EL TRATO DE NUESTROS PADRES

Narrativa de dabuc.

 Era justo a la media noche, me desperté al sentir el fuerte agarré de Samanta, pidiendo entre sueños que no la abandonará, palabras que eran acompañadas con lágrimas corriendo por sus mejillas. encendi la lámpara para confirmar que ella en verdad estuviera dormida. apenas y me moví un poco, ella se aferró con tanta fuerza a mi, repitiendo las mismas palabras. ya con la luz encendida, me recosté acariciando su cabeza. Algo que me sorprendió fue escucharla decir, mamá, porfavor, no me abandones. Llévame contigo porfavor. No quiero estar con papá, le tengo mucho miedo, por favor quédate a mi lado o llévame contigo, mamá. en ese momento la abraze con tanta fuerza, diciéndole unas palabras para tranquilizarla.

— no tengas miedo, yo estaré aquí siempre. No te abandonaré nunca.

Ella se empezó a tranquilizar, aflojó su agarré y su cuerpo se relajo. Le di un beso en la frente, la abraze recostando su cabeza sobre mi brazo. haci me dispuse a dormir también.

Narrativa de Selina.

Al siguiente día.

me desperté, bostezando y mire al Lado de la cama. Estaba sola, el no estaba, miré observando la habitación no había nadie más que yo, él se había ido. me bajé precipitadamente de la cama dirigiéndome al baño. tan pronto como agarré la manija de la puerta, esta se abrió hacia dentro. ahí estaba el, con tan solo una toalla enredada alrededor de su cintura. y con la máscara puesta.

— oh, de haber sabido que me acompañarías en la ducha, habría esperado un poco más en ella. — dijo mientras la observaba con diversión y, una sonrisa pícara.

jod*r, estaba muy nerviosa. él estaba desnudo frente ami, con tan solo una toalla cubriendo sus partes. esto me puso nerviosa. su vista recorre toda la extensión de mi cuerpo con lentitud. eso me hace sentir más allá de lo incómodo. Me hizo sentir Cada vez más nerviosa, trate de no hacerlo notar. pero el alzo una seja en un gesto seductor.

— perdón no sabía que estabas tomando una ducha. — dije desviando la mirada, mientras mis dedos jugueteaban con la tela de mi vestido.

Me tomo del mentón y me hizo mirarlo directo a los ojos. La comisura de sus labios se arqueó en una leve y juguetona sonrisa. él estaba coqueteando conmigo. Estaba 100% segura, de que, él estaba coqueteando me. de una manera muy desvergonzada. se reclinó hacia mí, haciendo que su aliento chocará con mi oreja.

— ¿qué pasaría si la toalla se deslizara hacia el suelo?. — dijo dabuc pícaro y juguetón, mientra le soplaba en su oreja.

— No!, ¡no te atrevas a hacer eso por favor!. — giré sobre mi eje. me alejé cubriendo me el rostro con ambas manos.

— ¿ que pasa?. a caso soy tan feo que no te gusta verme sé mi desnudo...—alegó con severa indignación. Mientras se recargaba en el borde de la puerta. Y cursaba sus pies.

Mis labios se tensaron en respuesta. sin darle la cara trate de tranquilizarme.

— no, no es eso es solo que yo... Yo... jamás en mi vida he visto un hombre sé mi desnudo..— dije con tono desestabilizado, y vergüenza desbordante.

Mi voz se entre cortó en ese momento. No vi la reacción de su cara pero escuché la risa que soltó, después de escucharme. Era una risita burlona, quise confrontarlo por burlarse de mí, pero en ese preciso momento alguien llamó a la puerta. el hombre cambio su tono de voz tan rápido. La persona que tocaba la puerta solicito entrar, el con esa fría voz le Dio el permiso para ingresar a la habitación. un hombre de tal vez 1.79 de estatura ingreso a la habitación, su rostro también estaba cubierto con una máscara. Y En sus manos llevaba consigo varias bolsas de comprás. parecía qué avía regresado del shopping.

— jefe he traído todo lo que me pidió. — habló con una voz tranquila. Mientras inclinaba la cabeza con respeto.

— déjalo todo sobré la cama y retirate. — dijo dabuc con su típica fría y hostil voz.

En mi casó Me límite a solo observar. supongo que el tipo que había ingresado recién, era guardaespaldas del hombre con el que había dormido. muy obediente al hombre acomodó todo sobre la cama. siendo lo más cuidadoso posible, como si lo que estuviera dentro de esas bolsas fueran echas de cristal.

tan pronto como terminó de acomodar las cosas, retomó la postura se inclinó. Haciendo muestra de respeto. salió de la habitación dejándonos solos.