily y con su propia sangre escribió algo en la pared frente a la puerta. Meily y Shadow solo podían observar, impresionados.

—Aka, no tienes por qué ser tan noble, chico —mencionó Shadow, pero eso no detuvo a Aka. Una vez terminó, enrolló el pañuelo en su brazo.

—Bien, avancemos —exclamó Aka. Cargó a Meily en su espalda y corrió lejos de allí. Toda la madriguera estaba en caos. La alarma no era un simulacro o un error, algo estaba ocurriendo de verdad y todas las criaturas corrían por todos lados. Scott se desvió del grupo para tratar de calmar la situación mientras Kate y Thiago bajaban por el ascensor. Una vez llegaron, fueron directo a la celda de Meily y la vieron abierta. Al inspeccionarla, notaron que no estaba allí.

—Maldito, ya se la llevó. Hay que alcanzarlo, seguro usó el camino largo para no cruzarse con nosotros —exclamó Thiago con rabia, pero notó que Kate miraba fijamente la celda. Acto seguido, cayó de rodillas sin apartar la mirada.

—Kate, ¿qué te sucede? ¿Te encuentras bien? —exclamó Thiago, tratando de sostener a Kate. Entonces observó lo que ella veía: un mensaje escrito con sangre en toda la pared. Kate no pudo más y las lágrimas comenzaron a caer de su rostro, invadida por la tristeza.

—¿Qué clase de broma mal hecha es esta...? —pensó Thiago al ver el mensaje que el Guardián Deluxe, quien asesinó a su camarada, se disfrazó con su ropa, se infiltró y bajó hasta donde estaba Meily, dejando un mensaje con sangre en la pared.

"LO SIENTO."

La sangre de Kate comenzó a hervir de manera creciente. Sabía que ese mensaje iba dirigido específicamente a ella. La tristeza fue reemplazada por una rabia inconmensurable que la invadió por completo. Thiago lo notó y se alejó de Kate, nervioso por primera vez en su presencia. Kate se levantó lentamente, apretando los dientes mientras la rabia se reflejaba en su rostro. Paralelamente, Aka tenía la misma expresión, pero estaba corriendo y abriéndose paso entre los minotauros que encontraba en su camino, esquivándolos y golpeándolos con fuerza. Mientras corría, Aka sacó su comunicador y se contactó con la capital Fénix.

—¡Chicos! —gritó Aka.

—¡Aka! —gritaron los demás emocionados. —¿Cómo te encuentras? —preguntó Markel.

—No muy bien, pero rescaté a Meily y la llevo en mi espalda —mencionó Aka, luego dirigió el comunicador a Meily.

—Chicos, uff... estoy muy mareada, pero estoy bien —exclamó Meily, emocionando a todos.

—Hermana, gracias al cielo estás viva —exclamó Yeico.

—No cantes victoria, hermano. Lo más difícil está por venir: escapar. Ya todos saben de nosotros. ¡Aaah! —Meily dio un grito mientras hablaba, ya que Aka no paraba de saltar y correr, lo que no la dejaba tranquila en ningún momento.

—Le comunicaremos a Toffie, no se preocupen. Aka, tú sigue corriendo y no pares, por favor —mencionó Markel.

—Sí —exclamó Aka, manteniendo una mirada seria. Cortó la comunicación y logró llegar a un ascensor. Planeó ir allí, pero este se abrió. Aka sintió un mal presentimiento, agarró a Meily y la arrojó hacia una ruta.

—Sigue con cuidado, Meily. Ya te alcanzamos —le exclamó Shadow.

Meily no entendía, pero obedeció y, como pudo, se puso de pie y avanzó. Aka observó cómo Kate y Thiago hicieron presencia una vez las puertas del elevador se abrieron. Con solo ver a Aka, Kate cambió su expresión a asombro total. Con razón tuvo buena comunicación y confianza con el infiltrado: se trataba de Aka.

—Aka... —exclamó en voz baja Kate, sorprendida.

—Tú miserable, ¿Qué hiciste con Isaac? —preguntó Thiago.

—Yo lo maté —mencionó Aka, un poco desanimado.

—Thiago, la princesa debió tomar la ruta alterna, así que intercéptala por el ascensor. Yo me ocupo de Aka —exclama Kate apretando los puños con mucha rabia, su sangre hirviendo poco a poco.

—¿Estás loca? Si pi-... —Pero Thiago detuvo sus palabras al notar cómo Kate inhalaba y exhalaba con mucha ira. Solo pudo pensar en una cosa: no hacerla enojar.

—Pero juntos podríamos acabar con él en su estado —menciona Thiago con temor.

