¿Por Qué Una Emperatriz?

CAMILA

La verdad no me espera lo que me dijo Jenaro, me pregunto qué tan desesperada estaba como para hacer algo tan grave como intentar quitarse la vida, según lo que me dijo me dijo Jenaro y el resto de las personas a les que les pregunte, desde que departo su actitud cambio por completo, e incluso empezó a hacer los deberes de la emperatriz y los hacia magníficamente, además siempre trataba con respeto a todos lo que la rodeaban sin importar su estatus, algo que no muchos nobles hacen.

Al principio todos desconfiaban de ella y de su nueva actitud, llegando a creer que era fingida, ero ella demostró que no era así, por lo que puedo darme cuenta que Danna Woz es la emperatriz que necesita el imperio de Nellike, pero ¿es la esposa que necesita mi hermano?, esa para mi es la cuestión más importante.

Llega la hora de la comida y decido unirme a mi hermano y a su esposa para poder darme cuenta por mí misma como es mi cuñada.

La verdad me esperaba muchas cosas de este primer encuentro, pero no esto, frente a mi estaba aquella chica que se arriesgó para salvarme, no pude evitar alegrarme, ella era la chica que quería para mi hermano, alguien fuerte, con carácter, pero más que nada alguien que estoy segura que lo amara sin máscaras, así que mi plan para separarlos ya quedaba totalmente anulado, ahora mi deber era que se dieran cuenta que son el uno para el otro.

Pude ver que al verme mi cuñada se puso pálida y algo nerviosa, no sé por qué, cuando nos sentamos a comer decidí evaluar su interacción, y la verdad estos parecían llevarse bien, y para hacer de Danna una mejor candidata ella nunca se quedó viendo la cicatriz de mi hermano, es más parecía no notarla, muchas mujeres solo se fijan en eso y lo rechazan por no ser apuesto, pero a Danna no parece importarle, es por eso que no dude en ningún momento en decirle a mi hermano que ella era aquella que me salvo, seguramente eso lo impresionaría.

- Hermano, adivina, la chica que te dije que me salvo la vida esta mañana es nada más ni nada menos que tu esposa, es de verdad muy valiente – le dije llena de orgullo, no me imaginé que ese sería un gran error considerando mi cambio de planes

- ¿Qué hiciste qué? – mi hermano le grita a su mujer muy enojado

- Que querías que hiciera, ¿Qué dejara que la lastimaran? – le contesto ella en el mismo tono

- Para eso llevas guardias contigo – oigo que dice

- Y que, se defenderme sola, y yo nuca le daría la espalda a alguien que me necesita y sé que puedo ayudar – le dijo ella, en un tono más calmado, creo que intenta calmar a mi hermano, pero él está más que enojado, y cuando se enoja puede llegar a ser alguien muy testarudo y no suele escuchar

- Pero debes ser mas consiente, eres la emperatriz, la madre del imperio, debes ser consciente de eso, tu deber es estar en el palacio, no haya afuera haciendo el ridículo – le dice mi hermano aun levantando la voz

- ¿el ridículo?, es enserio, a ver tu maldito machista de mierda, como madre de este imperio mi deber es velar por su gente, no quedarme como un simple adorno, porque si eso es lo que quieres búscate a otra – le dice ella muy enojada y sale del comedor dando un portazo

- Hermano, ¿Cómo pudiste hacer eso? – riño mi hermano cuando mi cuñada se ha ido

- ¿ahora la defiendes?, hace tan solo una horas estabas en su contra – me dice mi hermano

- Si tienes razón, pero admito que me equivoque, hermano esa es la mujer para ti, fuerte, amable y muy valiente, y además no se deja de ti, y debes admitir que te equivocaste – le digo

- Peor ella no debe exponerse, no me perdonaría si algo le pasará – me dice mi hermano y entiendo lo que pasa, el ya siente algo por ella, pero ¿ella sentirá algo por él?

- Sé que te preocupa, pero no paso a mayores, ella no merecía que le gritaras – le digo

- Tiene razón, debo de disculparme con ella – dice para salir del comedor en busca de su esposa

Al final quede sola en el comedor en el día de mi llegada, pero no me importa, ellos deben arreglarse, y en cuento a su matrimonio este debe continuar y sí Danna aún no siente nada por mi hermano yo les daré un empujoncito.

DANNA

Maldito hijo de su ¡ahj!, como me hizo enojar, debería haberme agradecido por salvar a su hermana, pero no en cambio me grito, yo tenía razón al no decirle nada, pero la princesa tenía que abrir la boca.

Sé que ella no lo dijo con mala intención, pero de haberse mantenido callada nos hubiéramos ahorrada tan mal trago, y lo peor de todo es que debido a la discusión no puede comer casi nada, algo que en verdad me súper enoja ya que yo amo comer y en vez de estar disfrutando de una deliciosa comida estoy refunfuñando como adolescente en mi habitación.

Oigo que tocan la puerta y espero que sea Anna con un plato de comida, pero cuando abro la puerta veo que no es Anna, aunque la persona al otro lado de la puerta si trae un plato de comida, pero no es Anna, es el mismísimo Amaro.

Yo al verlo no puedo evitar hacer una mueca de disgusto

- Lo siento, no tenía que haber gritado, es más tendría que haberte agradecido por salvar a mi hermana, pero me gustaría que entendieras que me preocupo por ti, lo que dije esta tarde no fue una mentira, tú me importas y lo último que quiero es que te pase algo malo – me dice y yo primero me conmuevo porque sus palabras ya que fueron muy lindas pero luego me pongo nerviosa al recordar su confesión, creo que nota mi duda ya que levanta el plato que sostiene en la mano – es una ofrenda de paz – me dice y ya con eso me gano, que puedo decir mi estómago es mi debilidad

- Pues espero que hayas traído otra, por que con eso solo como yo, y estoy segura que tú también debes tener hambre – le digo con una sonrisa, el pasa a mi habitación no sin antes decirle a uno de mis guardias que vaya a la cocina por otro plato de comida.

Ambos tómanos asiento en la pequeña mesa que está en mi habitación y no paso mucho tiempo cuando llegaron con la comida para Amaro y los dos empezamos a comer, la verdad fue una comida de lo más entretenida, los temas de conversación no pararon en ningún momento y una vez acabamos decidimos seguir con nuestro paseo por el palacio, la verdad me divertí.