Hannah sólo fue una apuesta para él y eso arruinó su vida
Él necesita trabajo y ella será su jefa
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Capítulo 10 Cínico
David
La hija del señor Stevens cuando llegué estaba tan concentrada en su trabajo que no quise molestarla. No sé dignó ni a levantar la mirada del computador para al menos decirme buen día.
Comencé a hacer mi trabajo y sentí un muy mal presentimiento, pero intente mentalizarme de que nada malo podría suceder...
Intentaría ser simpático con la nueva jefa aunque creyera que la simpatía no habitaba en su delgado cuerpo.
Fui al sanitario y al salir ella no estaba en su escritorio. Unos pasos comencé a escuchar, era ella seguramente por el sonido de los tacones. Acomodé mi corbata, seque el sudor de mis manos e intenté sonreír. De pronto la puerta se abrió y una mujer super bella apareció en mi campo de visión.
Usaba un vestido ajustado a sus curvas y una chaqueta a juego. Primero admire sus torneadas piernas, seguí mirando hacia arriba y tenía una delgada cintura y grandes senos. Cuando llegué a su rostro sentí que moriría. Un ángel demasiado sensual pero sus ojos podría jurar haberlos visto aunque una mujer así no creo que sea sencilla de olvidar.
Extendí mi mano y puse mi mejor sonrisa nerviosa
-*Buenos días señorita soy el nuevo contador, comencé hace poco tiempo. Soy...
-¿David Palmer?
-Si, es un placer
-Lamento no poder decir lo mismo*
Me quedé con mi mano extendida y algo decepcionado. Muy descortés resultó ser mi jefa y no le caigo nada bien, no entiendo el por qué si a ésta belleza no la ví antes.
-¿*Disculpe?
-No lo disculpo nada*
La ví seguir su camino al escritorio y sentarse en su silla. Rápidamente marcó un número y esperó impaciente que le contestarán mientras hacía sonar sus uñas en el escritorio. Estaba hechizado siguiendo cada uno de sus movimientos, por más que lo deseaba no podía dejar de verla e imaginar Miles de escenarios dónde estábamos juntos pero sin ropa
-*Deje de verme y mejor póngase a trabajar el poco tiempo que le quede aquí
-¿Como dice?
-Que me ocuparé personalmente de su despido*
-Yo... yo... lo siento señorita en verdad necesito este empleo, por favor no me despida
Suplique con un nudo en la garganta, de ser preciso le rogaría a ésta mujer para conservar mi puesto. Definitivamente debe de ser adoptada porque no heredó la amabilidad de su padre ni la educación. Fría, prepotente, maleducada. Bella con apariencia de ángel pero con un carácter de los mil demonios.
-Papá me puedes explicar qué diablos hace trabajando aquí éste imbécil- dijo mirándome fijamente
-*No lo puedo creer, ¿En qué estabas pensando? Me importa un rábano si es el mejor no lo quiero aquí
-Eso no es tu problema
-Bien como quieras*
Luego de una breve conversación con su padre colgó demasiado molesta. Me veía de una manera que si las miradas mataran yo estaría tres metros bajo tierra
-Al parecer mi padre te contrató de modo efectivo. A ver cuánto duras aquí
-*Perdone señorita pero no comprendo por qué me trata así, ¿Nos conocemos?
-Siempre supe que eras un maldito sinvergüenza pero no creí que a tal punto. Ahora tienes la decencia de preguntarme, serás cínico maldito infeliz*
-Yo no la conozco, creo que me confunde con alguien más
Yo jamás la ví antes, una belleza así no puede ser olvidada. La recordaría ¿O no?