—La misión es capturar a la princesa. Si Ronan llega y ve toda la madriguera patas arriba, entonces nos ejecutará. ¡¡Haz lo que te digo ahora!! —exclamó Kate provocando que Thiago se dirigiera deprisa al ascensor y se fuera, quedando Aka y Kate a solas.

—Hola, Kate —le saluda Aka, pero Kate solamente fue sacando su lazo.

—Ya sé que portas un Shadow, Aka —Comenta Kate provocando que Aka suspire desanimado

—Shadow manifiéstate — exclama Aka provocando que Shadow se muestre ante Kate

—Aka... Debí haber sabido que eras tú —exclama Kate con un tono tranquilo.

—Oye, lo siento, pero no quería lastimarte. Yo solo... —Pero las palabras de Aka fueron interrumpidas por el tono calmado de Kate.

—Pero lo hiciste, y mucho. Confié en ti como no lo había hecho con nadie en toda mi vida, Aka —el tono de voz de Kate comenzó a elevarse poco a poco.

—Bien, si pelear es la única forma en la que me escucharás, entonces prepárate —exclama Aka con una sonrisa y sus ojos volviéndose blancos, esperando que Kate también entrara en sincronía con él, pero la mirada de furia de ella parecía decir lo contrario.

—¿Esperas que vuelva a divertirme contigo? ¿¡¡¡DE VERDAD NO ENTIENDES NI UN POCO DE TODO LO QUE ESTOY SINTIENDO POR TI JUSTO AHORA!!!? —Kate ya había entrado en un descontrol de emociones enorme, provocando que Aka volviera a la normalidad, preocupándose por la situación.

—Oye, Kate, no, no quise que entiendas eso. Lo lamento —exclama Aka asustado.

—Aka, idiota, lo estás empeorando —exclama Shadow, poniendo más nervioso a Aka, quien solo retrocedía lentamente. Paralelamente, Kate avanzaba lentamente hacia él con mucha rabia. Ante la situación, Aka solo cierra sus ojos, inhala fuertemente y exhala. Abre lentamente sus ojos mirando fijamente a Kate, notando cómo sus venas comenzaban a hincharse por la rabia acumulada. Un corazón roto realmente puede cambiar todo un panorama.

—Perdón, Kate, pero no puedo esperarte —exclama Aka mientras mueve su brazo y con su mano forma un puño indicándole a Shadow que cambie de lugar con él, a lo que Shadow acepta. Kate transforma su lazo en cadena y su enojo era tan grande que sus labios parecían no parar de temblar.

—¡¡¡Aka, te odio!!! —gritó Kate mientras se abalanzaba hacia Shadow. Este la esquiva y quiere contraatacar, pero Kate era más ágil y logra esquivarlo, aunque no cesa sus ataques. Shadow se aleja y trata de ir por el camino donde fue Meily, notando cómo la manera de pelear de Kate era mucho más agresiva que la última vez. Estaba claro que Kate quería matar a Aka a como diera lugar. No se estaba conteniendo en lo más mínimo.

—Ay, mujer, tranquilízate un poco —le menciona Shadow, pero Kate logra atraparlo con su cadena y con mucha fuerza lo estrella contra el muro.

—Eso no es nada comparado a todo el daño que me has causado. ¡¡Cambia con Aka ahora mismo!! —Kate estaba totalmente irracional, pero el enojo puede ser una desventaja al no percatarse de todo lo que ocurre alrededor. Shadow ya no estaba donde había impactado. En su lugar, había una roca enorme amarrada con la cadena. Kate cae en cuenta, pero demasiado tarde. Shadow se encontraba detrás de ella a punto de darle un golpe, pero ella agacha la cabeza rápidamente, esquivándolo por los pelos. Poniendo sus manos en el suelo, Kate lanza una patada a la cara de Shadow, pero este previno su movimiento y la lanza lejos. Kate, ante la caída, se recompone, pero ve que su cadena se la han arrebatado, a su vez notando cómo Shadow se marcha.

—¡¡NO HUYAS!! —gritó enojada Kate. Corrió como nunca lo había hecho en su vida hasta alcanzarlo, pero se da cuenta de que Shadow enrolló la cadena en su brazo y adoptó una pose de pelea.

—Ven a mí, gatita —mencionó Shadow, a lo que Kate, sin temor, se lanza contra él confrontándolo cuerpo a cuerpo.

Por el lado de la capital Fénix, Yeico se volvió a comunicar con Toffie, quien se encontraba rodeado de Vorus tarántulas.

—Espero que sea importante porque esta vez, señor Yeico —menciona seriamente Toffie.

—Señor Toffie, por favor ayude a Aka y a la princesa Meily. Él nos acaba de comunicar que la ha encontrado y está tratando de escapar de allí, pero ya lo han descubierto —exclama Yeico nervioso y ansioso. La expresión del rostro de Toffie cambió muy levemente a una de sorpresa.

