Nunca Es Tarde Para El Amor

Victoria le sonrió a Enrique se acercó a donde estaba y le regaló un beso de despedida, pero él la tomó de la mano con esa mirada profunda y esa seriedad y con una voz ronca le dijo te puedes quedar hoy conmigo quizás la invitación que el hombre le estaba haciendo era muy rápida, pero ella estaba dispuesta a vivir casi había vivido toda su vida para complacer a los demás nunca se había tomado el tiempo para ella.

La vida para ella había ido de prisa y a la misma vez lenta siempre había hecho todo lo posible para ser feliz a los demás, pero dónde quedaba ella se había olvidado de eso entonces por qué no intentarlo sin importar si el día siguiente tendría una gran desilusión tomó la mano de Enrique con firmeza y con miedo a la vez y dándose cuenta de que nunca es tarde para enamorarse nunca es tarde para el amor así fuera que ese amor solamente lo sintiera ella.

Cuando entraron a la finca El paraíso ella rápidamente soltó la mano de Enrique e hizo una sonrisa tímida él miró que la mujer no estaba acostumbrada a eso así que no dijo nada simplemente la guio hasta la cocina y victoria al estar en ella le hablaba de todo un poco parecía una niña le contaba de su vida de cómo había sido su infancia su primer amor sus hermanos. 

Mientras tanto de la boca de Enrique no había salido ni una palabra, pues no sabía cómo empezar una conversación sincera si desde que la había conocido había sido con una mentira cómo ser sincero simplemente cayó y la escuchó cuando la mujer le sirvió la tasa de café y se la llevó a los labios a pesar de haber tomado muchos cafés el café de ella siempre le había parecido exquisito. 

Al terminar la taza de café la tomó de la mano y la guio hasta su habitación y cuando ya estuvo en ella se fundió en un beso demasiado apasionado tierno que hacía que cada centímetro de piel no solo de ella, sino también de él se sintiera en las nubes era la primera vez que sentía algo diferente por una mujer, pero esa mujer era algo prohibido para él. 

Sabías que tarde o temprano a ella lo iba a odiar cuando descubriera la verdad así que la iba a disfrutar al máximo el hombre la llevó con lentitud a la cama y esta vez se tomó el tiempo para quitarle el vestido y cuando la tuvo en ropa interior la observó por un largo rato cómo memorizando cada centímetro de piel de ella. Cuándo la tuvo completamente desnuda miró las grandes caderas su pecho voluptuoso y la cara de la mujer completamente sonrojada eso hicieron que el hombre se sintiera mucho más excitado se acercó a ella como un depredador esta vez las caricias no eran de ternura, sino de un hombre hambriento.

No hubo parte del cuerpo de victoria que Enrique no marcó como para que ella no lo olvidara le hizo el amor con tanta pasión y a la misma vez tan rudo que la mujer se sentía en el mismo cielo, pues, era la primera vez que experimentaba hacer el amor de esa manera donde ella no sabía si gritar o llorar de tanta sensación no hicieron el amor una vez ni dos, sino tres veces la mujer había quedado exhausta. 

Mientras ella dormía tranquilamente él se había dedicado a observarla luego salió al balcón y la brisa fría lo arropaba en ese momento deseo tener un cigarro, pero le había prometido a su padre dejar de fumar. Al entrar nuevamente en la habitación y acostarse a un lado de Victoria la trajo hacia él sabía que ese momento se acabaría y entonces deseo que no se acabara. 

Al día siguiente mientras ella abría los ojos y sentía que un carro le había pasado por encima porque todo el cuerpo le dolía mientras intentó incorporarse sintió un fuerte dolor en su parte íntima recordó la noche que había tenido con Enrique y vaya que ese hombre realmente sí era bien dotado. Cuando el sintió un quejido abrió los ojos rápidamente era ella intentando pararse de la cama y es cuando él se dio cuenta de que había sido demasiado rudo con ella no pensó que una mujer de 36 años fuera ser tan experta. 

La tomó de la mano y la llevó hasta el baño ella misma estaba sorprendida no sabía que ese hombre podía ser tan tierno y tan atento, pues no era el mismo Enrique que había conocido incluso ese día estaba sonriendo y no era una sonrisa de lado, pues ahora podía mirar todos sus dientes, tienes que sonreír más a menudo eso te hace un hombre angelical era el piropo más tierno que había recibido él en toda su vida y quizás el más cursi. 

Eso hizo que el hombre hiciera una gran carcajada el teléfono de Enrique había comenzado a sonar el hombre había salido deprisa del baño al mirar en la pantalla era Melissa amor Él no sabía si contestar o simplemente ignorar la llamada salió de la habitación y contestó la llamada.Hola amor cómo estás al otro lado de la línea había una voz un poco chillona que intentaba sonar romántica tierna a la vez te he extrañado mucho esa frase la había escuchado tantas veces. 

