Siendo Esa Princesa

-Muchas gracias, señorita. Es raro que una dama noble como usted nos visite y nos brinde ayuda de esta manera- dijo alegremente una anciana, que vive sola con su marido que sufre parálisis en una choza destartalada y frágil.

Los huesos solo estaban cubiertos de piel como si no tuvieran carne, esto conmovió mucho a Diana, que sintió ganas de llorar al ver la condición de la gente pobre que se encontraba escondida entre la majestuosidad y el lujo de la ciudad.

-¿Ustedes dos viven solos?- preguntó Diana con ojos llorosos.

La abuela, que estaba alimentando a su marido con un trozo de pan que le había regalado Diana, se giró y sonrió amargamente.

-Solíamos tener un hijo. Pero murió mientras luchaba. Para ser precisos, hace 7 años- respondió con voz temblorosa.

-Entonces, ¿quién los ayuda?- La abuela volvió a sonreír.

Sacudió la cabeza.

-No hay ninguno. Sólo hay un sobrino que de vez en cuando trae comida. Aun así, no todos los días porque también tiene imitaciones. Como nosotros.

-Si él no viene, ¿cómo comerán?

-Tenemos... que ayunar- La abuela trató de parecer dura.

- O buscar restos de comida en la basura. Incluso entonces, a veces sólo alcanza para darle a mi esposo.

-¿El gobierno nunca ha brindado ninguna ayuda?

-¡No, señorita! ¿Porque nos prestaría atención los superiores?, parece que ni siquiera saben dónde estamos.

El corazón de Diana se hundió cuando escuchó las palabras de la abuela. El odio se incrustó cada vez más en el corazón dirigido a Ashlan.

¿Ese hombre era realmente tan cruel?

No sólo era cruel con ella sino también hacia su pueblo.

De hecho, un rey con gran poder debería poder glorificar los servicios de sus soldados que murieron en el campo de batalla.

Si no puedes permitirte mantener a todos los miembros de la familia, al menos darles una compensación acorde a sus respectivas condiciones económicas.

Después de proporcionar alimentos a la pareja de ancianos, Diana volvió a ver a los niños jugar en medio de las celebraciones.

Las ropas gastadas y rotas aquí y allá no empañaron su felicidad al disfrutar del desfile. Su risa inocente y alegre le dio a Diana un poco de consuelo.

Al menos, Diana todavía estaba agradecida de no tener hambre y poder dormir en un lugar cómodo. A diferencia de aquellos niños y la pareja de ancianos que tenían que luchar contra el hambre y el frío casi todos los días.

-Ven a jugar!- Un niño le gritó a Diana que fuera a jugar a perseguir con los otros niños.

-¡Está bien, vamos!- Diana asintió con entusiasmo.

-¡Su Majestad, no lo haga!- dijo Mulanie mientras sostenía el brazo de la Reina quien ya estaba dando pasos para correr mientras levantaba ligeramente su vestido.

-Está bien, Lanie. De vez en cuando, está bien divertirse. Además, esto no es el palacio. Y la buena noticia es que nadie me reconoce en este lugar- respondió Diana con ligereza mientras soltaba la mano de Mulanie.

-Pero...- Las palabras de Mulanie fueron en realidad menos rápidas que la carrera de Diana.

La mujer ya estaba mezclándose con los niños, riendo alegremente mientras jugaba.

Los 4 caballeros que estaban mirando tampoco pudieron hacer nada. Mulanie les había pedido que permanecieran en silencio y no destacaran para que la identidad de Diana siguiera siendo un secreto.

Mientras Diana se divertía jugando y Mulanie, que también estaba entretenida, miraba, de repente hubo una gran explosión.

En una fracción de segundo, el muro defensivo no lejos de donde estaba Diana se derrumbó repentinamente. La mujer se quedó helada del shock.

Afortunadamente, un Caballero se movió a tiempo y logró salvar a Diana a pesar de que él mismo fue aplastado por una pared derrumbada.