—Lo logró... —exclama Toffie. Rápidamente es rodeado por las tarántulas, pero de un salto se libra de todas, escapa a la salida y sella la entrada con una roca.

—Bien, esto cambia las cosas —exclama Toffie—. Como sabrán, ando ocupado y más porque he irritado el nido haciendo que se enojen, pero tengan por seguro que les echaré una mano.

—Gracias, Toffie —le exclama Yeico cerrando ya la llamada.

Toffie recuerda las coordenadas de dónde se encontraba Aka y Meily, respira profundo y se prepara para realizar una acción. En la capital de Fénix recobran las esperanzas, sobre todo Markel, quien ya no lucía tan devastado. Pero lo que no sabían era que la monarca Iris había escuchado la conversación con Toffie y hace presencia frente a los demás. Yeico es el primero en darse cuenta de ella, asustándose de su presencia.

—Por favor, díganme qué ocurrió con mi hija... —exclama Iris con una mirada seria que dejó temblando al resto.

Volviendo con Meily, ella no podía correr mucho, únicamente trotaba tanto como podía. Ve varios caminos y no sabe por dónde ir. Toma el camino en el que parece que alumbra azul, pero tropieza y cae cuesta abajo. Con mucho dolor se levanta y observa cómo frente a ella está una sala enorme con un lago cubriendo gran parte de la superficie. La única opción para acceder a la otra sala y subir era pasando por el lago, un lago azul iluminado. Meily se percata de que hay un bote al lado de ella, por lo que se lo pensó un poco. Pero al escuchar cómo el Paladín de Arco y Flecha se dirige hacia ella, entonces no le queda opción. Sube al bote y busca arrancar el motor. Al parecer en este bote realizan experimentos pasando por el lago, o al menos eso pensaba ella. Lo único que deseaba era que Aka volviera pronto, pero el que aparece por donde ella vino fue el Paladín de Arco y Flecha.

—Ahí estás —exclamó en voz alta, alarmando a Meily. Él, con su arco, lanza flechas con su habilidad de alma para teletransportarla hacia él. Si la impactaba dos veces, entonces lo conseguiría. Meily solo pudo agacharse. Thiago no lograba darle, así que buscó subirse a una roca enorme viendo más o menos a Meily. Estaba lejos, pero podía apuntar.

—Eres mía —exclama Thiago. Justo en ese momento, un sonido se escucha en la entrada. Shadow y Kate se encontraban luchando cuerpo a cuerpo, deslizándose al unísono. Cada puño y patada era recibido, contraatacado por el adversario, cada salto, cada bloqueo similares en condiciones. Se encontraban igualados pese a ser Shadow quien luchaba. Él logra ver a Meily a lo lejos, así que, en un descuido de Kate, posiciona sus manos hacia el suelo y de frente a Kate, eleva sus dos piernas y con mucha fuerza la empuja, golpeándola en la boca del estómago, mandándola por donde habían ingresado. De un salto alcanza a Thiago, quien se asustó al verlo y perdió el equilibrio. Impulsado en la roca, Shadow con todas sus fuerzas saltó hacia el bote donde se encontraba Meily. Podía llegar, pero hubo algo de lo que no se había percatado. Ese lago enorme no estaba vacío. La silueta oscura de una criatura acuática se asomó al borde. Era tan enorme que cubría casi todo el lago. Su sola presencia causó terror en Shadow. Esta criatura sintió a Shadow y, de ahí, su curiosidad por observarlo, pero por fortuna no lo alcanzó a ver. Shadow aterriza en el bote y queda en shock.

—Si me hubiera visto, me hubiera devorado de un solo bocado —exclama Shadow.

—Hay que darnos prisa, vámonos —exclama Meily. En eso, Shadow cede el cuerpo a Aka nuevamente.

—Aka, no puedo cambiar otra vez de cuerpo contigo. No olvides que absorbo tu energía vital cada que cambiemos. En tu estado podrías morir en cualquier momento. Estás en tu límite y aun así no puedes morir aún, no hasta que Ronan muera. Pero hasta entonces, te va a tocar arreglártelas tú solo —menciona Shadow seriamente. Aka solo podía permanecer arrodillado mientras trataba de recuperarse, pero aun así escuchó la advertencia de Shadow.

—Vale, gracias por todo, Shadow —le agradece de buen gesto Aka.

Thiago logra recomponerse encima de la roca y vuelve a apuntar hacia Meily. Ella le pide ayuda a Aka, pero él casi no podía moverse, no podía recomponerse aún. Sin embargo, el lugar se quedó en silencio una vez Kate ingresó al lugar otra vez.