Que incluso llegó a sentirse mal por haber traicionado a la mujer que él decía amar la mujer que había decidido tener en su vida la mujer que él pensaba que siempre había estado para él muy pronto estaré contigo dijo cortando la llamada esta vez había sido más corta que las otras veces. 

Enrique había bajado al primer piso y ahí había encontrado a Wilson y Andrés los dos conversaban genuinamente y a un lado estaba Vivian con una sonrisa buenas días señor Quintero Buenos días señorita cómo está Vivian se había sorprendido, pues desde que lo conocía siempre que lo saludaba simplemente la ignoraba incluso Andrés levantó una ceja y Wilson se sonrió de lado. 

Wilson tú te irás a ver qué es lo que mi padre necesita y me tendrás informado eres excelente en los negocios igual que yo y mi padre así que confío en ti Andrés con una sonrisa de lado dijo eso me ofende sabes que también confío en ti, pero tú eres mi lado derecho cómo así tu lado derecho preguntó Andrés el lado bueno que necesito que me recuerdes siempre cuando estoy equivocado como si me hicieras caso replicó Andrés. 

Wilson se paró de donde estaba y dijo iré a empacar señorita Vivian fue un placer conocerla espero que pueda conquistar a este hombre que ve aquí aunque es muy insistente diciéndole que es un viejo y que usted solo es una niña estoy seguro de que siente algo por usted Andrés nunca se había sentido tan avergonzado no podía creer que su amigo lo estuviera haciendo eso al lado de aquella mocosa. 

Mientras vivían hacía una gran sonrisa y se acercaba al hombre regalándole un beso en la mejilla era lo que ella necesitaba esperanza, pues, el hombre siempre le había dicho que el podía ser su padre . Wilson se había despedido de cada una de las personas que estaban en aquella casa y que lo habían tratado con tanta amabilidad se acercó donde estaba Enrique y le dijo me encanta verte feliz tienes una mirada que hacía muchos años no miraba en ti. 

Desde ese día Victoria y Enrique no se habían separado todo lo hacían juntos ella se sentía la mujer más feliz su lado incluso de vez en cuanto levantaba la cara al cielo y le pedí a Dios y a su madre que él se quedara con ella no había una parte de aquella finca donde no hubieran hecho el amor incluso en aquella cascada donde él la había visto por primera vez bañándose desnud, pues,s era uno de sus lugares favoritos de ellos.

Fabricio prácticamente se había convertido en el detective, pues siempre la estaba vigilando y cada vez que la miraba sola le hacía una amenaza que Victoria no se tomaba en serio, pues el hombre siempre le decía que ese hombre la dejaría sola con una gran desilusión y que él iba a estar ahí para cuidar de ella en un abrir y cerrar los ojos habían pasado tres meses y Enrique era el que no se quería ir así fueron pasando los días y cada día ponía una excusa a su padre. 

Y así habían pasado cuatro meses y Enrique ya tenía que volver mientras la misma Victoria le empacaba la maleta y una lágrima rodaba por su mejilla y Enrique limpiaba con delicadeza dándole un suave beso en el labio y prometiéndole volver. 

El hombre había cambiado muchísimo no era el mismo hombre serio que había llegado, pues ahora sonreía más a menudo su mirada era diferente había un brillo en ella no llores bonita que pronto vendré por ti tengo cosas que solucionar, pero cuando ya lo haga te prometo que te irás conmigo Victoria quería confiar en esa promesa así que decidió creer. 

Mientras Enrique se subía al carro y victoria estaba parado a un lado con Vivian esperando que arrancara, pero el carro no la hacía las dos mujeres no se habían movido Enrique bajó del carro y la trajo hacia él sabes que si sigues aquí no podré irme porque no tendré el valor de dejarte, Andrés, por otro lado, miraba aquella chiquilla que no había perdido el tiempo para robarle un beso quizás para tirarse la encima ni él mismo entendía de dónde habían sacado la fuerza para no hacer la suya ahí estaba en un mar de lágrima él tampoco quería irse sin ella, pero no tenía el valor de confesar eso, pues sentía que no la merecía él ya había vivido demasiado era un hombre de 42 años.

No supo el momento ni dónde sacó la valentía de él también bajarse del carro y a traerla hacia él y por primera vez no había sido ella la que lo había besado, sino él a ella no te preocupes que volveré por ti y te convertiré en mi esposa era lo que ella siempre había querido escuchar y con esa promesa se había quedado mientras él nuevamente ingresaba al carro. 

Enrique había soltado a Victoria aun no queriéndolo hacer y había ingresado también al carro mientras el carro se alejaba él levantaba una mano y victoria trataba de aferrarse a esa promesa de que él volvería.