Cruel Venganza

Sharon despertó de sobresalto, al ver la cama y el cuarto donde estaba se asustó.

¡Dios mío!, ¿qué hago aquí?, Sharon se vistió de volada, no sabía que estaba haciendo en esa cama y con una bata de dormir.

El olor en toda la casa era formidable, significado que el desayuno ya estaba listo.

Braulio, Toñita, Diego, y hasta el doctor Villanueva estaban sentados a la mesa del comedor y había un lugar desocupado.

Al verla aparecer en el quicio del comedor...

Sharon, qué bueno que ya te levantaste vente a desayunar.

¿Quiénes son ustedes?, ¿cómo saben que me llamo Sharon?, nunca los había visto, ¿podrían decirme qué hago aquí?

El doctor se levantó de su silla... Sharon, has recobrado la memoria, siéntate, desayunemos primero y luego te contamos todo lo que pasó.

Rato después se sentaron todos en la sala.

El doctor le fue explicando todo a Sharon.

Cuando terminó de hablar le dijo: bien, ahora explícanos todo lo tuyo.

Es que no recuerdo bien, yo solo sé que un tipo me amenazó y me hizo manejar mucho y después cuando bajé del coche me dio un fuerte golpe en la cabeza, después de eso ya no supe más.

¿Podrías reconocer al tipo que te golpeó?, aunque no soy la policía esto podría ser de utilidad.

Sí, era un tipo de facciones delicadas, como si nunca tuviera que trabajar en su vida...

Muy guapo, por cierto, nunca lo había visto antes. El problema es que Esthercita va a pensar que la abandoné.

¿Esthercita?

Sí, ella es mi... sobrina.

¿Tienes algún familiar que le quieras hablar, para que venga por ti?, preguntó Toñita.

Sí, mi hermano Erick, perdón, mi abogado... Es que yo lo miro como un hermano porque se ha portado muy bien conmigo.

Bueno, yo tengo un teléfono, te lo puedo facilitar para que le hables, dijo el doctor Villanueva, compadeciéndose de ella.

Gracias doctor, y gracias a todos ustedes por el apoyo que me han brindado, les aseguro que esto no se va a quedar así... Tal vez quieran aceptar una compensación.

Y usted, doctor, ¿me puede decir sus honorarios?, le pienso pagar hasta el último centavo que gastó en mí. Le estaré eternamente agradecida.

No te preocupes, era mi deber. Y por supuesto que no pienso aceptar un solo centavo, tómalo como un acto de humanidad y solidaridad hacia ti.

Gracias, doctor, pero usted tiene que cobrar su trabajo.

No te preocupes.

Toñita también habló: Nosotros tampoco queremos nada, estamos pagados con tu recuperación.

Sharon le habló a su hermano Erick.

Él se puso muy feliz al escuchar la voz de Sharon.

¡Hermana!, ¿pero dónde estás?, te he buscado todos estos días, ¿dónde has estado, por Dios?

Ven por mí y luego te explico, te paso la dirección en tiempo real.

.

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Erick fue por Ethan, y ambos fueron a recoger a Sharon.

De un tiempo a la fecha ellos se habían hecho buenos amigos.

Ethan, en realidad, estaba enamorado de Sharon, y estaba seguro de que ella le correspondía.

Estaba contento de que ella apareciera.

Tú estás enamorado de Sharon, ¿verdad?

Ethan lo miró asombrado, ¿cómo supiste?

Una sonrisa iluminó el rostro de Erick, es obvio, se te ve en la cara de idiota que pones cada que hablamos de ella, jajaja...

No me causa ninguna gracia... dijo Ethan, fingiendo enojo, pero después se puso a reír también.

Pues aquí vamos por ella, te deseo mucho éxito, ojalá y mi hermana te correspondiera.

Es lo que más deseo, dijo Ethan, dando un gran suspiro.

¡Ayjuesú!, ¿hasta dónde llegó ese suspiro?, jajaja.

Erick estuvo manejando alrededor de 3 horas, pensó que el camino no tendría fin.

¿Pues hasta dónde se llevaron a mi hermana?, desgraciados...

Bueno, lo importante es que está bien. Que no le hicieron ningún daño.

En cuanto sepamos lo que pasó, haremos justicia, sea quien sea el autor de esto.

Por supuesto, ya sabes que yo estoy contigo para todo lo que me necesites.

¿Conmigo o con mi hermana?, ah picarón.

Ya basta, ¿no?

Y luego, ambos se agarraron a reír a carcajadas.

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Arap estaba arreglando los papeles para la cesión de derechos de la empresa, estaba muy enojado con todo el mundo y no quería ver a nadie.

Isabella entró como un fardo. ¿Qué se supone que estás haciendo? ¿Piensas regalarle la empresa a esa idiota de Sharon?

No se la pienso regalar, es la parte que le toca. Y en este momento no estoy de humor, así que vete, hablaremos en la casa más tarde.

Por supuesto que no, es aquí y ahora, no pienso regalarle nada a esa mujer, todo por lo que hemos luchado.

Entiéndelo, Isabella, no es que yo quiera regalarle es lo que le corresponde. El abogado de ella ya vino a amenazarme y tengo que cumplir o iremos a la cárcel.

¿Iremos? Claro que no, yo no pienso pisar la cárcel.

¿Qué quieres decir con eso?, ¿me vas a dejar solo con todo esto?

Te recuerdo, "amorcito", que fuiste tú el que mató a Roxana, no yo; Isabella no pensaba cargar con el "muertito".

Sí, pero te recuerdo, "amorcito", que tú eres mi cómplice. Además, tú y yo no podemos vivir separados, nos amamos, ¿no?, esto último lo dijo en un tono sarcástico. ¿O acaso ya no me amas?

Isabella fue pescada en curva y no supo qué responder.

Después de unos segundos dijo: Claro que te amo. Perdóname, pero es que me desesperas. El solo pensar que Sharon se va a quedar con la empresa, me enoja y me hace querer aventar todo al piso.

Pues sí, chiquita, pero vete a aventar cosas de las tuyas, no me vengas a arruinar mi negocio. Y por última vez, vete a la casa, más tarde hablaremos.

Isabella no dijo nada y se fue "como alma que lleva el diablo".

"¡Maldita Sharon!, pero de ninguna manera voy a permitir que te quedes con lo mío".

"Y eso Incluye todo, empresas, esposo e hija. Tú aquí sobras y no voy a descansar hasta que desaparezcas de este maldito mundo". Se dijo Isabella.