Kristen pertenece a una familia de asesinos y para poder sobrevivir tendrá que matar. Experimentará todo tipo de dolor hasta perderse a si misma, olvidará quien fue alguna vez y comenzará a matar a todos sin importar quienes sean.
Pesadillas, voces y un sujeto que siempre está a su lado. ¿Cómo será el final de Kristen?
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Octava Russen
Tres años después.
Kristen se encontraba en Aveyron, ciudad de Madgir. Estaba persiguiendo a una mujer, su próxima presa y ella estaba yendo con tranquilidad debido a la facilidad del trabajo. No sentía nada de presión y por los años de experiencia, no sentía nada de nervios.
Había muchas personas transcurriendo por las calles debido a que, en Aveyron había mucho comercio, tanto de especias como de esclavos. Esto último era desagradable a los ojos de Kristen. Pero tampoco buscaba hacer algo para oponerlo.
Kristen miró como la mujer se metió a un burdel y soltó un suspiró y luego se dirigió a otra parte, exactamente a la posada donde estaba quedándose.
Abrió la puerta con la llave que le habían dado en recepción y se sentó en la cama. Luego miró su larga coleta de un lado en su hombro y chasqueó la lengua. Sacó su navaja y la cortó mientras cerraba los ojos. Hacer esto si que le movía un poco el corazón pero, después de tantas cosas el sentimiento de dolor o cualquier otro, había desaparecido o no era muy notable en ella.
Tiró lo cortado al suelo y luego comenzó a desvestirse la parte de arriba y vendó sus senos con tela y luego volvió a vestirse, se miró al espejo y comenzó a corregir las puntas del cabello.
—¿Ya debería de iniciar a eliminar a las pestes? —Kristen se dirigió al sujeto y este simplemente subió ambos hombros en respuesta. —¿En serio, que mierda eres? Supongo que simplemente estoy loca… —Kristen puso las tijeras sobre la mesa y salió de la habitación con su pelo corto y sus pechos escondidos. Durante estos tres largos años ese sujeto la acompañó, después de su primera misión, no volvió a tener interacción con ese hombre, él simplemente la observaba y eso era algo que le producía un gran escalofrío en algunos momentos a Kristen.
Cuando llegó a la parte de abajo pensó en la voz y se fue del local pero, afuera se corto con la navaja el cuello y luego tomó vendas y las vendó. Kristen no dejó salir ni una sola mueca, ella ya había soportado más que eso.
—Ahora sueno mejor. —Habló escuchándose con la voz algo grave y ronca. Su mirada era vacía y perdida.
Regresó al burdel y entró dándole una bolsa de monedas a la que estaba en la puerta. Dio la descripción de la chica con la que buscaba pasar el rato, rubia de ojos verdes y con forma de reloj.
Mientras Kristen bebía algo de licor llegó la chica a la habitación, vestía atractivamente y traía un maquillaje encantador. Con el ritmo de la música ella empezó a mover sus cadera dejando a Kristen perdida en sus movimientos.
«Se supone que esto no debía emocionarme, ¿Qué sucede?». Kristen sintió un leve cosquilleo su parte íntima.
«La hija de un noble bastante conocido en la alta sociedad, echada de casa al ser descubierta teniendo relaciones antes del matrimonio. Ah… toda una lujuriosa, mira donde vino tan solo con ser botada. Bueno, debo matarla, de acuerdo al pedido, la razón es porque es una vergüenza para su familia».
—¿En qué piensa mi señor? —Ella se había acercado y tomó el rostro de Kristen entre sus manos. —¿No le agrada mi baile? —Empleó una voz suave y seductora. Algo que hizo emocionar a Kristen todavía más, su pecho latió más rápido, «Esto que siento…»
—Quítate la ropa. —Kristen le ordenó y ella obedeció y comenzó a desvestirse. Kristen se acercó y la tomó del cuello y la besó presionando sus labios contra los de ella. Sus movimientos eran torpes, esa era su primera experiencia.
—Qué rudo… —Ella gimió y Kristen la miró fríamente.
