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El Diablo que Me Ama

El Diablo que Me Ama

Status: Terminada
Genre:Yaoi / Mafia / Doctor / Maltrato Emocional / Malentendidos / Reencuentro / Amante arrepentido / Completas
Popularitas:101.5k
Nilai: 3.9
nombre de autor: Belly fla

Josh es un joven psicólogo que comienza su carrera en una prisión de máxima seguridad.
¿Su nuevo paciente? Murilo Lorenzo, el temido líder de la mafia italiana… y su primer amor de adolescencia.
Entre sesiones de terapia peligrosas, rosas dejadas misteriosamente en su habitación y un juego de obsesión y deseo, Josh descubre que Murilo nunca lo ha olvidado… y que esta vez no piensa dejarlo escapar.

NovelToon tiene autorización de Belly fla para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 5

Josh salió del instituto con los hombros pesados, como si cargara la mirada penetrante de Murilo pegada a su espalda. La voz suave del mafioso aún resonaba en su mente: *"¿Prometes venir mañana?"* Como si existiera la posibilidad de que Josh no apareciera. Como si él *pudiera* simplemente desaparecer.

Al llegar a casa, se cambió rápidamente de ropa, vistiéndose con algo más casual — una camiseta negra y unos jeans —, pero ni siquiera la ropa cómoda logró aliviar la tensión que lo acompañaba.

La cafetería era acogedora, llena del aroma de café fresco y del murmullo bajo de conversaciones. Lucas ya estaba allí, sentado en un rincón cerca de la ventana, con dos cappuccinos humeantes sobre la mesa.

— *¡Finalmente!* — Lucas levantó la mano en saludo, sonriente. — *Pensé que me ibas a dejar plantado.*

Josh sonrió, genuino por primera vez en aquel día, y se deslizó hacia la silla opuesta.

— *Lo siento, el trabajo está… complicado.*

— *Ah, sí, tu paciente VIP.* — Lucas giró el café en la taza, los ojos brillando de curiosidad. — *Entonces, ¿cómo es tratar al jefe de la mafia? ¿Ya intentó corromperte o algo así?*

Josh rió, pero el sonido salió más tenso de lo que debía.

— *No es bien así. Y no puedo hablar mucho, sabes… confidencialidad profesional.*

Lucas levantó las manos en señal de rendición.

— *Está bien, está bien, Dr. Secreto. Pero al menos dime una cosa: ¿es tan aterrador como parece?*

Josh miró al café, evitando la mirada del amigo.

— *Él es… diferente de lo que esperaba.*

Lucas frunció el ceño, percibiendo que Josh no iba a profundizar.

— *Amigo, estás extraño. ¿Todo bien?*

Josh respiró hondo, fingiendo una sonrisa relajada.

— *Sí, sí, solo cansado. ¿Y tú? ¿Cómo van las cosas en la facultad?*

El cambio de tema funcionó. Lucas se lanzó en una historia animada sobre un profesor excéntrico y una prueba que se había vuelto meme entre los alumnos. Josh rió en los momentos ciertos, fingiendo normalidad, pero su mente aún estaba presa en la sala de terapia, en aquella sonrisa afilada de Murilo.

— *Y entonces, ¿vamos a salir el fin de semana?* — Lucas preguntó, terminando el café. — *Necesitas distraerte.*

Josh vaciló.

— *Vamos a ver. Estoy lleno de trabajo.*

— *Siempre la misma excusa.* — Lucas rodó los ojos, pero sonrió. — *Pero está bien. Solo no desaparezcas, ¿ok?*

Josh asintió, pero una parte de él ya sabía que "no desaparecer" no era una promesa que él podría garantizar.

Cuando se despidieron del lado de fuera de la cafetería, el cielo ya estaba oscuro. Josh miró al teléfono — ningún mensaje, ninguna llamada perdida. Aún así, no conseguía librarse de la sensación de que estaba siendo observado.

Y, en algún lugar, él sabía que Murilo ya estaba anticipando su próximo movimiento.

El silencio del apartamento pesaba más que lo normal. Él respiró hondo, intentando apartar la paranoia que insistía en pegarse a él desde aquella mañana.

— *Es solo cansancio* — murmuró para sí mismo, frotándose los ojos.

