Herencia De Un Frío Amor

Nicolas entró en la casa con paso cansado, cargado con la caja de la consola de videojuegos que había comprado para Jerónimo. Entró en la habitación del niño con la esperanza de alegrar un poco su día, pero lo que encontró lo dejó helado. Sofía estaba allí, en un rincón, abrazando los peluches de Jerónimo mientras sollozaba desconsoladamente.

Nicolas: ¿Sofía? ¿Qué está pasando?

Sofía alzó la mirada, con los ojos enrojecidos por el llanto, y se secó las lágrimas con el dorso de la mano.

Sofía: *con voz entrecortada* Jerónimo... se lo han llevado. Al hogar de menores.

Nicolas sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Sofía. Se acercó lentamente, dejando la caja de la consola a un lado, y se arrodilló frente a ella.

La culpa se apoderó del corazón de Nicolás al ver las lágrimas en los ojos de Sofía. Se sentía responsable de la situación en la que se encontraban, sabiendo que su comportamiento imprudente había contribuido a la pérdida de Jerónimo.

Nicolás: (Con voz entrecortada) Lo siento tanto, Sofía. Si tan solo hubiera sido más cuidadoso, si tan solo...

Sofía levantó la mirada hacia él, su rostro mostrando una mezcla de tristeza y comprensión.

Sofía: (Con voz suave) Nicolás, no es culpa tuya. Lo que importa ahora es encontrar una solución, juntos.

Las palabras de Sofía resonaron en el alma de Nicolás

Nicolas: Lo siento mucho, Sofía. Esto es terrible.

Sofía: *asintiendo con tristeza* Lo sé... No sé qué hacer, Nicolas. Jerónimo es... era todo para mí.

Nicolas rodeó con sus brazos a Sofía, tratando de consolarla en medio de su propio desconcierto.

Nicolas: Estoy aquí para ti, Sofía. Vamos a encontrar una solución. No puedes enfrentar esto sola.

Sofía se aferró a él con fuerza, buscando consuelo en su abrazo en medio de la tormenta de emociones que la envolvía.

Sofía: Gracias, Nicolas... Gracias por estar aquí para mí.

Nicolas: Siempre estaré aquí, Sofía. Siempre. Juntos encontraremos una manera de recuperar a Jerónimo. Te lo prometo.

Nicolas se sentía impotente ante la situación. Aunque deseaba ayudar a Sofía a recuperar a Jerónimo, sabía que no sería fácil. Respiró profundamente y se levantó, decidido a hacer todo lo que estuviera en su poder para apoyar a su esposa en este momento de angustia.

Nicolas: Sofía, necesitamos tomar medidas. No podemos dejar que Jerónimo se quede en ese lugar. Vamos a buscar ayuda.

Sofía levantó la mirada, agradecida por el apoyo de Nicolas.

Sofía: ¿Qué podemos hacer?

Nicolas: Primero, necesitamos hablar con el abogado. Hay que averiguar cuáles son nuestras opciones legales y qué pasos podemos seguir para recuperar la custodia de Jerónimo.

Sofía asintió, sintiendo un destello de esperanza en medio de la oscuridad.

Sofía: Sí, tienes razón. Vamos a hacerlo.

Decididos, Nicolas y Sofía se dirigieron hacia el despacho del abogado, con la determinación de encontrar una solución a su situación desesperados.

El abogado escuchó atentamente la situación de Sofía y Nicolas, y les explicó la difícil realidad: para recuperar la custodia de Jerónimo, necesitarían demostrar que tienen un ambiente estable y seguro para criar al niño. Esto implicaba no solo tener recursos financieros suficientes, sino también proporcionarle a Jerónimo una figura materna y paterna sólida.

Abogado: Lamento decirles que la situación es complicada. Para que Jerónimo regrese a su cuidado, necesitarían establecer un entorno familiar adecuado, con una figura materna y paterna presente.

Sofía y Nicolas intercambiaron miradas preocupadas. A pesar de su deseo de ayudar a Jerónimo, sabían que la realidad era abrumadora.

Nicolas: ¿Qué podemos hacer entonces?

Abogado: Una opción sería buscar una persona dispuesta a actuar como padre de Jerónimo y presentar una solicitud conjunta para recuperar la custodia. Sin embargo, necesitarían tiempo y recursos para este proceso.

Sofía: ¿Y si no encontramos a nadie dispuesto a ser padre de Jerónimo?

Abogado: Entonces podrían explorar otras opciones, como buscar una institución de acogida o un hogar adoptivo adecuado para Jerónimo. Pero el proceso puede llevar tiempo y no garantiza que recuperen la custodia.

Mientras Nicolas recuerda su conversación con Mikaela días antes

Mikaela Spencer, la directora del hogar de menores y amiga de Irina, se acercó a Nicolás con una sonrisa satisfecha en el rostro. Habían estado conspirando en secreto para retener a Jerónimo en el hogar de menores y, al mismo tiempo, asegurar que Nicolás pudiera mantener a Sofía cerca.

Mikaela: *(Con tono triunfante)* Nicolás, el plan está en marcha. La solicitud para retener a Jerónimo en el hogar de menores fue aprobada. Pero hay algo más...

Nicolás la miró con curiosidad, preguntándose qué más podría haber planeado Mikaela.

Nicolás: *(Intrigado)* ¿Qué más has hecho?

Mikaela: *(Con una mirada significativa)* He hablado con los encargados del hogar y les he asegurado que Jerónimo necesitará una figura paterna en su vida para su bienestar. Les dije que estabas dispuesto a asumir ese papel.

Nicolás se quedó boquiabierto ante la revelación de Mikaela. No esperaba que el plan fuera tan elaborado, ni que ella lo involucrara de esa manera.

Nicolás: *(Con incredulidad)* ¿Qué has hecho, Mikaela? No puedo...

Mikaela: *(Interrumpiendo)* No te preocupes, Nicolás. Sé que esto es un compromiso grande, pero es la mejor manera de asegurarnos de que Sofía se quede cerca y puedas mantenerla bajo control.

Nicolás se sintió abrumado por la situación. No sabía cómo reaccionar ante la manipulación de Mikaela, pero sabía que no podía dejar que Sofía se alejara de él.

Nicolás: *(Con resignación)* Está bien, Mikaela. Haré lo que sea necesario para mantener a Sofía a mi lado.

Mikaela sonrió satisfecha, sabiendo que su plan estaba funcionando a la perfección. Con la promesa de Nicolás de asumir el papel de figura paterna para Jerónimo, estaba segura de que Sofía permanecería a su lado, atrapada en una red de manipulación y engaño.

Mientras tanto, en la casa, Sofía luchaba por mantenerse firme en medio de la tormenta emocional que la rodeaba. Sin saber los oscuros planes que se estaban tramando a sus espaldas, seguía aferrándose a la esperanza de recuperar a Jerónimo y restaurar la paz en su vida.