Luego de morir a mano de su hermana y Prometido, volvió a la vida con la única meta de vengarse, pero con el tiempo se da cuenta que no solo tiene los recuerdos de su vida anterior sino que también va desbloqueando recuerdos que por un sello fueron encerrados en lo más profundo de su ser.
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Capítulo 4- Cumpleaños
Los días pasaban, mamá estaba muy emocionada, pero la verdad a mí me da igual, un par de días antes de mi cumpleaños Ariandel llegó.
- Hola Elaria, mucho tiempo sin vernos.
Melissa la mira y la regaña.
- No debe hablarse así a su Alteza, tenga más respeto.
- No te preocupes Meli, Señorita Ariandel, mi doncella la guiará hasta la habitación que ocupará, por favor síganla.
Dicho eso me retiré, escuche como Ariandel trataba de decirme algo, pero la ignore, y me fui al jardín, quería dar un paseo verla de nuevo me hizo revolver el estómago.
- Oh prima, me preguntaría si podría tomar el té contigo.
Me iba a negar, pero al voltearme vi a mamá y sin más opción acepté.
- Ariandel, deberías tener un poco más de respeto al hablarle a la princesa.
Dice mi mamá.
- Oh, lo siento tía, no volverá a pasar.
La hora del té se pasó entre pláticas de mamá y Ariandel, yo ni me moleste en decir algo.
- Debo disculparme, tengo que irme.
Dije levantándome de la mesa, ya estaba harta de estar allí.
Me fui a la habitación y terminé mi tarea, debía entregarla mañana. A la mañana siguiente me arregle y luego del desayuno fui a mi clase, todo fue rápido, así que al terminar todas mis clases de princesa fui a almorzar, antes de irme a entrenar, al llegar al comedor pude ver a Ariandel que esperaba la comida.
- Melissa, por favor lleva la comida a mi habitación, hoy comeré allí.
Luego de salir comida, me quedé en la habitación hasta que Melissa me dijo que Sir Tarid ya me esperaba.
Al bajar me encontré de frente con Ariandel.
- Oh, prima, pensaba ir a verte, quería que tomara...
- Estoy ocupada.
Dije y me retiré, me dirigí directamente al campo de entrenamiento.
- Buenas tardes princesa.
- Buenas tardes Sir Tarid.
- Hoy la clase será sobre la magia...
- Podemos hacer un combate antes? estoy algo malhumorada, y eso me ayuda a desestresarme.
- Claro princesa, como guste.
Me acerqué y empecé con un golpe que Sir Tarid esquivo por suerte, seguí dando puñetazo tras puñetazo, sin parar, estaba frustrada, y harta de Ariandel, levante una patada directa a la cara de Sir Tarid, pero este me agarro el pie y de un movimiento me tiro al piso, cuando estaba por darme un puñetazo, se escucho un grito.
- Pero que crees que hace?!!
Era esa voz tan irritante. Sir Tarid se levanta y me ayuda a levantar.
- Se podría saber que es lo que usted cree que hace?
Pregunte, la miraba con rabia, estaba furiosa, pero debo aprender a controlar mis emociones.
- Y-yo creí q-que estaba en pe-peligro Elaria.
Voltee los ojos, no lo podía creer.
- ¿Y usted cree que con un grito me hubiera salvado?
Ariandel había agachado su mirada, como si fuera a llorar y seguí.
- No seas estúpida, además ya te lo han dicho, pero creo que no te entra en la cabeza, soy la Princesa de Sylvandor, debes mostrarme respeto.
- Y-yo lo si-siento.
Yo ruedo los ojos, Tarid se me acerca y me susurra.
- Creo que se pasó un poco princesa, no sea tan dura la próxima vez.
- De acuerdo.
La doncella de Ariandel la fue a verla, ientras yo seguía con el entrenamiento, retomamos la clase de magia, aunque yo no me podía concentrar, di lo mejor de mí en ese momento, luego de la clase mamá pidió verme, ya sabía sobre lo que diría pero igual fui.
-Madre...
-Elaria, no debiste tratar a Ariandel así, ella solo se preocupa por ti.
- Lo sé mamá, pero estaba en mí palacio, sin mí permiso incluso interrumpió mi clase e hizo que el ambiente se arruinará, como no me molestaría.
- Lo sé mi niña, pero debes entenderla un poco, ella no está acostumbrada a todo esto.
- Madre, solo habla con ella, que no me moleste por favor.
La reina suspira y asiente.
Me fui a mi habitación y luego de un baño me acosté a dormir no tiene ganas de comer, así que le pedí Melissa que ya fuera a descansar.
Me desperté por los gritos de Melissa, me costó un poco entender que pasaba, pero al ver entrar a mamá lo entendí, todo eso era porque mi cumpleaños había llegado.
-Mamá solo 5 minutos más por favor.
- Claro que no mi niña, hoy es tu gran día, arréglate iremos a desayunar.
Para mi pesar me levanté y me vestí cómoda con un traje de entrenamiento, no pensaba ponerme vestidos desde tan temprano, nos montamos en el carro y fuimos al pueblo, allí mamá preguntaba cuál era el mejor restaurante yo la guíe hasta el de Rosa.
-Mamá, la comida de aquí es deliciosa.
Sin más entramos y nos sentamos en una mesa el lugar estaba más decorado y se veía más animado, luego de pedir la comida, Rosa fue a dejarla en la mesa, al verme me hizo una reverencia.
- Se-señorita, es un gusto verla nuevamente.
Yo le sonreí y le agradecí la comida.
- ¿Cómo conoces este lugar?
Pregunto mamá mientras probaba la comida.
- Una vez buscando algo de comer me llamo la atención el pastel de fresa que había en el mostrador.
- Esta comida está deliciosa.
Dice mamá, y al escuchar sobre el pastel pidió una porción pata cada una.
- Aquí está, buen provecho.
Aunque no tenían mucho tiempo, se quedaron a comer a gusto, a mamá le gustó tanto el pastel que pidió uno para llevar, y al retirarlo Rosa me da uno de chocolate como regalo.
- Hija, debemos volver pronto a tu padre se enojada.
-Claro, claro volvamos.
El trayecto de regreso se pasó hablando con mi madre sobre lo deliciosa que es la comida en el restaurante de la Señora Rosa, y que es una suerte haberlo encontrado y poder disfrutar de sus postres. Al llegar al palacio y bajar del carro papá nos esperaba junto con Ariandel, quien al verme corre a darme un abrazo, pero Melissa la interrumpe.
- Por favor, Señorita Ariandel manténgase alejada.
Papá se acerca y me abraza.
- Mi niña hace tiempo que no nos veíamos.
- Así es padre, mucho tiempo.
Mientras caminábamos de regreso al palacio nos poníamos al día sobre las cosas que pasaban en el reino.
Más atrás estaba Ariandel, furiosa apretó sus manos en el vestido.