Las Páginas Del Destino

"Salí despacio del estudio y verifiqué que no hubiera nadie en el pasillo. Como no pasaba nadie, corrí lejos del estudio del duque. Respiré tranquila ya estando lejos del lugar mientras caminaba.

De repente vi al profesor y una sonrisa maliciosa se formó en mis labios. Es su final, profesor, pensé divertida. Lo seguí hasta la salida, al parecer ya se estaba marchando. Seguro estaba hablando de mi comportamiento con la duquesa.

Indira: 'Profesor, ¿ya se va tan pronto?' le dije con una sonrisa dulce".

El profesor se detuvo en seco y se volvió hacia mí con una mirada intensa. Su rostro estaba tenso y sus ojos parecían arder de furia.

Profesor:'¿Qué estás haciendo aquí?', me preguntó con una voz baja y controlada.

Indira: 'Solo quería hablar con usted, profesor', le dije con una sonrisa inocente. Pero el profesor no se dejó engañar.

Profesor:'No tienes nada que hablar conmigo', me dijo con un tono cortante. 'Deberías estar preocupada por tu mal comportamiento , me dijo mirándome los labios, que asco.

Indira: '¿Qué pasa, profesor? ¿Está enojado conmigo?', le pregunté con una voz suave. El profesor se acercó a mí, su mirada fija en la mía.

Profesor:'Tú sabes exactamente por qué estoy enojado', me dijo con una voz que era casi un susurro. 'No juegues conmigo, niña'.

Indira : 'No estoy jugando, profesor', le dije con una vocesita tierna. El profesor me miró durante un momento,'

Profesor: "Mejor me marcho antes de que pierda la paciencia -dijo para darse la vuelta y comenzar a caminar-.

Indira : "Pero yo solo quería ser una buena niña con usted, profesor -dije con un puchero tierno-. El profesor se detuvo y me miró con asombro y curiosidad.

"Lo espero en el laberinto de las rosas está noche, esto tiene que ser un secreto entre nosotros, le dije con una risita adorable.

El profesor sonrió con perversidad, e hizo una reverencia.

profesor: "Espero que te comportes conmigo como se debe, no puedo esperar ese momento, me despido", dijo marchándose

Yo tampoco puedo esperar ese momento profesor,ja, ja, ja.

ya era la hora acordada. Me dirijo al jardín tarareando una canción que me encantaba.

Al llegar, el profesor ya se encontraba allí, me hacer que más y saludé con toda educación.

Indira: " Buenas noches mi querido profesor", dije haciendo una reverencia.

Él me sonrió y me miró con deseo y una intensidad que me daban ganas de vomitar.

Profesor: "valla,, pero que lindura", me dijo con su asquerosa sonrisa.

Indira: "es que quería estar hermosa para usted", le dije coqueta.

Profesor: "yo lo sabía, sabía que me deseabas también". Este tipo está realmente enfermo, no me arrepentiré de acabar con su vida.

Indira: "es que soy muy tímida, no me atrevía a confesarme", sonreí tímidamente, ja, ja, ja sí que soy buena actuando.

Profesor: "ven acércate a mí"

Indira: "Oh no, no vayamos tan rápido. Quiero jugar con usted y después haremos lo que usted quiera", le dije en la entrada del laberinto.

El profesor me miró un poco dudoso, pero luego sonrió y se acerca a mí.

"Vamos a jugar a las escondidas. Yo me escondo y tú me tienes que encontrar, y si me encuentras, tendrás un premio", dije emocionada.

No le di tiempo a qué respondiera y me metí al laberinto, era hora de eliminar la basura.

Lo escucho llamándome, espero unos minutos para asegurarme que esté lejos de la mansión, cuando está lo suficientemente lejos salgo de mi escondite.

Voltea al sentir mi siniestra presencia, lo noto que se pone nervioso por mi mirada intensa.

Indira:"¡Oh, profesor! Me ha encontrado", dije con seriedad. "Y ahora tengo que darle su premio.

Profesor: "e eh… Señorita Indira, me..me temo que será en otro momento, me acordé que tengo algo muy importante que hacer", me dijo mientras intentaba huir de mí.

Indira: me temo que no podrás salir de aqui a menos que sea Muerto", dije con una sonrisa escalofriante.

El profesor palideció e intentó salir por donde entró, sobresaltado. De repente, el aire ya no era el mismo: la temperatura aumentó y se sentía algo peligroso en el ambiente.

El profesor corrió por el laberinto, intentando encontrar la salida. A sus espaldas, se escuchaba la risa de la niña, un sonido que parecía seguirlo, envolverlo, y hacer que su corazón latiera aún más rápido".

"De pronto, su pie se enredó en algo y cayó al suelo con fuerza. Al levantar la mirada, Indira estaba en frente de él, mirándolo con diversión y un brillo de maldad en los ojos. Esta niña no era normal, era como un demonio, su presencia parecía llenar el aire de una energía oscura y maligna".

"¿Qué pasa, profesor? ¿Ya no quiere jugar conmigo? Eso me entristece demasiado", dijo Indira, haciendo un puchero. Su voz era dulce y aniñada, pero sus ojos brillaban con una intensidad inquietante.