En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 19. Oportunidades
Ya había pasado un tiempo desde que su madre estaba allí hospitalizada, después de un gasto exorbitante y tantas plegarias, la madre de Aria ya estaba volviendo a retomar su semblante de antes, incluso podía hablar y reír, aunque no por mucho tiempo, ya que se agotaba rápidamente, pero por lo menos eran avances.
Aria sentía que todo estaba tomando un nuevo color, más brillante y feliz, que la oscuridad que opacaba su visión.
- Vendré a verte mañana, mamá – le dice despidiéndose de forma amorosa de su madre
- Por favor, dale muchos besos a mi bebe y dile, que la abuela ira pronto con él – le dice tomando la mano de Aria y sonriéndole
- Claro que lo hare, mamá – le dice Aria sintiendo que unas lágrimas querían salir
Después de salir del hospital fue directo hacia la pastelería, al llegar consiguió a Gareth sentado en una de las mesas, frente a él se encontraba una mujer de traje, quien parecía darle alguna información, dado que tenía una carpeta abierta sobre la mesa.
- Gareth, ¿Qué sucede? – le dice Aria llegando al lado del hombre
- Oh, Elara – le dice Gareth emocionado – ella es la señora Parker, viene de parte de Viteck – le dice presentándole a la mujer – ella es Elara Alistair, la dueña de esta pastelería – le dice haciendo un ademan con la mano para señalar a Aria
- Es un placer señora Alistair – le dice la mujer poniéndose en pie para extenderle la mano a Aria
- Igualmente – le dice Aria estrechando su mano – ahora, ¿podrían explicarme?, no entiendo que asunto tendríamos con Viteck – hasta donde Aria tenía conocimiento, esa empresa se encargaba de crear tecnología para autos, muy alejado de su negocio
- Se encuentran buscando proveedores para su mostrador de postres del comedor de la sucursal del centro – le dice Gareth
- Ah, entiendo – le dice Aria tomando interés
- Entre los lugares escogidos, este fue el más prometedor –le dice la mujer a Aria, su tono de voz era serio y firme – he visto el catálogo de sus productos, son agradables a la vista y la calidad es recomendada por muchos, además de lo accesible de los precios, así que, ¿podríamos comenzar con las negociaciones? – le dice la mujer
- Claro, por favor tome asiento –le dice Aria sorprendida de la forma en que su negocio había dado un impulso tan grande como para llamar la atención de Viteck, era como si la suerte estuviera cambiando a su favor.
Durante una hora completa estuvieron hablando sobre presupuesto, costos de traslado, el tiempo de los pedidos y la cantidad, además del tiempo en el que estaría sujeto dicho contrato. Acostumbrada a realizar ese tipo de trabajos, la señora Parker gestionó todo rápidamente.
- Una vez que haya leído las clausulas y pautas de la contratación, por favor firme aquí y coloque su huella – le dice entregándole una pluma y un pequeño estuche con una esponja de tinta
- Bien – Aria leyó todo rápidamente, allí estaba todo estipulado de forma clara, algo que ya habían acordado y hablado. Después de terminar de verificar, tomo la pluma y firmó, después marcó sus huellas, cerrando el contrato
- Excelente, fue un placer hacer negocio con usted señora Alistair – le dice la mujer extendiendo su mano
- Lo, lo mismo digo – le dice Aria sonriéndole, sintiendo que no cabía en su propio cuerpo de toda la emoción
- Esperaremos el primer pedido el día de mañana, a primera hora – le dice la mujer recogiendo las carpetas y acomodándolas en una sola pila
- Claro, allí estaremos puntuales – dice Aria
- Otra cosa, en el momento de realizar la entrega, debe subir a dirección general – le dice terminando de recoger
- ¿Qué? – le dice Aria confundida
- El director general, especifico que debía pasar a terminar de formalizar el contrato directamente con él, solo es una formalidad, nada de lo que deba preocuparse – le dice despreocupada
- Ok, entonces así lo haré – le dice Aria sonriéndole, una oportunidad como esa era una en un millón y no dejaría pasarla.
- Hasta mañana entonces – le dice la mujer despidiéndose de Aria y Gareth de forma cordial
En el instante en que la mujer salió por la puerta Aria no puedo evitar un grito de felicidad.
- ¡Dime que estoy soñando! – le dice a Gareth de forma efusiva
- Pues si es así es un sueño compartido – le dice Gareth riendo, compartiendo el sentimiento de felicidad de Aria
- ¡Gareth!, ¡Lo logramos! – le dice Aria emocionada saltado a abrazar al hombre, este sin dudarlo la recibe y ambos celebran ese triunfo.
Después de contarle las buenas nuevas a Amanda y que volviera a celebrar, se pusieron manos a la obra para comenzar a preparar el primer pedido.
Como si todo estuviera puesto para ella, fue una suerte que no les importara que la pastelería no tuviera un vehículo grande para el traslado de un pedido de tal magnitud, al contrario de ello se vieron dispuestos a brindarle tal apoyo con ese tema.
Llegada la hora de ir a buscar a Killian, paro el trabajo y después de dejarlo en casa, atenderlo y acostarlo a dormir, bajó a la pastelería para terminar con todo, el pedido era grande y pocas manos para el trabajo, así que les estaba tomando más tiempo del que pensaron, cansados, agotados y casi a punto del colapso, lograron terminar a tiempo.
Al día siguiente, antes de salir el sol, Aria recibió una llamada a su teléfono, el hombre del camión para llevar el pedido ya se encontraba afuera, acompañado de él se encontraban dos hombres quienes ayudarían a subir todas las cosas. ¿Qué los de Viteck no estaban siendo muy generosos?, tal vez lo hacían con todos sus proveedores.
Así que, sin darle mucha importancia al tema, Aria continuo con su trabajo, al salir el sol llego la niñera de Killian, Aria le explico la situación y se marchó acompañando el camión con el pedido.
El edificio era enorme, las instalaciones lujosas y el ambiente era de otro nivel. Enseguida una mujer intercepto a Aria al verla llegar.
- ¿Usted es la señora, Elara Alistair? – le dice en tono educado
- Sí, soy yo – le dice Aria, mientras los hombres se encargaban de descargar el camión
- Sígame por aquí, por favor – le dice la mujer haciéndole un ademan para que la siguiera
- Oh, pero el pedido – dice preocupada
- Tranquila, ellos saben lo que deben hacer – le dice sonriéndole de forma amable
- Ok – le dice Aria comenzando a seguir a la mujer.
Llegaron a un vestíbulo enorme, después caminaron hasta un ascensor y subieron, al detenerse salieron por un pasillo blanco con alfombrado rojo en el piso, al llegar a una puerta de madera con una decoración tallada a mano, la mujer se detuvo y la abrió.
- Señor, la señora Elara Alistair ya se encuentra aquí – dice la mujer haciendo un ademan con su mano para señalar a Aria a su espalda
- Déjenos solos – le dice en tono serio, enseguida la mujer salió de allí, cerrando la puerta.
- ¿Qué?, ¿Qué hace usted aquí?, ¿Cómo? – Dice Aria nerviosa, confundida y agitada, mientras observaba al hombre sentado en el escritorio frente a ella
- Así que, Elara Alistair – dice levantándose de su asiento y caminando hacia ella – mi nombre es, Liam Vidal, director general de Viteck – le dice parándose frente a ella – dígame, ¿Cómo profiere que la llame?, ¿Elara? O ¿Aria Vance? – le dice plantados imponente logrando intimidarla.