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DESTINOS OCULTOS

DESTINOS OCULTOS

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Mafia / Pareja destinada
Popularitas:5.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Alci Mejia

narra la intensa y misteriosa historia de dos poderosos empresarios en Seúl. Gael Kim, un enigmático y carismático magnate que oculta su identidad, y Jinwoo Lee, un frío y calculador multimillonario con conexiones en el mundo criminal. A pesar de sus diferencias, ambos se sienten atraídos de manera inexplicable tras un primer encuentro. Mientras enfrentan a sus enemigos, Seo-jun y Minji, que buscan separarlos por venganza y ambición, Gael y Jinwoo luchan contra sus propios demonios, descubriendo que sus destinos están entrelazados por algo mucho más profundo que el poder.

NovelToon tiene autorización de Alci Mejia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Caminos Peligrosos

La atmósfera en la sala se volvió tensa tras la llegada del jefe de la mafia, un hombre de porte imponente y mirada calculadora. La multitud murmullaba, la mezcla de miedo y curiosidad llenaba el aire. Jinwoo sintió que la situación se escapaba de sus manos mientras los ojos de Minji se transformaban en dagas, afiladas y listas para atacar.

—No puedo creer que hayas traído a este hombre aquí —dijo Minji, su voz un susurro helado. La rabia emanaba de ella como un aura oscura, y Jinwoo sabía que debía actuar rápido.

El jefe de la mafia, conocido como Dong-hyun, se acercó al micrófono, su sonrisa astuta iluminaba la habitación. Su presencia era intimidante, y todos los presentes sintieron el peso de su reputación. Jinwoo sabía que había cruzado una línea, pero ahora no había vuelta atrás.

—Me siento honrado de estar aquí esta noche —comenzó Dong-hyun, su voz resonando en la sala—. La caridad es una causa noble, y aprecio a aquellos que tienen el valor de luchar por el bien. Sin embargo, debo recordarles que en este mundo, siempre hay un precio que pagar.

Minji frunció el ceño, y sus ojos se volvieron hacia Jinwoo, exigiendo respuestas. Jinwoo sintió que la presión aumentaba, la sensación de que toda la sala estaba pendiente de su próximo movimiento. Sabía que debía mantener la calma.

—Dong-hyun —interrumpió Jinwoo, su voz firme—. Esta noche no estamos aquí para hablar de negocios. Estamos aquí para celebrar un propósito mayor. La caridad no debería ser influenciada por el miedo ni por la violencia.

Dong-hyun sonrió, pero había un brillo peligroso en sus ojos.

—Ah, pero el miedo es la base de toda negociación, amigo mío —respondió el mafioso—. La gente siempre está dispuesta a hacer lo que sea necesario para proteger lo que ama. Y tú, Jinwoo, ¿qué estás dispuesto a hacer?

Minji dio un paso adelante, la determinación brillando en su mirada.

—No necesito amenazas vacías para ser una buena empresaria —dijo, su voz resonante—. Si viniste a jugar, lo haré en mis propios términos.

La sala se llenó de murmullos, y Jinwoo sintió que se desbordaba el vaso. La tensión entre ellos se intensificaba, y era evidente que el juego que habían empezado había atraído la atención de fuerzas mucho más grandes.

—Todo esto es un juego —dijo Jinwoo, tratando de mantener el control—. Y mientras tú y Seo-jun sigan en la sombra, siempre estaré un paso adelante. Pero esta noche, vamos a demostrar que no necesitamos de tu influencia.

Dong-hyun lo miró con una mezcla de admiración y desdén.

—Es valiente de tu parte enfrentarte a mí en público —dijo—, pero recuerda, Jinwoo, el juego apenas ha comenzado. La trampa que has tendido puede volverse contra ti.

La tensión era palpable, y Jinwoo sabía que Minji estaba a punto de estallar. Sin embargo, él tenía que mantener la calma. La situación era volátil, y una chispa podía encender un incendio.

—Te agradezco por venir, Dong-hyun —dijo Jinwoo, intentando desviar la atención—. Pero esta noche estamos aquí para hablar sobre algo más grande que nosotros. Estamos aquí para hacer la diferencia.

