Omega Sí, Débil Jamás.

Gianna está de nuevo sobre el cuerpo de Marcus y este tiene nuevamente sus dedos entrecruzados para evitar que se escape.

Gianna lo observa y aparentemente está dormido, la noche anterior fue un caos y a pesar de eso se sentía en paz.

La joven lo miró dormido, se ve tan tranquilo, no parece el hombre enojado del día anterior.

Ella se echa un poco más hacia arriba y deja un pequeño beso en sus labios.

Subió un poco más y beso su cara haciendo un camino de besos alrededor de ella.

—Mmm. Así quiero despertar todos los días, a partir de ahora. —Dice y abre sus ojos y ella se asusta.

—Hola… Solo quería hacer que me soltarás. —Dijo y él sonrió.

—Si quieres hacer que te suelte no debiste besarme así tan delicioso cachorrita, ahora te quedarás presa aquí. —Ella le sonríe.

—Iras al lago hoy… —Pregunta y ella niega.

—No, Drago no debió hacer eso, golpeó al dragón gris solo para hacerme caer y atraparme—Dijo y él le acarició el rostro.

—Te lastimaste cuando hizo eso. —Ella negó.

—No lo hice, pero se portó muy mal, atacó a ese dragón sin motivo. —Él la abrazó y dijo

—Mi cachorrita hermosa, entiéndelo, los dragones son los seres más posesivos que existen… —Explica.

—Los lobos suelen ser positivos, sobre todo los alfas, reyes y así, pero él les gana. —Dice ella.

—Verás, un dragón es muy celoso, egoísta y posesivo, he visto lobos con más de una pareja, un alfa con tres lunas, una luna con sus algas o más. —sigue y toma su barbilla.

—Pero jamás verás a un dragón con dos parejas, lo de ellos es solo de ellos. —termina y Gianna lo observa.

Marcus sigue explicando que un dragón, cuando consigue a la guardiana de su corazón allí se quedan, un dragón sería incapaz de rechazar o alejar a su Protectora o protector.

Una protectora es la pareja de un dragón, su destino para toda la vida está se las da Tiamat que significa vida” y “madre.

Marcus le explica solo un poco a Gianna, pero la verdad es que son criaturas fantásticas.

—Ese es el detalle, yo no soy pareja de Drago es un dragón, un enorme dragón sería una locura, debo hablar con él. —Marcus asiente.

—Iremos los dos de acuerdo… Ahora nos bañamos, vestimos y vamos a desayunar, siempre dejas de comer y no puede seguir pasando, dicen y van a preparar.

A diferencia de los lobos, los dragones no rechazan ni aceptan a nadie, ellos saben con solo verla quién es, se vuelven posesivos, irracionales, celosos, los dragones suelen ser un poco ariscos, ya que su carácter es arrogante y hostil al menos los machos.

Pero cuando un dragón consigue a su protectora, su destinada, ellos simplemente se vuelven ciegos, no hay nadie más para ellos jamás.

Los dragones son seres que poseen poderes de distintos tipos, no solo botan fuego, agua, hielo, solo los descendientes de reyes poseen todos los elementos, los demás solo escupe fuego, o hielo, o agua.

¿Un dragón puede enamorarse de una humana?, si puede.

Estos animales místicos no tienen conexión que los obligue a estar con alguien, ellos sienten amor y es en ese momento cuando su pareja lo ama y lo acepta, puede haber un cambio, en cada pareja es diferente.

Los dragones son seres emocionales y cuando aman son intensos, la muerte de la pareja de un dragón lo destruiría dejándolo si alma, sin poderes y sin ganas de vivir, no hay segundas oportunidades, es una sola.

Marcus baja con Gianna de la mano y llegan directo al comedor todos están sentados y Máximo se levanta y abraza a Gianna, Marcus tiene que hacer un esfuerzo demasiado grande para no romperle la cara a su hermano, Dayana se da cuenta de la cara de Marcus y corta el abrazo abrazando está vez ella a la joven, Marlon y Darío también lo hacen.

Luego todos comen en tranquilidad, máximo le pidió disculpas a Gianna por lo de ayer, aunque el desayuno es tranquilo, hay una cierta tensión entre ellos.

—Bueno, Gianna quiero que me acompañes al centro comercial, hoy vienen unas amigas hijas de la gente más poderosa del reino. —Dice sonriendo.

—Llegan hoy y estarán unos días aquí y hoy nos encontraremos allí para comprar ropa nueva y todo lo necesario para divertirnos.—Dice Dayana.

—Claro, vamos y por qué vienen esas chicas. —Pregunta Gianna la curiosidad la invade.

—Se viene la coronación de Marcus y ya es hora de que consiga pareja él, Marlon y Máximo, Darío y yo aún estamos a Salvo. —Dijo Dayana sonriendo la mirada de Gianna gira hacia Marcus y le abre sus ojos con ironía.

—Iré por mi bolso y vamos —Dijo subiendo sin más, la joven toma su bolso, se echa un poco de perfume y luego gira lista para irse, pero choca con el pecho de Marcus.

—Príncipe… —Dice ella.

—Mi princesa… Vas a salir y no me dijiste nada. —Dice un poco divertido.

—Tú escuchaste, permiso. —Dice y lo trata de apartar.

—De aquí no sales hasta que se te pase la rabia. —Dice y ella lo mira extrañada.

—¿Yo?… Para nada porque lo estaría. _ Dice ella y él sonríe.

—Por las chicas que vendrán te molestaste… —Ella lo mira y le dice

—No Príncipe … Vas a ser un rey y necesitas una reina. —Dice y él la mira seductoramente.

—Ya la tengo, la fiesta es más para que mis hermanos consigan pareja. —Dice y ella trata de irse de nuevo.

—Muy bien rey que tenga bonita vida, igual y yo también consigo pareja. —Le pasa, por un lado, y él le agarra lamo y entrelaza sus dedos.

—Suéltame, tengo que salir con Dayana. —Dice y él sonríe.

—Tenemos cachorrita. —Voy a ir con ustedes.

Ella no lucha, es inútil, este hombre es imposible.

Ambos bajan y todos ven el agarre de sus manos, Máximo le sonríe a Gianna y Dayana es la que se queja y le dice que si va, pondrá nerviosa a todas sus amigas.

Gianna se tensa ante el comentario y él una vez están en el auto le rodea la cintura.

El camino dura aproximadamente veinte minutos y llegan al centro comercial.

Varias chicas ya están esperando las hojas de la crema y nata están en un café en el centro comercial.

Le abren la puerta y sale Marcus y luego Gianna y Dayana, la mirada de todas cae en Marcus, pero este calma la situación cuando toma de la mano de Gianna volviendo a entrelazar sus dedos con los de ella.

Todas quedan impactadas, por eso, la decepción y rabia se puede detectar en algunas miradas, aunque otra no les prestan atención.