El Cachorro Del Rey

Cuando la noche llego el pequeño Alain cayó rendido en el sueño, Astrid lo arropo muy bien y le dio su beso de buenas noches.

Salió de la recámara y se dirigió al estudio del Rey, con la presencia de Alain no había tenido la oportunidad de hablar bien con él y lo necesitaba, necesitaba saber qué pasaría realmente con ella y con Alain.

Toco dos veces y espero la autorización para pasar.

- ¿Se durmió mi cachorro? - Preguntó Kaelen al verla entrar\, se estaba preparando una bebida.

Astrid suspiró, solo escuchar cómo se refería a Alain hacía que su corazón palpitara con fuerza.

- Sí...- Susurró caminando hasta el centro del estudio - Tenemos que hablar majestad - Dijo con su voz temblorosa.

Kaelen tomo su bebida de un solo trago y asintió, él también estaba interesado en esa conversación.

- Vamos a sentarnos - Sugirió señalando hacia el cómodo sofá.

Ambos se sentaron en el mismo sofá manteniendo una distancia, aunque era más por parte de Astrid que de Kaelen.

- ¿Qué pasará ahora con Alain? - Preguntó finalmente.

- De momento\, hacer que Loki no libere su poder para no dañar su pequeño cuerpo...

- Me refiero\, a que\, bueno es su hijo\, usted es el Rey - Interrumpió.

Kaelen asintió sin entender totalmente lo que ella quería decir.

- ¿Lo presentará como su heredero? - Formuló su palabra.

- Por supuesto - Kaelen respondió sin titubear.

Astrid bajo la mirada su pequeño era digno de su linaje, pero tenía miedo, aun así, levanto de nuevo su mirada a él, había una pregunta que le preocupaba demasiado.

- ¿Me lo va a quitar? - Preguntó con su voz quebrada.

Esa idea estaba en su mente, sabiendo que era una posibilidad y podría hacerlo después de todo él era el Rey Lycan.

- Astrid\, mi cachorro y tú me pertenecen\, los dos. - Dictó y tomo su mano.

- ¿Por qué? Es decir... Todo esto es confuso sabe\, hasta esta mañana usted solo era mi jefe\, decidí trabajar como asistente con la idea de pedirle ayuda con el registro de Alain\, porque no tengo el acta de identidad del padre... Esta mañana la Luna de Cascada Azul se dio cuenta de que no entregue el acta y corrió a Alain de la manada... - Empezó a hablar sin detenerse.

Kaelen frunció el ceño al saber que esa luna de Cascada azul se atrevió a correr a su cachorro.

-Decidí traerlo aquí, y pedirle ayuda con ese asunto, también con el detalle del lobo que ahora resulta que es un licántropo... - Continuó desahogándose - Y atacan, su vida estuvo en peligro. Y todo por culpa de estúpida por haberme amenazado, si no se hubiera ensañado con mi Alain, él pudo haberse quedado en la manada, tranquilo en casa con mis papás - Rompió de nuevo en llanto.

- Está a salvo. Conmigo\, su padre - Aclaro Kaelen.

Por supuesto que le molestaba todo lo sucedido y el riesgo que paso su cachorro, pero también sabía que de no haber ocurrido las cosas así, no estaría enterado aún de que es padre.

- ¿Me ayudará con el registro? No quiero que vuelvan a correrlo - Susurró controlando su llanto.

Kaelen suspiro, ella aún no entendía que nadie podía correr a su pequeño, pues él era el heredero al trono de Greven.

- Lo haré - Respondió para tranquilizarla - ¿Algo más? - Preguntó sonriendo\, mientras limpiaba sus lágrimas con las yemas de sus dedos.

- Es su hijo\, pero también mío - Empezó a hablar ya más tranquila - Así qué no quiero que lo obligue a que llame a otra mujer "mamá" - Lo miro con desafío.

Kaelen arqueo las cejas de sorpresa ante esa amenaza.

- Astrid\, ¿Por qué crees que haría eso? - Preguntó cruzando sus brazos.

- Pues es el rey\, está soltero y a lo mejor decida en algún momento elegir a una mujer como su pareja - Respondió y sintió un hueco en el estómago de pensar que el rey podría tener una mujer.

Kaelen empezó a reír

- Mi cachorro ya dijo que soy tu novio - dijo una vez que termino de reír.

Kaelen a corto la distancia entre ellos, llevo una mano la cintura de Astrid y otra debajo de sus piernas, en un movimiento fugaz la sentó sobre sus piernas.

- Espere... ¿Qué hace? - Preguntó nerviosa tratando de bajarse\, pero Kaelen la sostenía con fuerza de la cintura.

- La novia que mi cachorro eligió me gusta mucho - Susurró mientras su mano estaba acariciando su muslo\, metiéndose por debajo de su falda.

Astrid sin pensarlo le dio una bofetada, el rostro de Kaelen giró y sintió arder su mejilla.

- Ay\, mierda- Astrid reaccionó ante lo que acababa de hacer y mordió su labio inferior.

- Acabas de golpear a tu rey – Kaelen giro su rostro hacía a ella\, sus ojos escarlatas la miraban de manera divertida. – Es la segunda vez\, en menos de una semana – Aclaro

- Si\, bueno… usted tiene la culpa – Respondió ella nerviosa y bajo su mirada hacia sus piernas\, la mano de Kaelen seguía debajo de su falda\, pero había detenido sus movimientos.

- Cierto – Respondió Kaelen retirando su mano – Me gusta que mi novia tenga carácter – Comentó\, acercando su rostro al de ella.

