Angie Suaza una hermosa escritora, a la cual le gusta disfrutar de la liberta y ser feliz, además de luchas por sus sueños, decide que no vale la pena preguntarle lo que pudo haber pasado y decide esta vez arriesgarse y ver con sus propios ojos lo que pase.
Ella prefiere arrepentirse por lo que fue en vez de pensar en lo que pudo ser. por eso regresa a su país después de cinco años para conquistar al hombre del que a estado enamorada toda sí vida. ella regresa a conquistar a un mujeriego.
Henry modelo, actor y por supuesto el mujeriego incontrolable de esta historia, un hombre supremamente guapo y sexy, hombre que a tenido a muchas en su cama pero a ninguna en su corazón, a jurado nunca enamorarse, ¿será que podrá cumplir esa promesa cuando su amiga de la infancia regrese no solamente más hermosa que nunca, si no decidida a enamorarlo.
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CAPÍTULO 17
NARRADOR
Mientras Henry y Angie, disfrutaban de su reciente noviazgo. Fabricio recibió en el departamento una vista inesperada de Claudia, la hermana de Juan Carlos, la chica con la que sus familiares pretenden que se case.
—¿Tú que haces aquí? —pregunta Fabricio, a la defensiva pues no confía en nadie que esté dispuesto a seguir las absurdas órdenes de su familia.
—Perdón por venir a buscarte, pero eres la única salida que me queda, sin tu ayuda estaré condenada a vivir obedeciendo las órdenes de mi familia y ya no quiero vivir así —responde Claudia
—Mira, por si a tu familia no le a quedado claro soy gay, razón por la cual no me puedo casar contigo, así que ve a buscar un esposo en otro lado —aclara Fabricio, pues esa es la realidad y aunque su familia insista no se casara con una mujer.
—Lo sé y la verdad no me interesa, por favor déjame hablar contigo y explicarte lo que quiero —Suplica Claudia.
—Ya que, no tengo nada mejor que hacer pasa m—Fabricio la dejo entrar y esta respiro aliviada de que el aceptara escucharla.
—Toma asiento, voy por café —indica Fabricio y luego va a buscar el café para los dos.
Al regresar, Fabricio, sirve las dos tazas de café y se sienta frente a Claudia, esperando que ella comience a hablar.
—Bueno, yo vine a proponerte un trato, pues mu familia ni me dejara en paz si no me caso y usted la suya no los dejara cumplir sus sueños ni ser felices si tu o tu prima no se casan con quienes ellos eligieron —comenzá a explicar Claudia.
—¿Y que propones casarnos? —Fabricio con ironía.
—Exactamente, mira si tu y yo nos casamos yo podre dejar el país con la escusa de la luna de miel y ellos concretaran sus negocios y nos dejaran en paz, tu y tu prima cumplirán todos sus sueños y yo seré libre al fin —explica Claudia.
—Si tanto quieres alejarte fe tu familia, ¿por qué no simplemente tomas tus cosas y te vas del país? —cuestiona Fabricio, porque eso sería lo más sensato.
—Mis padres tienen mi pasaporte y toda mi documentación, no me la entregarán hasta que me case, y de iniciarr un proceso legal para que me los entreguen sería una perdida de tiempo, porque ellos tienen muchas influencias y sabes que no podríamos hacer nada —responde Claudia.
—Si, estás en una situación compleja, pero yo jo puedo ayudarte, no me voy a casar porque no me gustan las mujeres —Fabricio con sinceridad.
—Lo sé y no te pido que después de que nos casemos me cumplas como mi esposo, para nada, lo único que te pido es que al salir del país me entregues mi pasaporte y me dejes ser libre por el mundo sin pensar en nada más, no quiero volver a esta ciudad y la única manera de salir de aquí es con un esposo y tu eres mi mejor opción.
Pues si no me caso contigo, mi padre pretende obligarme a casarme con uno de los viejos amigos suyos y eso sería una gran condena para mí, porque de seguro ese viejo tampoco me entregaría mí documentación —Explicó Claudia y Fabricio, se queda pensando hasta que la puerta del departamento se abre y entran Angie y Henry, tomados de la mano.
—¿Qué hace ella aquí? —Angie, demuestra en su rostro la molestia por la presencia de Claudia en el departamento.
—Voy pensarlo que me dijiste y luego te llama, ahora déjame hablar con mi prima —Claudia simplemente asintió y se despidió con una reverencia de todos, luego salió del departamento.
—Ahora si cuéntalo todo —Angie y Henry, se sentaron junto a Fabricio y este comenzó a relatar todo lo que anteriormente, Claudia le había comentado.
—Pobre chica está atrapada en esa familia —comenta Henry sin soltar la mano de su ahoraa novia, algo que no pasa por alto ante los ojos de Fabricio.
—¿Y la vas a ayudar? —pregunta Henry.
—No lo sé, lo voy a pensar porque saldríamos todos beneficiados, ella sería libre, nosotros también y nuestras familias estaría felices y nos dejaran en paz —explica Fabricio.
—Yo te voy a apoyar en lo que sea que decidas, Fabricio, pero si decides no hacerlos yo misma compraré los boletos de avión y nos iremos de esta ciudad —demuestra Angie su apoyo a su primo.
—Te avisaré mi decisión, pero ahora creo que los que tienen algo que contarme son ustedes —Fabricio se cruza de brazos esperando a que su prima y Henry le cuenten todo.
Henry, sujeta con fuerza la mano de Angie y ambos sonríen, mientras le cuentan todo a Fabricio y este aplaude de la emoción al verlos tan felices a ambos y en especial, al ver que el amor de su prima es correspondido porque aunque Henry, aun no lo dice con todas sus letras el ama a Angie eso se ve a kilómetros de distancia.