Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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Rezo.
Elena.
- Es que de verdad, yo tenía a tu padre en un pedestal ~dice Grace~
- Yo también, lastimosamente ahora se ha convertido en mi peor pesadilla ~mi a mi alrededor~ Y ni hablar de James, no lo soporto. Soy una mujer de 30 años infeliz.
- Pero hermosa, solo tienes que salirte de las riendas de tu padre. Elena, por favor, ¿por qué no puedes ser como el papacito de tu hermana? ~rudo los ojos~
- Porque él no tiene una hija en la mira de papá, a demás, te recuerdo que también perdió contra él.
- Que horror, te prometo que dentro de unos meses iré. Hace unos días hablé con Hanna, creo que el divorcio se cancela ~no puedo evitar reírme~
- Ellos han solicitado el divorcio al menos dos veces y siempre lo cancelan, es como que se aman y a la vez se odian, pero se aman más. ¿Quién los entiende?
- Le dije lo mismo, parece que ello dos son los únicos que se entienden.
Desde aquí veo a James entras y lanzarse a la alberca, me despido de mi amiga y dejo el celular a un lado. No sé puede negar lo genial que se ve este hombre en bañador, pero Aarón... Él es el único que ocupa mi mente y corazón todo el tiempo.
De solo ver si cara cuando sale después de nadar un poco, mi cielo se nubla. No entiendo porqué finge que todo es normal, sabe que no lo amo y que me da asco compartir la cama con él.
- ¿Te sientes bien? ~dice sentándose a mis pies~
- Sí ~tomo los lentes oscuros y me los pongo~ ¿De verdad no deberías estar en la empresa?
- Debería, pero quiero estar con mi esposa ~dice mientras acaricia mis piernas~ Eres realmente hermosa.
- Gracias, siempre lo dices ~tomo el libro de la autoría de mi hermano y termino de leer el capítulo que dejé a medias~
- Hoy va a hacer una noche especial ~me alarmo y me quito los lentes~ Contraté a un chef ~toma uno de mis pies y lo lleva a sus labios~
- Hoy dormiré temprano ~es lo único que digo~
- ¿Por qué siempre quieres discutir? ~frunce el ceño~ Estoy tratando de hacer lo correcto, no soy tu enemigo, Elena. Sé que he cometido errores, pero de verdad te amo ~deja pequeños besos en mi pie~ Quiero que tengamos hijos y seamos una familia.
¡Eso jamás!
- No te daré hijos para que luego los mates lanzándome por las escaleras ~quito mi pie~
La vena en su frente sale a relucir y bruscamente me toma del cuello y me acerca a él, su agarre me está dejando sin aire.
- No me provoques ~sisea en mi cara~
- ¿Así es como piensas convencerme, animal? ~digo con dificultad~
Se queda en silencio y cuando pienso que me quedaré definitivamente sin aire, me suelta. Cuando creo que me ha liberado, enreda sus dedos en mi pelo y tira fuerte de él.
- Si fueras más inteligente, sabrías que es mejor llevarme por las buenas y no por las malas ~asiento asustada~
- Tienes razón ~tomo su rostro entre mis manos y lo beso~
Eso hace que baje la guardia e intensifico el beso, siento como su agarre se afloja y posa la mano en el óvalo de mi cara, sonríe en mis labios cuando finalizo el beso y yo finjo una sonrisa igual.
- Vamos a la alberca ~me susurra en el cuello~
Quiero negarme, pero si lo hago, lo más probable es que me tome del pelo, me arrastre hasta la misma y me ahogué. Pensando en el hecho de no saber nadar, sería muy fácil hacerlo pasar como que me ahogué intentando aprender mientras él permanecía en el despacho.
Con mi padre y este hombre nunca se sabe, por eso es que se entienden tan bien.
- Te acuerdo ~dejo el libro a un lado~
Con su ayuda, me levanto de la silla de playa y nos dirigimos a la alberca, sabe que no se nadar, por lo que me obliga a mantenerme sujetada de él, con mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas alrededor de su cintura. Eso es peor que morir ahogada, lo prefiero.
Siento como deshanuda la parte inferior de mi bañador y comienzo a temblar por la incomodidad. No me gusta lo que va a pasar.
- James...
- Sshh... ~veo como mi bañador flota en el agua~
Luego quita la parte que cubre mis senos y estos se ponen duro por el frío del agua, él sonríe y yo hago un gesto de asco sin que lo note. Sabe perfectamente que voy a negarme, por eso me calla. Lo detesto.
Me asusto cuando comienza a besar mi cuello y veo su bañador flotar también. Cierro los ojos y pienso en Aarón, es lo único que me ayuda a soportar esta tortura.
Siento como se adentra a en mí bruscamente y gimo de dolor. Me toca fingir mis gemidos, incluso muchos de ellos son reales cuando imagino al amor de mi vida haciéndome suya. Que me perdonen, pero he tenido que hacer hasta la técnica del agua para fingir orgasmos.
El personal de servicio al entrar lo único que hacen es salir apresurados nuevamente. Este hombre no tiene ni pudor, me toma y me hace hacerle cosas en cualquier parte de la casa sin importar si el personal de servicio nos ve.
Me siento exhibida, como si fuese un tipo de actriz porno al que cualquiera puede ver su contenido. Cierro nuevamente los ojos y pienso en el cabello negro, la profundidad de sus ojos oscuros, sus manos, su cuerpo...
- ¿Te gusta? ~pregunta con voz ronca~
- Sí... ~su voz...~
Si me toca imaginarlo para soportar esto, lo seguiré haciendo.
Flashback:
- Eres tan sexy ~dice mientras cuela su mano debajo de mi falda~
- ¡Aarón! ~río mientras tapo mi boca~ Nos escucharán ~susurro~
- Claro que no ~besa mi cuello~ No si no haces ruido ~sonríe~
Arranca mi braga y se las mete al bolsillo de su pantalón. En el baño de la casa de Morgan, veo como se baja un poco el pantalón y el bóxer para sacar su gran erección.
Convencida de que no nos escucharán, subo una de mis piernas al lavado y siento como se adentra suavemente en mi interior. Gimo y él comienza un lento, pero preciso movimiento con sus caderas.
Pasan al menos cinco minutos cuando suena los toques en la puerta.
- ¿Aarón? ~es Harry~
- No, soy Elena ~grito de vuelta~
- ¿Elena?, creí que Aarón estaba aquí.
- No creo que el querría ayúdame a cambiar mi toalla sanitaria ~Aarón aguanta la risa~
- Oh lo siento ~se escucha alarmado~ Quizá salió, perdón.
- Tranquilo ~los hombres siempre huyen con eso~
Cuando se oye que se aleja, no podemos evitar reír mientras continúa adentrándose en mí una y otra vez.
Fin del flashback.
- ¿Qué es gracioso? ~abro los ojos y lo miro~
- Esto... Es divertido ~me toca que mentir~
El agua se mueve con el movimiento de nuestro cuerpo y yo solo rezó porque acabe rápido.