- ¿quiere que lo vuelva a golpear?  Está vez le romperé la nariz  - Dijo Astrid\, aunque la cercanía que tenía con aquel rey no le desagradaba\, no quería ceder ante sus encantos.

Kaelen empezó a reír.

- No pienso separarte de mi cachorro\, tampoco de mi – Dijo respondiendo a sus dudas.

- Gracias\, majestad – Sonrió Astrid.

Kaelen la miró, ella era simplemente hermosa, tenerla a su lado era todo lo que necesitaba para sentirse completo, claro también a su cachorro.

- Bueno\, debo ir a dormir…mañana hay trabajo que hacer – Dijo ella tratando de levantarse\, pero Kaelen la mantenía muy bien agarrada.

- Solo un rato más – Él recostó su cabeza sobre su busto – Necesito un poco más de ti – Susurro.

Astrid lo miró con sorpresa, pero no se negó ni lo aparto, tenerlo así hacía que su corazón latiera con fuerza y la temperatura de su cuerpo aumentara.

Cerró sus ojos, sintiéndose mareada, algo estaba llamándola, le decía algo que era demasiado confuso, pero era importante, así lo sentía.

Kaelen podía escuchar los latidos de su corazón, le gustaba el sonido, ella estaba nerviosa y no era la única, pues también lo estaba él, no quería volver a apartarse de ella, quería que Astrid lo aceptara como su pareja, porque eso eran parejas destinadas, unidos por el vínculo de la Diosa Luna, pero solo él podía sentir esa unión, ella no, dado a la falta de la comunicación de su loba, pero no se rendiría, haría hasta lo imposible para que ella lo aceptara, para que lo amara y formaran una familia junto a su cachorrito.

****************

Alain despertó en la mañana, se sentía demasiado bien, había tenido un placentero sueño y claro para él todo era por que su mami estaba a su lado, abrazándolo, se giró para quedar frente a ella y empezó a acariciar su mejilla.

- Mami…buenos días – dijo en un bajo susurro – Ya amaneció… - continúo – Te amo\, mami\, despierta quiero que me des amor – Alain empezó a hundir sus dedos en las suaves mejillas de Astrid.

De repente se detuvo y empezó a olfatear, el delicioso sabor a chocolate entro por sus fosas nasales, quería chocolate, pero si su madre estuviera despierta no se lo permitiría por ser muy temprano.

- No despiertes mami\, puedo esperar para que me des amor – Susurró y beso la frente de su mamá.

Alain bajo de la cama con mucho cuidado, se puso sus pantuflas y salió de la recamara, en busca de aquel delicioso olor a chocolate que hacia que su estómago rugiera.

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Kaelen estaba en el enorme comedor, sentado en la silla principal, estaba por desayunar, aunque lo primero que hacía era tomar una taza de chocolate y lo disfrutaba tranquilamente mientras revisaba su agenda del día.

- Buenos días\, novio de mami – La voz de Alain lo interrumpió en su lectura.

Kaelen sonrió al ver al pequeño ya despierto, con su pijama de color azul con dibujos de lobo que combinaban con sus pantuflas que tenían forma de la cabeza de un lobo gris.

- Buenos días\, cachorro – Se levantó de su asiento y se acercó a él para cargarlo en brazos - ¿Tu mamá? – Preguntó al no verla.

- Duerme – Respondió dirigiendo su mirada al chocolate de Kaelen – Quiero chocolate\, antes de que ella despierte – Susurró colocando ambas manitas alrededor de su boca.

- ¿Mamá te da permiso? – Preguntó Kaelen en susurro.

Alain negó con tristeza.

- No\, por qué mucho chocolate hace que me altere – Dijo con su mirada baja.

- Bueno\, el chocolate que tomó es especial\, así que puede tomar un poco\, pero solo un poco ¿De acuerdo? – Kaelen se sentó de nuevo en su silla con Alain en su brazo.

Hizo una seña y uno de los empleados se acercó a servir una taza de chocolate para el pequeño, pero no llenó la taza.

- Cachorro\, ¿Cómo es que te alteras al tomar chocolate? – Preguntó Kaelen mientras veía al pequeño tomar de su taza.

- Ah…paso en mi primer día de colegio\, tomé chocolate y tenía mucha energía\, corrí por todas partes y no pudieron detenerme…así que llamaron a mami – Respondió el pequeño\, dirigió su mirada a él\, ya tenía un bigote de chocolate.

Kaelen asintió, tomó su servilleta y limpio los residuos de chocolate del rostro de Alain.

- Ese día hable con Loki por primera vez – sonrió.

- Oh\, así que él también ama el chocolate- Dijo Kaelen con una leve sonrisa. - ¿No se enoja por que tu mamá no te deja comerlo? – Preguntó.

- No\, Loki no se puede enojar con mami\, le da miedo que mami se enoje con él y la protege – Dijo en un bajo susurro.

Kaelen arqueo las cejas ante esa respuesta, le sorprendía como es que Loki siendo el licántropo de Alain también pensara en proteger a Astrid y también esa parte de que le da miedo que Astrid se enoje con él, llamó su atención.

- Novio de mami\, ¿Cómo debo llamarte? – Preguntó Alain.

- como tú quieras\, cachorro – Respondió Kaelen con una sonrisa.

Alain cruzo sus brazos y pensó por unos segundos, luego miro a Kaelen y sus ojos azules brillaron con emoción.

- ¡Papá! – Grito emocionado.

El corazón de Kaelen latió con fuerza, sus ojos se abrieron de sorpresa al escuchar como su cachorro le decía: Papá. Esa simple palabra lo llenaba de felicidad y orgullo.