Es la historia de una joven madre, que fue separada de uno de sus hijos y juzgada por una implacable sociedad y más aún por su propia familia.
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Entrar en razón
Luego que mis hijos se fueran a la casa de su madre, aproveche de hablar con mi madre, ella está actuando de mala manera con Franchesca y en vez de acercarla la está alejando y yo quiero a mis hijos junto a mí, pero tendré que actuar inteligentemente con mi madre, cuando se pone obstinada no entiende razones, esperaré a la hora de la cena para hablar con ella sin enfrentarla abiertamente, ya que sería peor.
Llegó la hora de la cena, mi madre me espera en la mesa, cuando llegó ordena que sirvan, yo me siento en silencio y es cuando me dice que la mesa y la casa se siente vacía, que por culpa de la mujer esa ha perdido su familia, es el momento que estaba esperando para ver si entiende la situación que ellos mismos crearon sin medir las consecuencias.
-Madre, nosotros somos los culpables de los que no está pasando.
-No, es ella y su odio y arrogancia, ya nos quiere quitar a Guillermo, viste que mandó a la otra a llevárselo.
-Madre, Guillermo no iba a salir para ninguna parte, hoy nosotros íbamos a haber película en casa, pero la forma en que tratantes a Franchesca hizo que él se fuera a la casa de su madre, si sigues así lo vamos a perder y en vez de ganar dos los perderemos.
-Esa muchachita es culpable.
-Madre, culpable de que si fueron tú y papá quienes les desgraciaron la vida desde el mismo momento que separaron a Guillermo de su madre.
-Óyete, pareces que las quieres más que a mi que soy tu madre.
-Madre, te desconozco, ellas fueron unas mártires del juego de ustedes dos todo este tiempo, hasta yo caí en las mentiras de papá, cuando me dijo que Astrid había vendido a Guillermo y era una vil mentira para hacerme creer en su honestidad, cuando la verdad era otra muy distinta.
-Era por el bien del niño, pensábamos que pasaría trabajo después que sus padres la hecharon de su casa, nunca supimos que no fue uno si no dos.
-Madre, yo no quiero perder a mi familia, yo quiero estar cerca de ellos, tu podrías poner de tu parte y ayudarme a que mis hijos estén cerca de nosotros en vez de alejarlos.
-Perdoname hijo, es que todo lo que pasó, me ha confinado a esta casa por la vergüenza y ahora tu padre pagando condena eso me tiene mal, pero tú tienes razón pondré de mi parte, para ayudarte que ellos estén contigo. Y como van las cosas con tu prometida y el matrimonio.
-Eso es otra cosa que tengo que solucionar, yo creo que no habrá boda, Lucy no me ha dicho nada, casi no me atiende las llamadas, hablé con papá y estoy dispuesto en hacerme cargo de las empresas aquí y vender las de Canadá, yo no me voy a separar de mis hijos y estoy seguro que Lucy no aceptará a mis hijos.
-Habla primero con ella, tal vez si los aceptes al fin y al cabo ellos estarán con su madre, eso fue lo que dijo el juez.
-Si es verdad, pero ellos hablaron con su madre y ella está de acuerdo que Guille este con nosotros, lo único que no lo puedo sacar del país.
-Hijo perdóname, por favor voy a tratar de ser la abuela que ellos necesitan, de verdad perdóname.
-Tranquila madre yo te entiendo, por lo que estás pasando.
Después de durar hablando con mi madre, espero de verdad que cambie o me veré en la necesidad de buscar para donde irme a vivir con mis hijos, pero de ellos no me voy a separar.
