Después de un devastador adiós, la vida de Lucía cambia drásticamente. En su nuevo trabajo como asistente en una prestigiosa empresa, descubre que su jefe es el imponente y enigmático CEO, Alejandro Ferrer. Desde el primer día, Alejandro se muestra distante y frío, pero detrás de esa fachada se esconde un hombre marcado por traiciones y engaños del pasado.
A medida que Lucía se sumerge en el mundo corporativo, se enfrenta a desafíos y rivalidades, descubriendo que la oficina es un campo de batalla donde la venganza y la ambición están a la orden del día. Pero lo que Lucía no sabe es que Alejandro ha puesto sus ojos en ella. Pese a que Lucía no siente lo mismo, Alejandro está decidido a luchar por su amor, desafiando las sombras de su pasado y enfrentando cualquier obstáculo que se interponga en su camino.
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Capítulo 17: En la Mira del Enemigo
Con Dimitri Ivanov identificado como el nuevo objetivo, la tensión en la Torre Ferrer alcanzó su punto máximo. Cada paso que daban era calculado con precisión, sabiendo que cualquier error podría dar al traste con sus esfuerzos y poner en riesgo no solo la empresa, sino también sus vidas.
Natalia se estableció como la mente maestra detrás de la operación. Con su experiencia en inteligencia, diseñó un plan para desmantelar las operaciones de Dimitri y cortar cualquier vínculo que pudiera tener con la red de Vargas. El primer paso era obtener información detallada sobre sus movimientos, contactos y operaciones financieras. Para ello, Marcos y su equipo de expertos en ciberseguridad comenzaron a rastrear todas las actividades sospechosas relacionadas con Dimitri.
"Necesitamos ser rápidos y eficaces," les recordó Natalia durante una reunión en la sala de conferencias. "Dimitri no es como Vargas; es más astuto y opera en la sombra. Debemos asegurarnos de que no se dé cuenta de que estamos detrás de él hasta que sea demasiado tarde."
Lucía, que había aprendido a mantener la calma en situaciones extremas, se sintió más ansiosa de lo habitual. Dimitri representaba una amenaza diferente, una que no se podía enfrentar solo con fuerza bruta o estrategias corporativas. Alejandro, por su parte, se mantenía firme, pero estaba preocupado por lo que podría suceder si Dimitri decidía contraatacar.
Esa misma noche, mientras el equipo trabajaba en la Torre Ferrer, Natalia recibió una alerta de uno de sus contactos en Europa. "Tenemos información que sugiere que Dimitri está planeando una gran operación en los próximos días. No sabemos los detalles exactos, pero parece que está relacionado con las finanzas de la Torre Ferrer."
"Eso significa que debemos movernos ahora," dijo Alejandro con determinación. "No podemos esperar a que Dimitri haga su jugada. Debemos adelantarnos."
Natalia asintió. "Estoy de acuerdo. Necesitamos realizar un ataque preventivo. Si podemos interceptar sus comunicaciones y bloquear sus cuentas, lo dejaremos sin recursos y lo obligaremos a salir de su escondite."
Durante los días siguientes, el equipo de Marcos trabajó sin descanso para hackear las redes de Dimitri. Fue un trabajo delicado, ya que cualquier error podría alertar al enemigo y arruinar la operación. Lucía y Alejandro observaban con nerviosismo desde la sala de conferencias, conscientes de que cada segundo contaba.
Finalmente, después de horas de trabajo, Marcos anunció que habían logrado acceder a las comunicaciones de Dimitri y que estaban listos para lanzar el ataque cibernético. "Hemos encontrado varias transferencias sospechosas que parecen estar vinculadas a cuentas en paraísos fiscales. Si bloqueamos estas cuentas, Dimitri perderá una cantidad significativa de sus recursos."
Con la aprobación de Natalia, el equipo ejecutó el ataque. En cuestión de minutos, las cuentas de Dimitri quedaron congeladas, sus comunicaciones interrumpidas, y su red financiera colapsada. Fue un golpe devastador, uno que Dimitri no había previsto.
"Esto lo dejará debilitado y sin opciones," dijo Natalia, visiblemente satisfecha con el resultado. "Ahora debemos prepararnos para su respuesta. Un hombre como Dimitri no se quedará de brazos cruzados."
Mientras el equipo celebraba su victoria temporal, Lucía y Alejandro sabían que la batalla estaba lejos de terminar. Aún quedaba la amenaza de una represalia, y no subestimaban la capacidad de Dimitri para reaccionar de manera impredecible.
Dos días después, la respuesta de Dimitri llegó, pero no de la manera que habían esperado. Un correo electrónico cifrado fue enviado a la cuenta de Alejandro. Era un mensaje directo de Dimitri.
