Aprendiendo A Amar Segunda Parte

Narra Tessa

Comienzo abrir lentamente los ojos, mi cabeza da vueltas y me siento tan mareada y con nauseas, me levanto lentamente para sentarme en la cama y no reconozco el lugar, pero si las voces tras la puerta medio abierta

− Nunca te dije que la trajeras aquí – es la voz de Dominic fuera de la habitación

− Lo siento señor, pero es el lugar más seguro para ellas – esta vez es la voz de Henry

− Si me lo permite señor, opino lo mismo, no hay lugar más seguro que la mansión Devil, usted también debería quedarse aquí por su seguridad – es la voz de Baker y me siento más confundida. ya estoy loca, porque no se ni dónde me encuentro, además ¿Dónde está Violet? ¿y mis padres?

Intento pararme, pero los pies me fallan y caigo al suelo, tomo lo primero que veo y lo tiro contra la puerta para que sea quien sea que este afuera me escuche y así fue

− Señorita Wilson – es Henry

− ¿Qué hago aquí? ¿Dónde demonios esta mi hija? – grito mientras intento ponerme de pie

− Esta en la villa Devil – responde Baker que entra dejando la puerta medio abierta y veo a Dominic afuera de la habitación

− ¿Dónde está mi hija? – grito furiosa y con llanto en mis ojos imaginando lo peor, pues el recuerdo de Dominic queriendo obligarme a abortar vuelve a mi

− Es necesario que se calme – Henry intenta calmarme con su habitual tono inexpresivo, la ira me corree y saco fuerzas para levantarme cuando veo que Dominic da la vuelta para irse, como puedo forcejeo con Baker y llego hasta unos centímetros de Dominic

− ¡Eres un maldito demonio, dime donde está mi hija, si no quieres que yo misma te mate!!! – le grito con odio, lo veo quedarse quieto y se voltea hacia mí con una mirada gélida y cortante

− Tráele a su hija – le ordena a Baker sin dejar de mirarme con desprecio

− ¿quiero saber que hago aquí? – le grito, pero él no dice nada, solo me observa - ¡habla ya, maldito imbécil! – grito

− Señora es importante que se calme y nos escuche – dice Baker dándole espacio a su infeliz jefe para huir de la situación

− Quiero a mi hija ¡YA! – ordeno

− Viene en camino señora – dice Baker

− Me explicas ya mismo que es toda esta mierda – le ordeno a Henry

− No puedo dar muchos detalles, solo le puedo informar que su vida y la vida de Violet Devil corren peligro, es indispensable que se queden aquí donde las podamos proteger – comenta Henry

− No entiendo de que hablas y tampoco me importa, yo solo necesito volver a mi casa, necesito ocuparme del funeral de mis padres – comento con dolor

− Sus padres están bien – comenta Baker en un tono bajo

− ¿Qué? Pero si me han llamado a decirme que habían muerto – explico en medio de mi confusión

− Así es, eso es lo que le dijeron, pero la verdad es que sus padres sufrieron un accidente creado para acabar con la niña – comenta Baker

− ¿con Violet? – pregunto asustada

− Así es señora – responde Henry

− No entiendo nada – respondo aun sin entender

− Hace unos días el señor Bruno ha sufrido un atentado, en este momento se encuentra en una condición delicada de salud, si el señor Bruno muere todos sus bienes pasan a nombre de su hija y eso la convierte en el blando del principal enemigo de los Devil – comenta Henry

− ¿enemigos? No entiendo nada, ¿porque tendría enemigos?, ¿porque demonios querrían matar una niña? – comento incrédula de lo que escucho

− Hay personas señora Tessa que no les importa en lo más mínimo la vida de los demás y menos si es un niño, por ahora es mejor que ustedes vivan aquí – responde Baker

− ¿y mis padres? – pregunto con incierto

− Están en un lugar seguro – responde Baker

− ¿quiero saber dónde? – ordeno

− Lo siento señora no puedo decírselo – responde Baker

− ¿tu jefe no te deja? – pregunto colérica y él no dice nada – ok, ¿no dirás nada…? Entonces yo misma se lo preguntare – respondo y le empujo para pasar por su lado

− No puede, el señor está ocupado – responde Baker

− Maldito infeliz, solo sabe huir – bufo - ¡quiero a mi hija ya! – grito y giro para ir a la habitación y buscar mi móvil