—Thiago, baja tu arma. Yo me encargo —menciona Kate seriamente. Thiago solo puede observarla y ceder ante su petición.

—Esa chica no se rinde. ¿Por qué está tan molesta? —pregunta Meily confundida.

—No tomó muy bien que la haya engañado estando infiltrado como su compañero. Me compartió cosas privadas de su vida y tuvo mucha confianza en mí contándome sus sentimientos y preocupaciones. Y yo igual —menciona Aka.

—Eres un desalmado. Se siente mal porque piensa que has jugado con ella y que todo lo que hablaron no te importa —exclama Meily.

—Aunque fuese para liberarte, sé que estuvo mal, pero no me quiere escuchar —menciona Aka.

—¿Estás bromeando? ¿Estás intentando disculparte y hablar? Aka, nos van a asesinar. Debemos de irnos cuanto antes —le menciona Meily retomando el plan fijado.

—Lo sé, pero ella... —exclama Aka, esbozando una cara de desánimo. Pero antes de que pudiera pensar bien la situación, Kate se posiciona en la roca y salta con todas sus fuerzas hacia el bote. La criatura dentro de la laguna no hizo acto de presencia, quizás porque ya la conocía o porque emanaba un aura terrorífica. Kate aterriza en el bote y lo primero que nota es que Aka vuelve en sí.

—Al fin decidiste darme la cara, Aka —exclama Kate mientras se acercaba lentamente. Aka se pone en frente de Meily, protegiéndola.

—Kate, hablemos —exclama Aka disgustado—. No tenemos que se... —pero una cachetada es impactada en el rostro de Aka por parte de Kate, cerrándole la boca.

—No me llames por mi nombre nunca más... —le menciona Kate enojada.

—No quería lastimarte, lo siento —Aka trataba de explicarse, pero la ira que sentía Kate era demasiado enorme. Solamente deseaba golpear a Aka hasta culminar su odio. Ella lo golpeaba y Aka solamente podía defenderse cubriéndose y retrocediendo.

—No quiero pelear contigo, Kate —exclama Aka, fatigado por la situación.

—¡Pero yo sí! —y no paraba Kate de desquitarse con Aka.

—¡Aka! —exclamó Meily, quien trató de ayudar, pero Kate patea en el estómago a Aka, derribándolo y empujando a Meily en el proceso. Ella es lastimada y sangra al haberse caído. Trata de recomponerse, pero nota su sangre y la de Aka esparciéndose por la cubierta y tuvo una idea.

—Kate, todo lo que dije de ti era cierto —exclama Aka, frustrado.

—¿¡Y por qué debería confiar en ti!? —pregunta Kate enojada, a la vez que prepara su puño para golpear a Aka. Pero él sujeta su puño, deteniendo el impacto con ambas manos mientras la ve a los ojos.

—¡PORQUE ESA ES LA VERDAD! —gritó Aka con mucha fuerza, dejando en shock a Kate, Meily y Thiago.

—Kate, sé que no soy inocente, sé que te he lastimado a ti y a tus sentimientos. Tú también me engañaste secuestrando a Meily, pero tú te mantuviste fiel a tus principios y a tu misión, aun cuando tú y yo sentimos algo en común y queríamos tener más tiempo para nosotros, pero el destino es caprichoso y por eso me llevó de vuelta a ti —las palabras de Aka parecían alcanzar a Kate, sobrepasando su enojo—. Te estoy hablando yo, Aka, no un Guardián Deluxe, no un desconocido, solo yo. No sé nada de este mundo, no sé por qué amenazan contra los humanos y los príncipes. Mi princesa me acogió a mí y a mi hermano cuando nos encontró y, desde ese día, lo único que hacemos es defender nuestra capital de los Vorus que atacan, dándoles esperanza a los demás.

—Ya....aun así, no eres un niño pequeño. Las veces que hablamos, estabas contándome de ti pese a que sabías que éramos enemigos. Pudiste ir a rescatar a tu princesa sin necesidad de estar conmigo. —dijo Kate manteniendo su punto de vista

—Lo sé bien...y es porque me sentía bien estando contigo. No puedo explicarlo porque no sé aún qué es, pero cuando cocino contigo o charlo contigo, me siento bien. Me dicen que son sentimientos, pero estoy confundido —Aka confesó sus preocupaciones, sus experiencias e instintivamente sus sentimientos con Kate. No sabía si lo que decía podía funcionar o no, pero sintió que solo podía sincerarse con ella, lo que parecía estar funcionando. Kate estaba cesando su rostro enojada, sonrojándose levemente, aunque siguió poniendo una cara de asombro a todo lo que Aka decía.