"Felicitaciones por tu pequeño triunfo, Alejandro. Pero esto no ha terminado. Sabes tan bien como yo que la verdadera guerra se libra en las sombras. Estoy más cerca de lo que crees, y cuando menos lo esperes, todo lo que amas se desmoronará. Nos vemos pronto."
El mensaje era claro: Dimitri no se rendiría fácilmente, y estaba dispuesto a llevar la guerra directamente a las puertas de la Torre Ferrer.
Lucía sintió un escalofrío al leer el correo. Aunque habían logrado un gran avance, ahora sabían que estaban en la mira del enemigo. Natalia les advirtió que debían estar preparados para cualquier cosa, desde ataques cibernéticos hasta amenazas físicas.
Esa misma noche, la seguridad de la Torre Ferrer fue reforzada. Se instalaron cámaras adicionales, se revisaron todos los sistemas de seguridad, y se establecieron turnos de vigilancia para asegurarse de que la empresa estuviera protegida las 24 horas del día.
Sin embargo, el verdadero peligro no tardaría en aparecer.
Al día siguiente, mientras Lucía se dirigía a su oficina, recibió una llamada urgente de Marcos. "Lucía, tenemos un problema. Ha habido una filtración de información. No sabemos cómo, pero alguien ha accedido a nuestros planes de expansión y a todos los detalles de nuestras operaciones. Esto es mucho peor de lo que pensábamos."
El pánico se apoderó de Lucía. "¿Cómo es posible? Pensé que nuestras comunicaciones estaban seguras."
"Lo estaban, pero alguien ha logrado penetrar nuestros sistemas," respondió Marcos. "Esto significa que tenemos un traidor en nuestras filas, alguien que está trabajando para Dimitri."
La revelación cayó como una bomba. La idea de que alguien dentro de la Torre Ferrer pudiera estar colaborando con el enemigo era devastadora. Lucía y Alejandro se reunieron de inmediato con Natalia y Marcos para discutir cómo proceder.
"Debemos actuar con cautela," dijo Natalia. "No podemos confiar en nadie hasta que descubramos quién está detrás de esto. Si Dimitri tiene un infiltrado aquí, debemos identificarlo y neutralizarlo antes de que cause más daño."
La caza del traidor comenzó. Natalia y su equipo realizaron una exhaustiva investigación interna, revisando cada comunicación, cada transacción y cada movimiento de los empleados. Era una tarea monumental, pero sabían que era la única manera de proteger la Torre Ferrer.
Durante días, la tensión en la empresa fue palpable. Los empleados notaban el cambio en el ambiente, pero nadie sabía exactamente qué estaba sucediendo. Lucía y Alejandro se mostraban firmes, pero en su interior, la incertidumbre los estaba consumiendo.
Finalmente, Natalia identificó a un sospechoso: un alto ejecutivo que había estado en la empresa desde los tiempos de Vargas. Aunque había sido leal a la Torre Ferrer durante años, parecía haber cambiado de bando después del arresto de Vargas, quizás por miedo o por ambición.
"Es él," dijo Natalia, mostrando la evidencia a Lucía y Alejandro. "Está claro que ha estado pasando información a Dimitri. Debemos confrontarlo de inmediato."
Con la confirmación de Natalia, se organizó una reunión de emergencia con el ejecutivo. Cuando entró en la sala de conferencias, su rostro mostraba una mezcla de sorpresa y nerviosismo al ver a Natalia y al equipo de seguridad esperando por él.
"Sabemos lo que has estado haciendo," dijo Lucía, con voz firme. "Has traicionado a la Torre Ferrer y a todos los que trabajamos aquí. Ahora vas a pagar por ello."
El ejecutivo intentó defenderse, pero las pruebas eran irrefutables. Al darse cuenta de que no tenía escapatoria, finalmente confesó. "Dimitri me contactó poco después de que Vargas fue arrestado. Me ofreció protección a cambio de información. Tenía miedo de lo que me haría si me negaba."
Natalia ordenó su arresto inmediato, pero el daño ya estaba hecho. La información filtrada había puesto en riesgo los planes de expansión y expuesto a la Torre Ferrer a nuevos peligros.
"Esto es solo el comienzo," dijo Natalia mientras el traidor era escoltado fuera de la sala. "Dimitri ha perdido una batalla, pero aún está decidido a ganar la guerra. Debemos estar más unidos que nunca si queremos sobrevivir."
Lucía y Alejandro sabían que Natalia tenía razón. Aunque habían logrado identificar al traidor y desmantelar parte de la red de Dimitri, la lucha estaba lejos de terminar. Dimitri había demostrado ser un enemigo implacable, y ahora estaban en su mira.
Mientras se preparaban para lo que vendría, Lucía y Alejandro se dieron cuenta de que la única manera de derrotar a Dimitri sería trabajando juntos, confiando el uno en el otro y en sus aliados. El futuro de la Torre Ferrer dependía de su capacidad para mantenerse firmes ante la adversidad y de su voluntad de luchar hasta el final.