La Pianista

Capítulo 17

—Que sucede, te noto pensativa?.- preguntó Jacob

—Nada, pensé en la presión mediática.—respondió Alejandra

—No tienes nada de que preocuparte, ven vamos a dormir. Mañana volaremos temprano.—sugirió Jacob

Alejandra le dio la mano, se fueron juntos a su nueva habitación la casa era enorme, todos se estaban adaptando. Mientras caminaban por el pasillo ella meditaba que cada vez se acostumbraba más a pasar tiempo con él. Pero en realidad no sabía nada de su pasado, no conocí a sus mejores amigos, familia, etc. Todo el tiempo era reservado, de carácter fuerte, en resumen todo un enigma. ¿Quien sería el motivo por el que decidió casarse con una extraña?, será realmente desagradable quien iba ser su prometida. Llegaron hasta la habitación y cuando abre la puerta ella se quedó perpleja.

—Cariño, ¿te gusta?.- preguntó Jacob

—Por supuesto que si, es Hermosa.—respondió Alejandra

—Si no te ha gustado podemos remodelarla.— le sugería Jacob

—De verdad, es perfecta.—insistió Alejandra

Jacob la abraza y la comienza a besar, ella desea estar con él, pero Alejandra se retira y le dice:

—Tomare un baño.—

—De acuerdo, te espero.—respondió Jacob

Alejandra se da una ducha, busca un camison el más sexy, el nuevo vestidor es igual de grande que el anterior, sale del vestidor y camina lento a donde está Jacob.

—Caballero, ¿no cree que es demasiado trabajo por hoy?.—preguntó Alejandra.

Jacob dirige su mirada hacia su esposa y cual fue su sorpresa, se veía provocativa.

Jacob la sentó en sus piernas, comenzó a besarla, mete su mano entre sus piernas, no tenía lencería puesta. Esa acción lo excito demasiado, comenzó a tocarla, besarla, morder sus labios y cuello. Jacob se frena, ella suplica que la haga suya. Él la carga hasta la cama, ella le quita la camisa y desabrocha su pantalón, Jacob la mira tiernamente.

—Se que es tu primera vez, seré cuidadoso. Pero ¿Estas segura?.—preguntó Jacob

—Si, estoy segura.—respondió con voz agitada Alejandra

Ella queda completamente desnuda recostada en la cama, él termina de quitarse la ropa y se sube sobre ella, la acaricia y comienza a besarla, recorre cada parte de su cuerpo con su boca, sus manos y su lengua. Alejandra está lista, ardiendo en deseo. Jacob la besa, se coloca entre sus piernas y se frota sobre el cuerpo de ella, tiernamente la besa y acaricia sus piernas, hace movimientos para prepararse para adentrarse en ella, con sus labios limpia las lágrimas de su esposa, poco a poco introduce su miembro en ella lentamente, ella hace un gesto de dolor. Jacob siente cómo se rompe su virtud, lo deja dentro sin moverse hasta sentir que el cuerpo de su esposa se relaja. Comienza a moverse dentro de ella poco a poco, y después más rápido. Hasta que ella comienza a gemir de placer, así hasta que ambos llegan al punto máximo de la pasión.

Jacob la abraza, se queda acostado junto a ella, la llena de besos mientras ella se queda dormida. Jamás él había estado con una mujer Virgen, es como si Alejandra hubiera estado reservada para él, desde su forma de besar hasta, Jacob era el único hombre que la había besado, también el que la ha tocado por primera vez. Solo era suya, algo cambio ese día en su percepción. Ahora Jacob ya no quería que se fuera, nunca dejaría que se marchars de su lado y sobre todo no permitirá que alguien más se atreva si quiera a mirarla.