Pero cuando entró en el cuarto, el aire se heló en sus pulmones.

**Otra rosa.**

Roja, fresca, descaradamente posicionada en el centro de la cama — exactamente como la primera.

— *¡¿Qué mierda es esta?!*

Josh avanzó hasta la flor, tomándola con fuerza suficiente para aplastar el tallo. Ningún perfume suave esta vez, solo el olor metálico de la rabia y del miedo. Él revolvió el cuarto entero:

- ¿Ventanas? **Cerradas con llave.**

- ¿Puerta? **Solo él tenía llave.**

- ¿Posibilidad de ser un error? **Cero.**

El teléfono vibró en el bolsillo. Josh casi saltó. Era Lucas:

**"Olvidé contarte… vi a un tipo extraño cerca de la cafetería. Estaba mirándonos. Después te mando la descripción."**

La sangre de Josh se congeló.

Él corrió hasta la ventana, jalando la cortina de lado — el estacionamiento vacío, apenas sombras danzando bajo postes de luz. Nada.

O… *nadie.*

Volvió al centro del cuarto, la rosa ahora aplastada en su puño cerrado. Pétalos caían en el suelo como gotas de sangre.

Fue cuando vio.

En el espejo del guardarropa, escrito en el vapor residual de su baño anterior:

**"Nunca estás solo, Doctor."**

Josh no pensó. Arrancó la toalla mojada de la cama y frotó el espejo furiosamente, hasta que el mensaje desapareció.

Respiraciones aceleradas. Manos temblorosas.

Y entonces — *el ruido.*

Algo rozando la puerta del frente.

Despacio. Deliberado.

Josh no movió un músculo.

Hasta que el *toque* vino:

**Toc. Toc. Toc.**

Tres golpes precisos.

Y una voz que no era Murilo, pero cargaba la misma oscuridad:

— *Entrega para el jefe. A él no le gusta esperar.*

Algo se deslizó por debajo de la puerta — un sobre de lino negro.

Josh esperó hasta que los pasos se desvanecieran en el corredor. Hasta que el silencio volviera.

Solo entonces se acercó, tomando el sobre con la punta de los dedos.

Dentro, una única bala de revólver — calibre .38 — y una nota.

1
Esmeralda Johner
Excelente
Liz Hernandez
encantada de la historia
Liz Hernandez
una linda boda y una luna de miel en Rusia
Liz Hernandez
son muy activos el diablo no se cansa nunca de su novio
Liz Hernandez
el traje de conejito es el mas sexi
Liz Hernandez
comprando lenceria para desestresarse
Liz Hernandez
capitulo fuerte el policia enloquecio y murilo salvo a josh estal dulce como letal
Liz Hernandez
sin tener a la muerte se enfrenta a Bernardo es el mismo duablo en persona porque Josh es todo para el
Liz Hernandez
bernardo secuestra a josh para matar en vida a murilo ya que el mato a su hija la ley de talion
Liz Hernandez
paseo en helicóptero una huida al mar pasarla genial regresar a casa fue fenomenal para josh
Liz Hernandez
josh es muy feliz aunque murilo arrastra demasiadas cosas turbias
Liz Hernandez
excelente capitulo de 10 josh enamorado y murilo no hay vida sin el
Liz Hernandez
que horrible si que es el diablo murilo le dijo que no traspasará la raya y lo hizo la niña y la nana no debian nada solo que Bernardo sr pado con josh y eso el diablo no lo perdona
Liz Hernandez
no tenia idea de todo lo que haría por ti si alguien te toca te mato eres mi punto debil que fuerte
Liz Hernandez
bernardo descoloco a murilo pero josh con su amor hace que se renueve del todo
Liz Hernandez
bernardo descoloci a murilo sabe que Josh es su perdicion por eso llego a casa amar con locura a su novio tratando de tatuarlo en su piel
Liz Hernandez
dia muy caotico para murilo el policia enfrentandose a el y poniendo las cartas sobre la mesa cada uno amenazando al otro y Josh esperando a murilo en casa
Liz Hernandez
murilo quitando al policia de la compañía de josh y Lucas se nos casa
Liz Hernandez
el mafioso viendo fotos al interactuar Josh y el policia volviendose loco y queriendolo matar
Liz Hernandez
murilo descubrió quien es el paciente de Josh
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