− No esta – dice Henry detrás de mi

− ¿Dónde está mi celular? – pregunto molesta

− Hasta que no sepamos lo que vamos a hacer es mejor no comunicarse con nadie – comenta Baker y en ese momento la ira me invade nuevamente y voy directo al estudio para confrontar a Dominic, pero no lo veo, así que decido ir a su habitación, entro sin tocar y la escena que veo que me deja con la boca abierta y seca, el cuerpo se me paraliza al verlo con solo una toalla cubriendo su hombría, mis pies se paralizan y mi boca se cierra por unos segundos antes de que el se percate de mi presencia

− ¿te vas a quedar mirando? – pregunta con su mirada arrogante

− No, no, lo siento, no creí que – me volteo llena de vergüenza mientras mi piel arde de deseo

− ¿Por qué entras sin tocar? – pregunta irritado

− ¿puedo voltear? – pregunto

− Puedes – responde y al dar la vuelta ya tiene un pantalón puesto, pero con su delicioso torso desnudo, no sé qué decir, se me pierden las palabras y todo lo veo como en una escena triple xxx

− ¿Qué quieres? – pregunta arrogante mientras se pone sus finas zapatillas y deja sin abotonar su camisa para abrochar sus mancuernillas

− Vístete primero – ordeno y salgo de la habitación porque no podré musitar una sola palabra en ese estado, espero unos minutos y siento el olor inusual y provocador de su colonia, pasa por mi lado sin decir palabra, mientras yo voy tras de él, entra al estudio y me ordena cerrar

− ¡habla! – ordena

− Me han traído aquí a la fuerza – comento

− ¿Qué quieres? Quieres que te deje ir y que te maten, o a esa chiquilla. Ok, puedes irte, pero la niña se queda, eso sí, tampoco le seguiré dando refugio a tus padres y tampoco me hago responsable si algo les sucede – dice sin mirarme y tomando unos documentos

− ¡puedes dejar esos malditos documentos y darme la maldita cara! – grito

− ¿Qué quieres? – grita molesto – ¿crees que esto para mi es fácil, crees que lo hago con el mayor de los gustos? Pues déjame decirte que no, no lo hago por mí, lo hago por Bruno, esa niña es la única y legitima dueña de la fortuna Devil – habla con odio entre dientes

− No quiero nada de eso – expreso igual de furiosa que el

− No es tu decisión Tessa Wilson, yo seré su albacea y cuando esa niña cumpla los 21 años podrá decidir si quiere conservar o no el dinero que mi abuelo le ha otorgado – bufa

− Yo soy su madre y te digo que no me interesa nada de tu maldita familia – vocifero

− Me importa un carajo lo que tú quieras, pero la seguridad de esa niña depende de esta familia y si tú eres buena madre, como creo que lo eres, pensaras en lo mejor para ella, y eso es quedarse aquí, bajo la protección de mi abuelo y yo – me habla con altivez y desprecio en cada palabra

− ¿hasta cuándo? – pregunto cabreada

− Hasta que logremos acabar con el malnacido que quiere ver destrozados a los Devil y sobre todo a mi – refunfuña

− ¿Por qué a ti? – pregunto con angustia, pero nada evidente

− No lo sé, creo que no soy del agrado de muchos – responde evadiendo mi mirada

− Dominic nuestra vida será un infierno ¿no hay otra forma? Además, yo ya tenía una vida programada, no puedo dejar todo así no más, ¿Qué hay de mis padres? ¿Cuándo los vere? ¿Qué sucederá con mi vida personal? – pregunto con ganas de llorar por saber cómo están

− Le diré a Baker que te comunique con ellos – expresa intentando salir nuevamente

− ¿tú me has estado siguiendo? Lo digo por lo sucedido y porque hace unas semanas me pareció ver a Duck – pregunto

− No es a ti, han sido ordenes de Bruno velar por la seguridad de esa niña – comenta sin mirar

− Esa niña tiene nombre y se llama Violet, y no me siento segura con ella en esta casa, ya una vez alguien intento acabar con su vida desde antes que naciera ¿crees que debería confiar en la persona que la odio y que quiso acabar con ella? – comento esperando ver algo en sus ojos

− Eso no lo puedo responder señorita Wilson, solo le puedo asegurar que no tengo el más mínimo interés en hacerle daño, si ese fuera el caso, ya lo habría hecho ¿no lo cree? – me habla con un atisbo de sinceridad, pero con su voz ruda y gruesa que denota poder

− ¿y si no me quiero quedar qué pasa? – pregunto

− Señorita Wilson ya ha visto de lo que son capaz nuestros enemigos, en menos de una semana han logrado atacar a Bruno, a sus padres y a usted ¿cree usted que esa niña o usted saldrán ilesas? – me cuestiona y no sé qué pensar

− ¿tu vivirías aquí? – pregunto

− No – responde seco y se dispone a salir de la oficina, no sé qué más decir