—Haz silencio, perra. —Ella se sonrojó ante aquellas palabras y abrazó a Kristen.
Kristen también se desvistió y se esperó que la mujer se sorprendiera pero, ella siguió perdida en el placer.
—Tome, use esto. —Kristen miró esa cosa que tenía la forma de un miembro masculino y llevaba algo para sostenerse a la cintura.
—¿Qué es eso?, olvídalo, no respondas. —Kristen simplemente se lo ajustó a la cintura y lo metió dentro de ella. Y comenzó a moverse mientras acariciaba los senos de la mujer. Kristen realmente no sabía que hacer, pero, cada vez que rosaba, besaba la piel de la mujer se sentía mejor y era más excitante.
«Mierda, esto no estaba en el plan… me dejé llevar por esta mujer». Y en medio de estocadas Kristen puso sus manos alrededor del cuello de la mujer y comenzó a apretarlo.
La mujer pensó que era un juego así que dejó que Kristen le apretara el cuello pero, cuando se sentía sin aire comenzó a palmear el brazo de Kristen con desesperación.
—Vaya… esa fue una experiencia realmente… —Kristen se quitó la cosa de su cintura y la tiró al suelo. —Mierda… me estoy volviendo como ellos. —Suspiró cansada y se acostó al lado del cuerpo muerto. Nuevamente volvió ese pensamiento de no ser útil.
Kristen metió el cuerpo en un sacó y luego pagó para salir con él, nadie le cuestionó nada. La llevó sobre su hombro y cuando llegó a la posada, todos se quedaron viéndola con sorpresa y curiosos por el saco pero, a simple vista se notaba lo que era.
—¿Es un asesino? —Susurros.
—No lo parecía, estaba muy calmado. —Más susurros.
—¿No era una chica?
Kristen dejó el cuerpo en recepción y fue a buscar sus cosas, cuando regresó vio a un hombre queriendo abrir el saco, así que, sin pensarlo dos veces le cortó los dedos.
—¡Qué te pasa perra estúpida!
—¿No te han enseñado a no tocar las cosas de los demás? —La mujer del hombre corrió y tomó a su marido, hizo una reverencia y comenzó a empujar la espalda de su esposo.
—¿No escuchaste nada? Dicen que es una Russen, en el imperio no hay muchos con el pelo blanco. —Regañaba a su esposo.
—Gracias. —Kristen le entregó la llave al dueño y se marchó con el cuerpo, después de eso la posada se llenó de especulaciones y de allí salieron muchos rumores.
«Tal vez no debí llamar tanto la atención».
Llegó donde su cliente y le mostró el cuerpo de la mujer. El hombre miró con tristeza el cuerpo desnudo pero, lo pateó con todas sus fuerzas y luego dijo.
—Ya no hay manchas en la familia. —El cliente era el padre de esa mujer.
—¿Señor? —Kristen lo interrumpió y embozó una sonrisa.
—Disculpa. Mayordomo tráeme el pago. —El hombre que estaba parado con un traje negro y corbata se alejó y luego volvió con un saco y se lo dio a su señor. —Míralos, son los mejores venenos, vienen de Serpens. Créeme, no importa que tan resistente al veneno sea, contra estas bellezas no podrán. Vienen con sus antídotos, me dijo que lo probaría en usted, así qué, envié a buscar los antídotos también.
Kristen asintió mirando cada frasco. Admirando los detalles y los colores de cada botella.
—¿En serio no tomará el dinero?
Kristen se lo pensó y respondió.
—Bien, no quiero el dinero pero, a cambio busque información sobre el líder de los Russen y quienes sean sus aliados o amistades. Y cómo es algo peligroso, le recomiendo contratar a extranjeros para esta misión. Un placer hacer negocios con usted. —Kristen se levantó con el saco lleno de venenos.
—¿Quiere que le acompañe?
—No, no se preocupe, conozco la salida. —Kristen caminó firmemente con esa fría mirada plasmada en su rostro.
Se volvió lesbi? O es bi?