Mejor Juntos

RONALD GREEN

Al día siguiente de mi última cita con Minnie, Luna nos llamó a ambos para decirnos que este era el único día que nos quedamos para hacer una despedida de soltero si así lo deseábamos, la verdad no me molestaba la idea pero si me ponía pensativo que Minnie pudiera ir a una despedida con stripers, después de pensarlo me imagine que no pasaría, las únicas mujeres en la vida de Minnie eran su madre y hermana y no creería que iría con ellas a un bar de stripers, cuando le mencione a Harry, me dijo que lo dejara en sus manos y que el se encargaria de mi despedida, para Harry mis planes contra de los Watson no era muy bueno y menos si no lo hablaba con mi futura esposa, pero la verdad mis ganas de venganza podían contra mi deseo por Minnie.

Pasadas un par de horas le hice una llamada a mi futura esposa.

-Hola bonita -le dije tan pronto contesto.

-Hola Ronald -me respondió, sabía que aún tenía cierto recelo hacia mí, pero igual sería mía y muy pronto confiaría por completo en mí.

-¿Qué planes tienes para esta noche? -le pregunte.

-Oh iré a comer algo con mi madre y Natali -me respondió, justo lo que pensé- y ¿tú?

-No lo sé, Harry se encargará -le dije la verdad, ya había generado desconfianza en ella, los encuentros con Emma y prefería ser sincero está vez.

-Jmm me imagino lo que harás -me respondió.

-¿Estás celosa nena? -le pregunté riendo.

-Por supuesto que no, solo que supongo que la pasarán muy bien -me contestó, aunque ella se hacía la difícil yo sabía que le gustaba, decidí despedirme de ella y no molestarla más.

-Minutos después llegó Harry diciéndome la dirección y hora de mi despedida, además de Harry y yo, algunos amigos de la universidad asistirían.

MINNIE WATSON

Sabía que la despedida de Ronald no sería tranquila su fama de mujeriego no era mentira, pero esto me serviría para aceptar más el matrimonio por negocios, hablando de mi despedida, Natali me dijo que se encargaria de llevarnos a mamá y a mi a un buen restaurante, así que lo deje todo en sus manos, llegando la noche, fui a casa a prepararme me puse un vestido blanco escotado, con una abertura en la pierna, mi hermana había indicado que usará blanco.

Mi madre también lucía hermosa, cuando Natali nos recogió en su auto, note que ambas usaban rojo, mucho para una simple comida pero decidí no decir nada no quería ser malagradecida, sin darme cuenta después de unos minutos mi hermano paró su auto y alguien abrió mi puerta, era Flor una amiga de mi hermana que me caía muy bien, también iba de rojo.

-Bienvenida -me dijo ella con una gran sonrisa mientras me ponía una diadema con un pequeño velo y una banda que decía "Novia", detrás de ella estaban Angelina y Audrey

-Sé que no tienes muchas amigas, pero en cuanto les quisieron venir y hacer esto -me dijo Natali, yo le sonreía agradecida aunque nerviosa, no solía venir a discotecas, entramos y nos tenían apartada una zona VIP decorada para la despedida de soltera, nos sirvieron cócteles.

-Sé que no sueles beber, Minnie, pero hoy es tu noche, bebe y diviértete -me dijo Audrey acercándome mi cóctel, tenía razón, durante el resto de la noche, el alcohol hizo efecto en todas y la pasamos muy bien, bailamos, jugamos, reímos y bebimos, en cierto momento mamá se despidió, trasnochar tanto ya no era para ella, nosotras seguimos con la diversión y aunque se acercaban algunos hombres a nosotras siempre los despachábamos no era lo que queríamos, además mi hermana y Angelina estaban casadas y pues yo comprometida, durante cierto momento de la noche cuando estaba bailando sensualmente en la pista de baile sentí unas manos en mi cintura, cuando me di la vuelta para rechazarlo me sorprendí.

-RONALD -grite.

RONALD GREEN

Como lo esperaba Harry y dos amigos de la universidad William y Charles, me llevaron a un club de Stripers, era un lugar elegante y sensual, las chicas nos recibieron y nos trataron como reyes, al principio me sentí emocionado y excitado, pero después de jn rato la hermosa morena que estaba sentada en mi regazo no me estaba emocionado, aunque me decía que fuéramos a un privado justo como Charles había ido, mi mente solo estaba en mi prometida, le pedí a William que fuera a buscar a Charles, los chicos querían seguir de fiesta así que fuimos a una discoteca, pedimos Whisky y mientras buscamos mesa, vi a una hermosa rubia de blanco bailar sensualmente, tenía un pequeño velo, cuando me fui acercando, la reconocí, era mi mujer, mía, vi también a su hermana y otras chicas, le dije a mis amigos que fuéramos a esa mesa, mientras me acercaba a mi mujer, puse mis manos en su cintura sobresaltándola, cuando sé voltio se sorprendió.

-RONALD -me grito.

-Hola amor, gran comida con tu familia -le dije esperando una explicación, me sentí muy complacido, cuando ella me la dio.

Nos presentamos con sus amigas y salude a Natali, su hermana nos aviso que debía irse ya que era tarde y llevaría a casa a su amiga Audrey, pues la castaña estaba muy ebria, Angelina, una morena se fue con ellas, cuando le pregunto a Minnie que haría, yo le ofrecí a llevarla a ella y a la rubia Flor que se veía muy cómoda coqueteando con William, Natali acepto y se fue no sin antes encargarme a su hermana, ella si se preocupaba por Minnie.

Después de unos minutos decimos irnos, ya estaba muy tarde, Harry y Charles se fueron juntos, William se ofreció a Llevar a Flor y ella encantada acepto, yo me fui con mi mujer.

Durante el camino, Minnie se mantuvo callada, sabía que estaba un poco ebria, la veía con ese hermoso vestido blanco y me daban ganas de llevarla a mi casa y arrancárselo, pero ya había tomado la decisión de respetarla hasta la boda, cuando llegamos a su casa, me baje para abrirle la puerta del auto y acompañarla hasta la puerta de su casa, cuando ya había abierto la puerta, de voltio a mirarme.

-Gracias por traerme, fue agradable encontrarte en la discoteca -me dijo, yo la tomé en mis brazos.

-Ame verte hoy, estás hermosa, no puedo esperar para la boda -le respondí y la acerque a mí la comencé a besar y el alcohol al parecer hizo su efecto en mí, pues mientras introducía mi lengua en su boca, baje mi mano a su trasero y lo comencé a apretar, al parecer a ella el alcohol también le había hecho efecto pues lo permitió y gimio, eso me invitó a seguir adelante, así que moví mi otra mano hacia uno de sus pechos y también lo comencé a apretar, en medio de toda esa excitación recordé donde estaba y pare aunque sin quererlo hacer.

-Vamos muñeca, es tarde entra, mañana nos veremos -le dije dándole una nalgada suave, ella no dijo nada solo me sonrió tímidamente y cerró la puerta, yo volví a mi auto con una gran sonrisa en el rostro.