Después de los 40 - Milagro de Navidad

Mildred

Adelaide salió conmigo de la tienda, pasamos por el salón al que ella va, conseguimos una cita y luego fuimos al centro comercial.

Adelaide – ¡Qué locura todo esto Mille!

Mildred- ¡Ni me lo digas, estaba pensando cómo sucedieron las cosas tan rápido! Estaba en casa pensando mucho, tú y Leo me hicieron venir a N.Y. y de repente me aparece el loco y histérico de Valentin Carters, jamás imaginé que me pasaría algo así, ni parecido.

Adelaide – ¡Mille! Estamos en el mes más mágico del año, ¡cerca de Navidad! Sabes que los milagros navideños ocurren.

Mildred riendo- ¿En serio crees lo que me estás diciendo?

Adelaide- Puede ser, la verdad es que no lo dudo después de todo lo que está pasando.

Mildred riendo- Está bien.

Adelaide se detiene y mira a Mildred – ¿Sabes qué Mille? ¡Aprovéchalo! Permítetelo, diviértete, si esto está pasando es porque Dios lo permitió y quiere que suceda. Así que vamos a ponerte más guapa y tú haces lo que Brian nunca te proporcionó, ¡diversión!

Mildred- Creo que tienes razón.

Adelaide – ¿Crees? Claro que tengo razón. Ahora vamos a comprarte un look bien bonito, de hecho, algunos porque tendrás que salir con él varias veces y mañana es sábado, seguro que el bombón querrá volver a verse contigo.

Mildred- Estoy de acuerdo.

Fueron a algunas de las mejores tiendas que había, cuando veían la tarjeta y el nombre de él, ¡guau! sólo faltaba que extendieran una alfombra roja para que Mildred pasara.

Mildred

Compramos cosas nada exageradas, pero piezas muy bonitas y adecuadas para una novia del señor gruñón. Ade tiene muy buen gusto, de hecho es diseñadora de moda e imagen personal. Pero no ejerce, porque la tienda de Leo empezó siendo muy pequeña y hoy está entre las mejores de su barrio, o la mejor de su barrio. Así que ella le ayudó, menos mal que se llevan súper bien y a ella le gusta. Pienso en Linda y en Ben, tengo que contárselo.

Adelaide- ¿En qué piensas?

Mildred- Linda y Ben, tengo que contárselo y tiene que ser hoy mismo, mañana apareceré en todos los sitios web como la novia del gruñón.

Adelaide- Deberías decir del partidazo o del bombón.

Mildred- ¡Por favor, me irrita!

Adelaide riendo- Todavía creo que te gusta.

Mildred- ¡No! No, y para ya....

Adelaide- Vale.

Mildred – Ade, mis hijos van a tener que creer que es real o podrían comentárselo a Brian y se armaría la marimorena, aunque creo que a Brian ni siquiera le va a importar.

Adelaide riendo – ¿Qué? ¡Se va a volver loco! Y la infeliz de Bárbara se va a morir de envidia.

Mildred- Eso creo.

Adelaide – Mañana me cuentas, me encantaría ser una mosca para ver sus caras cuando lean las noticias y más la cara de Bárbara.

Mildred riendo – Te quiero Ade.

Fueron directas a casa y Mille iba a ir al salón.

Mildred

Llegamos a casa de Ade, todavía faltan unos minutos para la cita en el salón, ¡Ade me metió tanta prisa con las compras, y menos mal! Voy a aprovechar para hablar con Linda y luego llamar a Ben.

Mildred – Ester, ve a descansar un ratito mientras hablamos.

Ester entiende – ¡Qué bien Linda, voy a preparar un súper almuerzo para nosotras mientras hablas con mamá!

Melinda – ¡Bien!

Mildred- Mi niña querida, ¿te gusta Ester?

Melinda- ¡Es genial! Jugamos con las Barbies, bailamos, cantamos....

Mildred sonriendo- Me alegro mucho mi amor, escucha, mamá tiene que contarte una cosa.

Melinda – Sí mamá, dime.

Mildred- ¿Sabes que tu padre tiene novia?

Melinda seria – Es su esposa mamá, viven juntos.

Mildred- Vale, y que mamá está saliendo con alguien.

Melinda – Ajá, ¿y cómo es?

Mildred pensando ay ay ay no me esperaba esa pregunta, tal vez un no, un llanto, pero...

Mildred- Es buen hombre, se parece a tu abuelo Xavier y a tu hermano Ben.

Melinda riendo- ¿Entonces es sistemático como siempre dices?

Mildred- Sí.

Melinda – ¿Cuándo lo voy a conocer?

Mildred- En breve.

Melinda – ¿Cómo se llama?

Mildred- Valentin.

Melinda – ¿Te gusta?

Mildred pensando ¡Dios mío! ¿Va a ser detective? ¡Dios mío!

Mildred- Claro que sí, querida, estamos saliendo.

Melinda – ¿Vamos a vivir con él?

Mildred- No, somos novios, vamos a pasear, a cenar, como grandes amigos.

Melinda – Mamá, tengo 8 años, sé que también os vais a besar.

Mildred- ¡Melinda!

Melinda riendo- No pasa nada mamá, si papá puede, tú también puedes y quiero conocer a Valentin.

Mildred- De acuerdo, ahora ve a ver si Ester ha hecho el súper almuerzo.

Melinda besa a su madre y sale corriendo.

Mildred

Dios mío, ¡cómo son estos niños...!

Ahora Ben y luego el salón.

Llamando...

Benjamin – Hola mamá.

Mildred- Hola mi amor, ¿cómo estás?

Benjamin riendo – Acabo de aterrizar un caza, ¡estoy feliz! ¿Y tú?

Mildred- ¡Qué bien! Me encanta cuando te noto así de animado. Estoy bien, necesito contarte una cosa.

Benjamin – Dime mamá.

Mildred – Es que estoy saliendo con alguien y mañana puede que salga en las noticias.

Benjamin – Me alegro mamá, creo que realmente necesitas superarlo.

Mildred- Gracias Bem, te quiero mucho hijo mío.

Benjamin- Te quiero mucho también doña Mildred, pero por lo que parece tu novio es famoso.

Mildred pensando creo que sólo yo no lo conocía....

Mildred- Cuando vengas, te lo presento.

Benjamin- Claro, ¿crees que es tan fácil salir con mi madre?

Mildred riendo- Bien dicho hijo mío, tengo que colgar, voy tarde.

Benjamin- Vale, tengo que salir del avión o a mi comandante no le va a gustar.

Mildred- Ve, cariño, hasta luego, besos.

Benjamin- Besos.

Mildred

Voy corriendo al salón, casi llego tarde. Mientras la chica me lava el pelo pienso en lo comprensivo que ha sido Benjamin y en lo bien que se lo ha tomado Linda. Sólo puedo dar gracias a Dios por tener unos hijos tan maravillosos.