YO FUÍ TU PRIMER AMOR

Las mujeres se miraron la una a la otra mientras veían la reacción de Dante el cual se marchó dando un grotesco golpe en la puerta de aquel departamento.

¡Maldita sea, no entiendo por qué es que me molestó tanto el escuchar que esa niña tenga cerca a otros hombres!

Ella es muy hermosa además de ser muy joven y estoy seguro de que aunque ella no lo haya notado llama la atención de cualquier hombre.

Dante marcó el número de Emilio mientras salía del edificio para pedirle que investigará a todos los hombres que se acercarán a Mina, no dio ningún nombre en específico pues quería saber el tipo de hombres con los que convive su esposa día con día.

—Bueno, señor, ¿se le ofrece algo?.

Necesito que investigues a todo aquel que tenga la más mínima intención de acercarse a mi esposa, quiero toda esa información en mi correo Emilio, gracias que descanses.

—Si señor.

Dante cortó la llamada y subió a su auto deportivo y antes de guardar se celular hecho un vistazo a la imagen que le había mandado Celín en la mañana, pues no podía creer que haya dormido como nunca entre los brazos de aquella niña, la cual le brindó la calidez de sus brazos sin darse cuenta y tuvo un sueño reparador y placentero después de ya varios años.

¡Es increíble que esto no lo hubiese conseguido Celín en tantos años que llevan como pareja y una completa desconocida lo hizo en tan solo una noche!

Se preguntaba Dante una y otra vez al mirar la belleza al natural de Mina pues ella no usaba nada de maquillaje y aun así lucía hermosa con esa mirada tan expresiva y esas gruesas pestañas que enmarcan a la perfección sus ojos color ámbar y ese cabello negro enmarañado que cae como una cascada por sus mejillas y que decir de su blanca piel que hace el contraste perfecto con esa lencería de encaje la cual deja muy poco a la imaginación pues se alcanzan a vislumbrar sus generosos pechos.

Sin darse cuenta se había excitado con solo mirar un poco del cuerpo, de aquella mujer con la que pasó la noche anterior, Dante sacudió su cabeza pues no era de los hombres que se excitara con una simple imagen y al ser la primera vez, estaba aterrado al pensar lo que esa niñita podría hacer con él si le daba la más mínima oportunidad.

Dante guardó aquella imagen en su correo personal para después eliminar la imagen de su móvil pues no quería tener problemas con Célin, arrancó su auto y se dirigió hacía el departamento de Célin.

—No hagan caso de los cambios de humor de mi hijo así es él ya lo irán conociendo, y con el paso del tiempo Mina te darás cuenta de que no es tan mala persona como aparenta es solo que ha pasado por tantas cosas, pero en fin de eso te darás cuenta con el tiempo y con la convivencia que se dé entre ustedes dos porque te aseguro de que esta no será la última vez que mi hijo venga a buscar tu compañía solo te pido que no te niegues la oportunidad de conocerlo Mina por favor.

He caído en cuenta de que a Dante le hace falta la compañía de una mujer como tú querida, una señorita culta de buena familia que lucha por lo que quiere y que tiene sus metas bien firmes y estoy segura de que vas a cumplir cada una de ellas, dijo Ilda mientras le daba unas palmaditas en las manos de Mina, la cual la observaba sorprendida pues tal parece que no tiene idea del contrato que le dio a firmar su hijo antes de la boda.

Bueno, chicas yo me retiro, aún tengo muchas cosas que hacer y viajes que posponer, hablando de viajes, dime Mina cuándo es que tienes tus próximas vacaciones?.

—Bueno el semestre termina dentro de un mes así que estaré un poco ocupada estudiando para los exámenes finales, no puedo permitirme bajar de calificación.

No te preocupes cariño te aseguro que tendrás el tiempo para ir a disfrutar de tus vacaciones a la playa, estás muy pálida cualquiera pensaría que eres un vampiro o algo así.

Mina y las otras dos mujeres sonrieron por las ocurrencias de Ilda.

Bueno, bueno, señoritas yo las dejó para que terminen de instalarse me imagino que aún no han desempacado no es así.

—La verdad es que no, todo ha sido tan rápido y ...

No te preocupes cariño, interrumpió Ilda ya tendrás todo el tiempo para que arregles las cosa como mejor te parezcan a partir de ahora tú eres la única dueña y señora de esta casa y que nadie te diga lo contrario, nos vemos estamos en contacto ok le dijo mientras tomaba su bolso y salía del lujoso departamento.

Al subir al ascensor se le hizo bastante extraño el saber que este era el departamento que había escogido Dante para entregárselo a Mina, él es dueño de muchos edificios, pero esté tiene un gran valor sentimental para él y no pensé que lo encontraría aquí y mucho menos desnudo compartiendo la cama con Mina, el rubor se hizo presente en las mejillas de Ilda pues nada le daría más gusto en esta vida que el ver qué su hijo es feliz a lado de una mujer que en verdad lo ame como persona y sea capaz de apaciguar a los demonios que lleva dentro y no por la cantidad de dinero que tiene en el banco como Celín.

",Un escalofrio le recorrió todo el cuerpo al pensar en esa mujerzuela, pues se había mientras salía del ascensor y subía a su lujosa camioneta para dirigirse directamente a su casa, sin pensarlo dos veces le mando un mensaje a Dante pues no le había gustado para nada la forma en la que salió del departamento, esperó que esa mujerzuela vea el mensaje y termine por dejar en paz a mi hijo.

Espero que hayas disfrutado de tu noche a lado de Mina, pues tal parece que has encontrado a la mujer que te dé la tranquilidad que necesitas para poder dormir profundamente como lo hiciste anoche.

Besos, te quiero hijo.

Dante leyó atentamente el mensaje de su madre pues sabía que ella era muy astuta y haría lo que fuera por separarlo de Célin y aunque tiene razón cuando dice que dormí con la tranquilidad que hace años perdí.

Te amo madre.

Fue la respuesta que le mando a su madre y bajo de su auto.

—¡Buenas tardes, señor!

Buenas tardes, Pedro, saludo Dante al encargado del edificio el cual sabe perfectamente que Dante suele pasar la mayor parte del tiempo en compañía de Célin.

¿Busca a la señorita Célin?

Si, Pedro, quiero pensar que ella se encuentra en el departamento.

—Lamento decirle que no señor, la señorita Célin salió muy temprano y parecía tener un problema pues se le veía muy molesta cuando se marchó.

Dante marcó al número de Célin inmediatamente pues pensaba que estaría esperándolo para discutir sobre la imagen que le había mandado su madre, el tono de llamada sonó varias veces, pero lo mandaba a buzón una y otra vez.

Gracias, Pedro.

Dijo Dante mientras se despedía del hombre y salía del lujoso edificio.

—¡Maldita sea Célin, respondé!

¿Dónde diablos te has metido?.