La bulliciosa risa de felicidad de repente se convirtió en lágrimas y gritos de dolor. La celebración que inicialmente estuvo llena de gente haciendo cabriolas alegremente ahora ha sido reemplazada por gente tirada impotente y con heridas.

Decenas de personas aplastadas por los muros derrumbados parecían resignadas a su destino.

Se podían escuchar las voces de niños, padres, mujeres y hombres gritando los nombres de sus seres queridos que fueron víctimas.

Con manos temblorosas, Diana sostenía en sus brazos a un niño que hace unos momentos todavía se encontraba muy sano e incluso corría lleno de energía con ella.

Pero ahora el niño se está muriendo. Diana lloró desesperada. Las peticiones de Mulanie y varios guardaespaldas de que lo llevaran a un lugar más seguro fueron ignoradas.

-¿Qué debo hacer? ¡despierta, pequeño!- Diana susurró mientras acariciaba la mejilla del niño.

Sin respuesta. todavía permanecía inmóvil con los ojos cerrados y su cabeza continuaba rezumando sangre.

-¡Arghhhh!- gritó Diana desesperadamente. Se sentía completamente inútil en ese momento.

Le vino a la mente la imagen de su padre y su madre, fallecidos hace varios años. En el pasado, no logró salvar a las dos personas que más amaba en el mundo.

¿Y ahora también tiene que volver a fallar en salvar a alguien?

-Ayúdame. Por favor...- susurró Diana, que no sabía con quién estaba hablando.

Ya sea para ella misma o para el propietario original del cuerpo. Diana Esmeralda.

De repente, el collar que llevaba brilló intensamente. La gema verde irradiaba una luz que deslumbró los ojos de todos.

Su cabello, que originalmente era castaño, ahora lentamente se está volviendo de un hermoso color plateado.

La luz verde se extiende hasta el suelo. Como las raíces de un árbol que se extienden, el poder centrado en Diana continúa moviéndose y penetrando el cuerpo de todos los que sufren heridas.

Ocurrió un milagro. Todas las víctimas que aún estaban vivas finalmente se recuperaron, aunque se encontraban en condiciones diferentes.

Hay quienes se recuperan completamente en un instante, también hay quienes todavía sienten dolor, aunque no tanto como antes.

Todos los que vieron el incidente quedaron inmediatamente asombrados. El emperador Ashlan, que acababa de llegar al lugar, no fue la excepción.

-¿Reina?- Ashlan llamó con una mirada de incredulidad.

Una princesa de la que se decía que no tenía ninguna habilidad mágica realizó hoy un milagro que Ashlan nunca había visto.

De hecho, el gran mago que acababa de llegar también parecía brillar de alegría.

Era como si acabara de encontrar un tesoro raro en medio de un mar de tristeza.

Al darse cuenta de lo que acababa de hacer, Diana miró al hombre que estaba parado frente a ella. La mujer de ojos verdes miró hacia arriba. Dijo en voz baja:

-¿Emperador?- Y, finalmente Diana se desmayó y su cabello plateado volvió a su color original.

-¿Reina?- Ashlan rápidamente atrapó el cuerpo de Diana antes de que cayera al suelo.

Mientras tanto, el niño que había estado en el regazo de Diana ahora se levantó y corrió a abrazar a su madre que acababa de llegar.

-¿Reina? ¿Estáras bien?- Ashlan preguntó presa del pánico. Él mismo cargó el cuerpo de su esposa.

La oferta de ayuda del caballero Bennett fue ignorada.

&Solo ocúpate de este lío. Descubre quién es el autor intelectual y el perpetrador. ¡No muestres piedad, Rick!- Ashlan gruñó con ira destellante.

Quienquiera que esté detrás de este incidente, se asegurará de recibir el castigo que se merece.

......................

Actualizaré dos capítulos por dia por las noches, no tengo mucho tiempo, cuando lo tenga hare un maratón.