Inesperado amor para enfrentar un futuro juntos
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Momentos de Reflexión
La competencia académica se acercaba, y con ella, la presión sobre Da-Hye y Seo-Joon aumentaba cada día. Pasaban horas en la biblioteca, revisando sus apuntes, practicando preguntas y asegurándose de que estuvieran preparados para cada posible escenario. Sin embargo, esa intensidad estaba comenzando a crear una brecha sutil pero palpable entre ellos.
Una tarde, después de una larga sesión de estudio, Seo-Joon sugirió que tomaran un descanso. "¿Qué te parece si vamos al café cercano? Necesitamos despejar nuestras mentes un poco."
Da-Hye, aunque preocupada por perder tiempo de estudio, estuvo de acuerdo. Ambos sabían que necesitaban un respiro. El café estaba tranquilo, con solo unos pocos estudiantes más en las mesas, y la atmósfera relajada era un cambio bienvenido.
"Recuerdo cuando solíamos venir aquí solo para charlar," comentó Seo-Joon, mientras revolvía su café. "Parece que fue hace tanto tiempo, pero solo ha pasado un par de meses."
Da-Hye sonrió, pero había una tristeza subyacente en su expresión. "Sí, las cosas han cambiado. Todo se siente más... serio ahora."
Seo-Joon la miró, comprendiendo lo que estaba diciendo. "Lo sé, Da-Hye. Pero todo esto es temporal. Una vez que pase la competencia y enviemos nuestras solicitudes, las cosas volverán a la normalidad. Volveremos a tener más tiempo para nosotros."
Ella asintió, aunque no podía evitar sentirse un poco nostálgica por los días más sencillos que compartieron al inicio de su relación. "Espero que tengas razón. A veces siento que estamos perdiendo algo en medio de todo este estrés."
Seo-Joon dejó su taza de café y tomó la mano de Da-Hye, apretándola con suavidad. "No estamos perdiendo nada. Solo estamos en una etapa difícil. Pero te prometo que saldremos de esto más fuertes."
Las palabras de Seo-Joon le dieron a Da-Hye un poco de consuelo, aunque una pequeña voz en su mente seguía susurrando que algo más grande se estaba gestando. Esa tarde, al despedirse, el beso que compartieron fue más largo y profundo, como si ambos sintieran la necesidad de reconectarse y recordarse mutuamente lo que los unía.
Los días continuaron pasando rápidamente, y la fecha de la competencia estaba ya a la vuelta de la esquina. Da-Hye y Seo-Joon estaban exhaustos, pero decididos. Sabían que este era un momento crucial en sus vidas, y ambos querían dar lo mejor de sí mismos, no solo por su futuro individual, sino también por lo que habían construido juntos.
Sin embargo, en medio de todo esto, Da-Hye empezó a notar algo que la preocupó. Seo-Joon estaba más distante, más reservado. Aunque seguía siendo cariñoso y atento, había momentos en los que su mente parecía estar en otro lugar, como si algo lo estuviera distrayendo.
Una noche, mientras estaban estudiando en la biblioteca, Da-Hye decidió enfrentarlo. "Seo-Joon, ¿estás bien? Has estado actuando... diferente últimamente."
Seo-Joon levantó la vista de sus apuntes, sorprendido por la pregunta. "¿Diferente? No lo había notado. Solo estoy cansado, supongo."
Da-Hye entrecerró los ojos, sintiendo que había algo más. "Sé que estás cansado, pero esto es diferente. Si hay algo que te preocupe, puedes decírmelo."
Seo-Joon vaciló por un momento, como si estuviera decidiendo si debía o no compartir lo que estaba en su mente. Finalmente, suspiró y habló. "Es solo que... he estado pensando en lo que pasará después de la competencia. No solo con las universidades, sino con nosotros."
El corazón de Da-Hye dio un vuelco. "¿Con nosotros? ¿Qué quieres decir?"
Seo-Joon la miró con seriedad. "Quiero decir que, a veces, me preocupa que toda esta presión nos esté afectando más de lo que admitimos. Hemos estado tan enfocados en el futuro que... siento que hemos perdido un poco del presente."
Da-Hye sintió un nudo en la garganta. "Sé a qué te refieres. Yo también lo he sentido. Pero no quiero perder lo que tenemos. Eres lo más importante para mí."
Seo-Joon sonrió, aunque había una sombra de preocupación en su rostro. "Y tú para mí, Da-Hye. Es solo que... no quiero que todo esto nos cambie, que nos aleje."
Da-Hye tomó su mano, apretándola con fuerza. "No lo hará, Seo-Joon. Prometo que, pase lo que pase, seguiremos siendo nosotros. No dejaré que nada nos separe."
Seo-Joon la miró a los ojos, encontrando en ellos la misma determinación que siempre había admirado. "Tienes razón. Estamos juntos en esto, y lo superaremos."
Esa noche, al despedirse, compartieron otro beso, pero esta vez, ambos sintieron que algo había cambiado. Era como si, al enfrentar sus miedos y preocupaciones, hubieran renovado su compromiso el uno con el otro.
El día siguiente trajo consigo una nueva sorpresa. Cuando Da-Hye y Seo-Joon llegaron a la escuela, notaron un alboroto inusual en los pasillos. Al principio, no le prestaron mucha atención, pero pronto descubrieron la razón: una nueva estudiante había llegado a la clase.
Mientras entraban al aula, vieron a una chica alta y elegante hablando con el profesor Park. Su cabello oscuro caía en suaves ondas sobre sus hombros, y su sonrisa era cálida pero reservada. Cuando el profesor Park los vio, llamó a Seo-Joon al frente.
"Seo-Joon, me alegra que estés aquí. Quiero que le des la bienvenida a nuestra nueva estudiante," dijo el profesor, mientras la chica se giraba para mirarlo. "Ella es Hye-Rin. Acaba de transferirse, y como vienes de la misma escuela secundaria, pensé que podrías mostrarle el lugar."
El mundo de Da-Hye pareció detenerse por un momento cuando vio la expresión de Seo-Joon. Era una mezcla de sorpresa y algo más que no pudo identificar de inmediato. Hye-Rin sonrió amablemente, pero había algo en la forma en que miraba a Seo-Joon que le dio un mal presentimiento.
"Hola, Seo-Joon. Es un placer verte de nuevo," dijo Hye-Rin, su voz suave pero segura. Seo-Joon asintió, recuperándose rápidamente de la sorpresa.
"Hola, Hye-Rin. No esperaba verte aquí," respondió Seo-Joon, con una sonrisa que no llegó del todo a sus ojos.
Da-Hye observó la interacción, sintiendo una incomodidad creciente. No sabía quién era Hye-Rin, pero estaba claro que tenía una historia con Seo-Joon, una historia que él no le había contado. Y, por primera vez, Da-Hye sintió que algo fuera de su control estaba a punto de cambiar la dinámica entre ella y Seo-Joon.