Rose Thompson pierde toda su vida feliz y su libertad en tan solo un día, luego de tanto tiempo sin ver a su padre, este la busca para darle su condena matrimonial.
Cansado de dejar que ella jugara a ser "la enfermera del pobre" como él llamaba de manera despectiva, ha decidido que le dejará su empresa a su nieto varón.
Informándole así que al día siguiente sería su boda, de modo que ella pudiera cumplir con su deber de entregarle su próximo heredero o de lo contrario el hospital donde ella trabajaba perdería a su mayor benefactor.
¿Podrá el amor y la felicidad surgir en una situación de chantaje total? ¿Podrá tener un final feliz?
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Una caja de sorpresas
Antes de ir a la cena de presentación, Antón estaba un poco estresado por lo que pudiera pasar, el conocía muy bien a su madre, no era una mujer fácil de complacer.
Cuando llegó el momento de presentarle a Rose, sintió pena por su pobre esposa, quien tendría que caer humillada ante su madre, como todas y cada una de las mujeres que se han acercado a sus hijos, el problema no era que Antón estaba casado con Rose, el problema era que su madre solo quería una mujer para Antón, era la mujer que lo dejó plantado en el altar el día de la boda.
- Con su permiso, me retiro, fue un gusto para usted el haberme conocido. - Anton quedó anonadado con las palabras de Rose y la fuerza con la que se enfrentó a su madre, le agrado tanto que decidió seguirla y salir del salón con ella.
- Me impresionas patito, al parecer te subestime - estaban caminando hacia el coche que estaba estacionado frente a la mansión.
- No voy a permitir que ningún miembro de tu familia me trate de humillar y menos difamar mi imagen - Rose seguía molesta, pero su tono de voz sonaba calmado.
- Si que estás llena de sorpresas jajaja- se subieron al auto - te puedo decir algo? - Antón no podía aguantar su cara de placer por como Rose se enfrentó a su madre.
- Dilo, pero elige bien tus palabras, porque no estoy para una de tus cosas esta noche - estaba lista para pelear con quién sea.
- Me encanta que seas una mujer con carácter - le dio un beso, apasionado y lleno de emociones - y sabes que me fascina más? que a esta fuera la domo soy yo. - la siguió besando.
El cuerpo de Rose comenzó a arder, todo su enojo fue convertido en unas ganas descomunales de tener a Antón dentro de ella. El le toma la mano y la lleva justo hasta su hombría que parecía querer reventar sus pantalones, Rose se sentía muy tentada por las provocaciones de Antón. Volvió a la realidad cuando escucho el ruido de otro auto que llegaba a la mansión.
-¡Para! Antón, espera - Rose colocó su mano en el pecho de Antón empujándolo para que se detuviera - Estamos fuera de la mansión de tu familia.
- Bueno, ya les diste de que hablar poniendo a mi madre en su sitio, ahora dales un espectáculo de como montas a su hijo como toda una mujer empoderada - Antón estaba provocando a Rose.
- tonto, estoy hablando en serio - Rose lo miro de forma sería.
- Jajaja ya lo sé patito, vamos al penthouse, necesito terminar este asunto entre nosotros. - encendió el auto y manejo hasta su edificio.
Al llegar al estacionamiento, Antón no aguanto más, jalo del brazo de Rose y la beso, la sentí en sobre el y de un solo tirón rompió sus bragas, ya no lo resistió más, necesitaba estar dentro de Rose y pudo notar que ella también tenía la necesidad de tenerlo a el dentro de ella.
Rose tomo el miembro de Antón, el dio un gruñido de placer, se acomodo y lentamente lo introdujo en su interior, emitiendo un gemido de placer. Antón se sujeto fuerte a las caderas de Rose, con leves movimiento la fue guiando de como quería que se moviera, ella lo hizo, subiendo y bajando con una gran sensualidad, de forma suave y al mismo tiempo fuerte. Rose lo quería recibir por completo en su interior, sentía como palpitaba, acercó su rostro al de Antón y lo besó con pasión.
Ante tal pasión de Rose, Antón no logro contener más su deseo de tener todo de ella, le rasgo el vestido, dejando a la vista los pechos de Rose, los tomo entre sus manos y comenzó a besarlos, introduciendo el pezón en su boca, succionando y lamiendo uno y después el otro, tal acto causó que Rose sintiera corrientes de placer recorrer todo su cuerpo, aumentando el ritmo de sus movimientos, que cada vez eran más fuertes, lo quería todo dentro de ella, hasta que llegaron al clímax ambos. Antón sintió como Rose apretaba fuertemente su miembro en su interior, era un placer indescriptible. Rose sentía como todo el líquido caliente de Antón corría en su interior, ambos emitieron un sonido de placer.
- De verdad eres una caja de sorpresas - Antón le sonrió y la miro de una forma que hizo palpitar rápidamente el corazón de Rose, ella no supo en ese momento que era pero sentía un revoloteo en su interior, una emoción que no sabía cómo expresar, pero quería salir por su garganta en forma de palabras. - Ven tapate, vamos a subir a darnos una ducha - Antón tomo su saco de vestir que estaba en el asiento trasero y se lo coloco en los hombros a Rose.
- Estoy cansada, me duelen los pies, además de cierto hombre, me quitó la poca energía que me quedaba. - Rose estaba sobre Antón aún.
- Está bien, no vas a caminar - Anto se salió del interior de Rose, ella emitió un quejido al hacerlo, cerro su pantalón - Ya nos vamos - salió del asunto con Rose en sus brazos, fueron hasta el ascensor y subieron. hasta el penthouse.
- Gracias por traerme hasta aquí - Rose seguía en los brazos de Antón.
- Disculpame patito, pero yo dije que no ibas a caminar y eso es lo que va a pasar - la llevo cargada hasta la ducha, se metieron aún vestidos y Antón abrió al agua.
Se terminaron de quitar la ropa y mientras se bañaban se repartían varias mutuas, besos y miradas. Al salir de la ducha, decidieron dormir totalmente desnudos, sintiendo el cuerpo el uno del otro, abrazados.
Estoy muy orgulloso de ti patito - susurro Antón al oído de Rose - Solo quería que lo supieras. - le dio un beso en la frente.
Luego de eso, Rose quedó totalmente dormida hasta la mañana siguiente.