Lucia y Marcos viven en distintos continentes, un desamor los unió. Ahora habrá que ver si triunfa el amor pese a la diferencia de edad, la distancia y esa loca obsesión por querer ser solo amigos.
Puede aquellos sentimientos nacidos por el dolor, aguantar contra aquello que pueda derrumbar su relación...¿Aun si aquello implica también enfrentarse a la edad?
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Capítulo 17 (Marcos, 9 de noviembre)
Al retirarse del bar, Marcos se dirigió rumbo a la tienda donde había encontrado a Lucia.
Miro detenidamente el escaparate e ingreso al local. Allí fue atendido por una señora muy elegante de aproximadamente 60 años y una joven que, con mucho esfuerzo, llegaría a los 20 años. La mujer mayor era la dueña del lugar y fue la que se dignó en atender a Marcos. Este le conto de la cita que tendría por la noche y le pidió ayuda para comprar a su “novia” un vestido acorde a esta.
El relato que Marcos dijo no era realmente preciso, él sabía muy bien que ese vestido era para Lucia, aunque no le pareció importante dar tanta información.
Al finalizar la compra, Marcos se dio cuenta que no contaba con efectivo pero, si abonaba de algún otro modo se vería medianamente expuesto a que lo reconocieran.
Tomando a la dueña del local por el brazo, muy seductoramente, la alejo de la muchacha que la ayudaba, puso en su cara la mejor sonrisa y le susurro
-Necesito un gran favor de usted-
La mujer, que se encontraba obnubilada por aquel galán le contesto
-Sí, dígame ¿En qué más puedo ayudarlo?
-Desearía que esta compra fuera un secreto entre nosotros dos. Que esto no salga de este local.
Aquella señora, que aún no tenía idea de quien era Marcos, se hizo cómplice de él.
-No hace falta pedirlo, su secreto está a salvo conmigo.- y al terminar la frase le giño el ojo.
Así fue como Marcos pudo pagar con su tarjeta internacional, acordar él envió y retirarse del local tranquilo.
Luego se dispuso a terminar de hacer todo lo que Marga había escrito en la nota y unas horas después volvió a la gran casona.
Como aún era temprano decidió salir a correr, no sin antes encargarle a Manuel que le consiguiera un vehículo para alquilar, al menos hasta que supiera bien si se iba o se quedaba por un tiempo.
Priscia no había aparecido en su cabeza en todo el día, no obstante, era consiente que si se descuidaba un segundo ella resurgiría nuevamente.
Cuando volvió, el sol ya empezaba a caer por entre las sierras.
Tomo un baño y se vistió con la ropa que había llegado esa mañana desde Europa. El mismo se la había enviado de España antes de salir para América.
Escucho el sonido de su celular llamando y lo busco para contestar. Era su madre
-¡Mamá! – Con un dejo de tristeza fue lo único que salió de su boca al atender.
Era evidente que aquella mujer estaba preocupada por su “niño”.
-¡Feliz cumpleaños mi amor!- le dijo con la dulzura que siempre la había caracterizado- ¿Cómo te encuentras?-
-Estoy bien mamá- Solo pudo decir, ya que si seguía hablando iba a romper en llanto. No veía a su madre desde aquel día en la iglesia. Por alguna razón la había evitado todo este tiempo, y ahora sabía cuál era esa razón. Inconscientemente Marcos aún no se había dado por vencido, aun no quería llorar con ella la separación con Priscia.
Todos parecemos fuertes hasta que llega “mamá” y nos abraza. En ese instante nuestros cuerpos encuentran aquel amparo que solo ellas nos brindan. Y es ahí, cuando los miedos salen sin ningún reparo, para desaparecer con su consuelo.
María de las Mercedes siempre fue una madre presente en la vida de sus 3 hijos. Tierna y comprensible nunca dudo en apoyarlos y ayudarlos en todo lo que pudo. Pero esta vez, la separación tan repentina de Marcos se le había ido de las manos.
Charly la tenía al tanto de la ubicación de su hijo, pero ella necesitaba saber si estaba superando aquel horrendo momento.
-¿Seguro que estas bien?- Volvió a insistir con la pregunta
-Si mamá, quédate tranquila. Recuerda que aquí tengo a Marga para que me mime y me consuele mientras tú te encuentres lejos- Intento bromear Marcos para, en cierto modo, consolar a su madre.
-¿Estas en la casona? ¿Piensas quedarte allí?
-Sí, estoy en Argentina. No sé cuánto tiempo voy a estar por acá. Mientras nadie se entere, esto es un paraíso.-
La conversación continúo por casi 10 minutos. Al finalizar, Marcos miro la hora y se apresuró. Faltaba menos de 40 minutos para ir a buscar a Lucia y aún no había terminado de arreglarse.
Al bajar se dirigió a la cocina donde se encontraba Marga y Manuel.
-Pero… ¿Dónde va mi príncipe tan hermoso?- pregunto la mujer desconcertada- ¿Es que ya tienes candidata nueva?
-No, solo saldré a cenar con la mujer que trabaja de seguridad aquí en la noche. Quería avisarles eso, estén atentos porque hoy no habrá nadie en el portón.
Margarita y Manuel se miraron sorprendidos. ¿En qué momento aquel hombre había conocido a
esta mujer como para ir a cenar? Pero ninguno de los dos preguntaron nada y Marcos tampoco aclaro mucho más.
Salió de la casona y subió al vehículo que Manuel le había alquilado por el momento.
Un Honda HR-V blanco. Iba muy bien con Marcos ya que era muy adecuado a su contextura física.
En 20 minutos se encontró en la casa de Lucia. Descendió y toco el portero
-¿Si?- Escucho que la mujer contesto del otro lado
-Soy Marcos- dijo
-Ya salgo- Le respondió Lucia y por primera vez en mucho tiempo se sintió nervioso.
deja mucho esperando /Right Bah!/