¿Quién podría enamorarse de un misterioso hombre que solamente lo ve por las noches?
Rocío Martínez, una joven que se sacrifica día a día por su humilde familia. Con un primer amor que solamente le dejó inseguridades.
Sam Warren, un hombre que creció con todo el dinero del mundo, mujeriego y solitario. Que jamás a recibido afecto y amor de su familia.
Cómo estas dos personas tan diferentes pueden llegar a amarse incondicionalmente y enfrentarse a todos con tal de proteger su amor y a su familia.
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En la casa de Rocío.
Cuando mi jefe se fue, mi madre entró a mi habitación tomando asiento a mi lado para platicar conmigo.
_ Hija, creo que no fuiste muy amable con ese buen hombre que es tu jefe, ya qué amablemente nos trajo a casa y he visto como ha estado muy pendiente de ti todos estos días.
_ Lo sé mamá, es solo que me parece extraño que un hombre tan importante y con tanto dinero se tome, estás molestias con una simple empleada como yo _ le digo a mi madre tratando de ser muy sincera con ella.
_ No considero que tenga malas intenciones hija, en sus ojos no veo maldad, quizás él siempre actúa así con todos sus empleados y más bien si el accidente lo tuviste en su empresa y que por culpa de uno de sus empleados estés cómo estás ahora.
_ Quizás tengas razón mamá, cuando lo vuelva a ver le daré las gracias personalmente _ le digo a mi madre para no seguir hablando más de él porque hoy en la noche quedó de venir a visitarme Net, por lo que me tiene un poco ansiosa, porque hoy se lo presentaré a mi madre y a mis hermanitas para que lo conozcan.
(Sam Warren)...
Me encuentro afuera de la casa de Rocío, vestido como Net, a punto de tocar la puerta, pero antes me tomo un tiempo para observar y detallar esa humilde y pequeña casa en la que vive Rocío junto a su familia. Mientras me río de mí mismo como un tonto porque yo jamás me imaginé conocer esta realidad, la cual siendo sincero me gusta y me siento cómodo en ella, puesto que es muy diferente a mi vida fría y solitaria en la que crecí, rodeada de grandes y excéntricos lujos.
Toco la puerta...
Me abre de inmediato su madre, quien me saluda con una bella sonrisa en su rostro mientras estira su mano para saludar.
_ Buenas noches, señora, mi nombre es Net y vengo a ver a Rocío _ le digo raspando la voz para que no me reconozca.
_ Un gusto conocerte Net, Rocío ya me habló de ti, así que pasa ella te está esperando en su habitación _ comenta su amable madre llevándome a la que es la habitación de Rocío quien me espera.
Al caminar no pude evitar detallar su casa, la que me sorprendió mucho porque su interior es más humilde de lo que yo me pude imaginar, ese sofá café desgastado por el tiempo, una pequeña mesa que al parecer es su comedor y una pequeña televisión que pensé que ya estaban obsoletas, pero que a pesar de ser tan pobre, esa casa huele a ella, a la chica con hermosa sonrisa que con el simple gesto de regalarme un poco de su comida una noche me enamoró como a un adolescente, mientras que yo solo por aburrimiento de mi monótona vida, me hice pasar por vagabundo, pero qué desde esa noche ella sin saberlo me cambio la vida.
_ Ven, entra, no tengas vergüenza _ me dice Rocío al verme parado en la puerta de su habitación.
_ Permiso, ¿cómo estás?_ digo al entrar para sentarme en una silla que se encuentra al costado de su pequeña cama para estar cerca de ella.
_ ¿Quieres algo para comer o de beber? _ me pregunta su madre que me mira detalladamente la máscara.
_ No, muchas gracias, no se preocupe, estoy bien así _ le respondo algo incómodo, puesto que no me puedo quitar la máscara de mi rostro para comer o beber algo.
_ Bueno, si necesitas o quieres algo solo me lo pides, yo iré a la cocina a terminar de lavar los trastes sucios que me faltan _ dice su madre saliendo de la habitación, mientras que Rocío me regala una tierna sonrisa al darse cuenta de que me puse muy nervioso ante su madre.
_ ¿De verdad que no quieres algo para comer? Me dice Rocío tomando de mi mano para acariciarla.
_ No gracias, solo quiero estar contigo, y saber cómo te sientes el día de hoy.
_ Bien, ya más tranquila al estar en mi casa _ me responde Rocío para luego platicar casi por dos horas las que me parecieron solo unos minutos, ya que junto a ella el tiempo se me detiene. Y en los cuales sus hermanitas entran en medio de empujones para saludarme, saliendo casi de inmediato de la habitación comentando en voz baja algo sobre mi máscara.
Rocío se disculpó ya qué pensó que me sentí incómodo ante el comentario de aquellas pequeñas y traviesas niñas.
(Ante su disculpa me sentí miserable por el hecho de que yo le miento y me estoy haciendo pasar por un hombre que no soy en realidad)
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Así, sin darme cuenta, pasaron los días y las semanas, visitando cada noche a Rocío, quien ya se encuentra muy bien de su pierna. Y que en unos pocos días ya podrá volver al trabajo que tanto desea volver, puesto que me contó que tiene la necesidad de dinero para poder pagar la renta y los gastos de su casa.
(Al escucharla, que más quisiera yo en darle todo lo que se merece, pero no puedo ya que al fingir ser un pobre vagabundo ni siquiera puedo regalarle flores y chocolates, pues lo único que poseo es solo lo que llevo puesto)
Si, me encargue en estos días qué apenas vuelva a la empresa Rocío, le paguen su salario por completo aunque no haya trabajado todo el mes. También me enteré por el encargado de recursos humanos, que solo le hizo el contrato por un salario muy bajo por petición de la recepcionista.
Obviamente, me encargué de inmediato y le ordené que le triplicaran su sueldo y que inmediatamente le reduzcan el salario a la inepta recepcionista porque el día que le exigí que le diera el empleo Rocío debió recibir su mismo salario.
También conocí mejor a las hermanitas de Rocío, quienes ya las sé distinguir porque al principio siempre las confundía al ser casi idénticas físicamente, pero con personalidades muy diferentes cuando las llegas a conocer y lo mejor de todo es que ya no se sienten incómodas al verme con esa horrible máscara y para qué hablar de su madre que cada día me siento más cercano a ella, puesto que es una dulce y cariñosa mujer.