A medida que la conversación se desarrollaba, Gael se movía silenciosamente entre los invitados, tomando nota de las reacciones y asegurándose de que nadie se sintiera incómodo. Pero él sabía que la situación era inestable y que cada palabra podía tener consecuencias fatales.

En un rincón de la sala, algunos de los hombres de Dong-hyun comenzaban a moverse, creando un aire de inquietud. Jinwoo pudo notar sus miradas, y el instinto le decía que algo estaba a punto de ocurrir.

De repente, un ruido atronador resonó en la sala. La puerta se abrió de golpe y un grupo de hombres entró, todos vestidos de negro, con una actitud amenazante. Jinwoo sintió que su corazón se detenía.

—¿Qué demonios está pasando aquí? —exclamó uno de los nuevos hombres, con un tono autoritario que dejó claro que la situación estaba fuera de control.

La sala se llenó de murmullos mientras todos se volvían hacia la entrada. La tensión era palpable, y Jinwoo se dio cuenta de que no solo se trataba de una simple disputa de poder. Algo mucho más grande estaba en juego.

—Minji —dijo Jinwoo, volviéndose hacia ella—. ¿Quiénes son esos hombres?

Minji, ahora pálida, frunció el ceño.

—No lo sé —respondió, su voz llena de incredulidad—. Pero esto no me gusta.

Dong-hyun sonrió, disfrutando del caos que se desataba ante él.

—Parece que la noche se está volviendo interesante, ¿no creen? —dijo, su risa resonando mientras los nuevos hombres se movían a su alrededor.

La multitud estaba en pánico, y Jinwoo sabía que tenían que actuar rápido. No podía permitir que su plan se desmoronara ante sus ojos.

—Gael, ve a buscar a Kim y asegúrate de que todos estén a salvo —ordenó, su voz cargada de urgencia.

Gael asintió y se movió rápidamente, mientras Jinwoo se quedó frente a Minji y Dong-hyun, tratando de mantener la calma.

—No vamos a dejar que esto termine así —dijo Jinwoo, mirando a los hombres de Dong-hyun—. No importa quiénes sean, no dejaremos que nos intimiden.

—Ah, pero Jinwoo —dijo Dong-hyun, su tono burlón—. No tienes idea de lo que has desatado.

Los hombres de negro avanzaron, y la sala se convirtió en un torbellino de gritos y caos. Jinwoo tomó la mano de Minji y la condujo hacia la salida, pero el camino estaba bloqueado.

—¡Hacia la puerta trasera! —gritó, sintiendo la adrenalina correr por sus venas.

El corazón le latía con fuerza mientras se movían entre la multitud. No podía dejar que el miedo los controlara. Su mente trabajaba rápidamente, buscando una salida y un plan.

Al llegar a la puerta trasera, encontraron un grupo de hombres esperando, sus rostros serios y decididos. Jinwoo sabía que no podían quedarse allí por mucho tiempo.

—¡Tenemos que irnos! —dijo, mientras los hombres de Dong-hyun comenzaban a acercarse.

Minji, aún temblando, asintió.

—¿A dónde vamos? —preguntó, su voz temblorosa.

—A un lugar donde podamos pensar —respondió Jinwoo, impulsando a todos a salir por la puerta trasera.

Mientras huían de la escena, Jinwoo sentía que el peligro estaba muy cerca, pero también sabía que no estaban solos. Gael había logrado encontrar un camino para ellos y ahora debían actuar rápido para no ser atrapados.

La noche no había terminado, y el juego apenas comenzaba.

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Rojas
estuvo super bonito me encanto 💖
Alci Mejia: gracias
total 1 replies
gladymar oviedo
Excelente
Anonymous
Muy bonita historia con muy buena redacción
Alci Mejia: gracias
total 1 replies
Rojas
super
Rojas
me facina
Alci Mejia: gracias por leer mi novela
total 1 replies
Rojas
muy buen trabajo me encanta/Drool/
Rojas
muy interesante
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